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·18 de octubre de 2019

Qué fue de…41. Sinama Pongolle

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QUÉ FUE DE… SINAMA PONGOLLE. Promesa del Liverpool, Balón de Oro y Máximo Goleador del Mundial Sub17 de 2001, Sinama llegó al Atlético en 2008 para relanzar su carrera como alternativa a Forlán y Agüero. Eclipsado por la pareja sudamericana, salió año y medio después por la puerta de atrás.

Sinama Pongolle nació en La Reunión, una Isla al este de Madagascar, bajo dominio del gobierno francés, y que solo se conoce de manera cultural por ser el paraíso en medio del Océano Índico donde algunos de los mejores surfistas del mundo sueñan con ir a entrenar, pero cuyas quedadas han ido poco a poco menguando en vista del crecimiento descontrolado de tiburones más agresivos de lo normal que ha provocado que incluso Kelly Slater, once veces campeón del mundo, haya pedido al gobierno que realice matanzas controladas de escualos.


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La vida del futbolista francés siempre estuvo ligada al éxito desde pequeño. Pongolle nació en La Reunión, pero pronto salió de ahí. Lo hizo junto con su primo Anthony Le Tallec, con quien comenzó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Le Havre. Poco le duró al equipo galo las dos perlas que tenía entre manos, porque Le Tallec, mediapunta y Sinama, delantero, echaron la puerta abajo siendo apenas cadetes y juveniles.

Habían jugado juntos toda la vida y eso se notaba también a la hora de la verdad y de medirse a rivales en partidos oficiales. Por eso, Francia los llevó a ambos como la gran baza para el Europeo Sub16 de 2001. Allí, en la final, un gol de Fernando Torres lo pudo cambiar todo. España y Francia llegaban al partido por el título con sus dos estrellas empatadas a tantos (6) y con todo por decidirse y fue El Niño quien, desde los 11 metros, le dio el triunfo a España y se quedó con el entorchado individual de máximo goleador.

Pero Sinama Pongolle, aún en un equipo menor, desconocido, fue quien encabezó las listas de todos los scouters que se habían dado cita en el torneo, celebrado en Inglaterra. El Liverpool, ojo avizor, contrató a la pareja de primos, dejándolos cedidos por dos temporadas hasta que fueran mayores de edad. Unos meses más tarde, en el Mundial Sub17, Pongolle y Francia no tuvieron rival. El equipo galo se llevó el Mundial con autoridad, con Sinama Pongolle siendo Bota de Oro (9 goles) y Balón de Oro al Mejor Jugador.

peleó siempre con torres por todos los títulos individuales en el fútbol juvenil, estando considerado incluso mejor que el delantero español para el futuro

Pero con el paso de los años, esos tan importantes que son de formación, las vidas de Torres y Sinama, hasta entonces paralelas, cambiaron profundamente. Mientras Torres era titular indiscutible en un gigante venido a menos y necesitado, Sinama Pongolle se tenía que conformar con jugar los minutos que le dejaban futbolistas como Michael Owen, Fowler, Crouch, Heskey, el Hadji Diouf, Cissé, Morientes o Milan Baros, en un Liverpool que luchaba por todo y que ganó, entre otras cosas, la Champions League en la final celebérrima de Estambul, que aparece en el palmarés del francés aunque no disputara un solo minuto en las eliminatorias.

Tras tres años siendo un jugador de refresco, de banquillo y a veces de grada, y tras una cesión en el Blackburn Rovers donde no se acabó de acomodar, el equipo inglés le dejó marchar y Sinama viajó rumbo a España para jugar en el Recreativo de Huelva. En el Decano del fútbol español Sinama lo hizo bien. Se sacudió la presión de encima y, en un equipo que luchaba por la permanencia, se convirtió en su jugador franquicia, mezclando a la perfección en punta con un Uche con el que hacía estragos en las defensas rivales.

Tanto que, tras dos años y 22 goles, el Atlético se decidió a acometer su fichaje. Así, en julio de 2008, solo un año después de que Torres se hubiera marchado al Liverpool, el Atlético de Madrid pagaba 10 millones de euros por Sinama Pongolle, antigua promesa del equipo red, para que fuera el complemento de unos Agüero y Forlán que entonces no tenían parangón ni competencia alguna. Sinama llegaba para ser claramente el tercer delantero.

tuvo mal encaje en el atleti por la imposibilidad de sentar a forlán y agÜero y por no aportar soluciones complementarias a ellos cuando el equipo lo necesitaba

Su inicio fue idílico y, ciertamente, el pico de su carrera. Agüero, que llegó al rescate en aquel partido de previa de Champions League ante el Schalke 04, venía de los JJOO, sin descanso y sin pretemporada, por lo que en las primeras semanas de competición estuvo a otro ritmo. Forlán, que marcó un doblete en el primer partido de Liga, se marchó con Uruguay cuando el Atleti tenía que jugar la segunda jornada y se lesionó para un mes, por lo que a Sinama se le abrió un gran abanico de posibilidades.

