Prieto Iglesias será el nuevo responsable del VAR | OneFootball

La temporada 2025-26 arrancará con importantes novedades en el ámbito arbitral. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha anunciado una reestructuración profunda en el Comité Técnico de Árbitros (CTA), que incluye la designación de nuevos responsables en puestos clave y la eliminación del modelo tradicional de junta directiva encabezada por un presidente.

Uno de los cambios más destacados es el nombramiento del navarro Eduardo Prieto Iglesias como nuevo responsable del VAR, en sustitución de Carlos Clos Gómez. Prieto Iglesias, excolegiado pamplonés de 44 años, colgó el silbato en 2022 tras una carrera iniciada en 2004, marcada por su paso por Primera y Segunda División. Tras su retiro, ejerció como árbitro de VAR hasta 2024. En 2023, también incursionó en la política, figurando en las listas del Partido Popular tanto para el Parlamento de Navarra como para el Ayuntamiento de Pamplona. Ahora, asume un rol clave en el control de la tecnología arbitral en una etapa de transición estructural.

El Celta tiene motivos para echarse a temblar, ya que Prieto Iglesias, casualidad o no, era el colegiado de VAR en varios errores arbitrales sufridos por el equipo celeste en la Temporada 2023-24, como el penalti anulado a Douvikas ante el Sevilla, el gol anulado a Strand Larsen ante la UD en Las Palmas, o el gol fantasma de Bamba frente al Mallorca.

Durante su carrera como árbitro, las cifras del Celta con Prieto Iglesias tampoco fueron buenas, estando hasta seis años sin ganar cuando el colegiado navarro le tocaba en suerte al equipo vigués. Su trayectoria estuvo jalonada por ascensos y descensos, siendo de los pocos colegiados que han llegado a descender dos veces de Primera a Segunda División.

En paralelo, la RFEF ha nombrado a David Fernández Borbalán como nuevo responsable del arbitraje español, relevando a Luis Medina Cantalejo. Borbalán, con una amplia experiencia en el arbitraje nacional e internacional, liderará esta nueva etapa en la que el CTA adopta una estructura dual: por un lado, un CEO de perfil político, cargo que ocupará el vigués Francisco Soto Balirac, y por otro, un responsable técnico que aún está por definirse.