En las cuatro primeras jornadas de Liga marcó cuatro goles, poniéndose como pichichi de la competición, y en el siguiente duelo, en la vuelta del equipo a Champions League tras más de 10 años de ausencia, fabricó el gol que materializó el Kun y sentenciaba el partido. Su momento fue tal, que debutó con la absoluta de Francia en esa ventana de selecciones en un partido amistoso ante Túnez que supuso su única internacionalidad.

Y ahí, podemos decir, se acabó su crecimiento para siempre. Javier Aguirre primero y Abel Resino después no tuvieron nunca dudas en que la pareja titular la formaban el argentino y el uruguayo y que la situación del punta galo era muy difícil de encauzar. Si los buenos eran los titulares, a Sinama no le quedaba más que salir en los minutos de la basura en partidos encarrilados, y esos eran realmente pocos en un Atlético que empataba y perdía más partidos de los que ganaba.

Con el avance de temporada, a Abel se le ocurrió que podría ser un buen recambio de Maxi Rodríguez y entrar por banda derecha, toda vez que el entonces capitán (o el que solía portar la cinta, pues Antonio López no era indiscutible) estaba en un mal momento de forma, y eso terminó por sentenciar a Sinama, perdido en una posición que no era la suya. La realidad es que Pongolle no lo había hecho mal para lo que se le había fichado. Había marcado 6 goles cuando Agüero y Forlán no habían estado en el primer año, pero no era una opción viable para cambiar partidos adversos. Quizás, entonces, lo ideal habría sido contratar a un buen tercer delantero alto, de área, capaz de hacer temblar cada balón aéreo en los minutos finales.

su invento de adaptación a la banda salió mal y acabó saliendo por la puerta de atrás

Por eso empezó torcida su segunda temporada incluso antes de debutar. La situación era la misma, el entrenador era el mismo, su confianza era mucho más baja y su rendimiento se fue tornando peor, también acompañado por los resultados de un equipo que acabó cambiando de entrenador a los dos meses de competición. Quique Sánchez Flores apenas le usó (y acabó tirando por un jugador alto de área como el canterano Ibrahima) y en el mercado invernal, solo año y medio después de llegar, Sinama se marchó.

Su destino fue el Sporting Portugal, que pagó cerca de 7 millones de euros por él en una operación que tardó mucho en cobrarse y que se acabó saldando cuando Elías hizo el mismo camino años más tarde. Sinama Pongolle jugó 58 partidos con el Atleti, marcando 7 goles y repartiendo 2 asistencias.

«Debería haber sido más paciente. El Atlético necesitaba el dinero y me dieron a entender que me tenía que ir. Llegó una buena oferta del Sporting y me marché, aunque a los pocos meses allí las cosas no fueron bien. Si no hubiera tomado esa decisión, mi vida futbolística podría haber sido de otro modo«, admitía el jugador, afirmando que a él le habría gustado seguir de rojiblanco.

Y es que la carrera del francés no dejó de dar tumbos desde entonces. En el Sporting apenas jugó medio año, antes de una guerra civil interna en el club que derivó en su salida ese mismo verano. Sinama probó en Zaragoza y Saint-Etienne como cedido antes de marcharse al Rostov ruso, donde logró ganar la Copa. En 2014 probó las mieles de la MLS en el Chicago Fire, luego pasó por el fútbol escocés (Dundee United) antes de jugar en Thailandia, su última gran aventura jugosa. Ha estado durante muchas épocas sin equipo, entrenando, buscando una oportunidad que él quisiera aprovechar.

A principios de año, decidió volver a La Reunión, su hogar natal, a vivir y jugar al fútbol. Allí se enroló en el Jeunesse Sportive Saint-Pierroise (JSSP), equipo histórico del archipiélago donde jugaron leyendas como Roger Milla o Jean Pierre Papin, donde se formaron Dimitri Payet y Hoarau y donde jugó algunos partidos sueltos en sus últimos años en activo Djibril Cissé. La Liga se corresponde con la Sexta División en la pirámide del fútbol francés, aunque el equipo que se hace con el título tiene derecho a jugar la Champions Africana y el ganador de la Copa entra al bombo de la Copa de Francia. Sinama, a sus 34 años, compagina su actividad futbolística amateur con sus colaboraciones en Canal Plus y está envuelto en el entramado de futbolistas estafados por una alta funcionaria de Hacienda.

Fotografía: Jasper Juinen/Getty Images.

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