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·13 de agosto de 2025
PREVIA Rayo Vallecano 25/26: Ilusión dentro de la humildad

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·13 de agosto de 2025
Hace cinco años, el Rayo estaba en Segunda División. En 2024, quedó en 17º lugar en la tabla clasificatoria. En una institución que vive ahogada por las decisiones de Raúl Martín Presa, que quiere desquitar el sentimiento del barrio a este club, la afición franjirroja no olvida sus orígenes y, por tanto, no se despega de lo que es el Rayo Vallecano: «Pequeño en lo deportivo, pero grande en valores». La hinchada más fiel de España afronta una temporada que con curvas: calendario fuerte en el tramo inicial del campeonato doméstico y una eliminatoria europea que marcará el ánimo durante el resto de la competición. De superar esa ronda previa, la Franja iría a la liguilla de la Conference League, en un año que, quitando Crystal Palace o Fiorentina, no hay grandes cocos como en otras ediciones. En el año del centenario, se superaron los pronósticos y el objetivo de la permanencia evolucionó a poder entrar en Europa con un equipo compacto, luchador y efectivo.
Por tanto, la ilusión contrasta con la situación real del club. Precio de los abonos desproporcionados, una camiseta sin franja, un estadio en obras que no se sabe si estará para el partido de vuelta, ninguna información sobre las mismas y una planificación deportiva donde faltan fichajes, especialmente, en la parcela ofensiva. Luiz Felipe y Jozhua Vertrouwd son de momento, las únicas caras nuevas del nuevo plantel rayista. Sin contar con la adquisición de Augusto Batalla así como una nueva cesión de Gerard Gumbau, procedente del Granada. En el apartado de salidas, hombres como Aridane Hernández, Adrián Embarba, Sergi Guardiola o Raúl de Tomás han salido de forma definitiva o cedidos. Es decir, se conservan hombres importantes como Andrei Ratiu o Pathé Ciss pero a la vez, David Cobeño sigue en la búsqueda de dos extremos y un delantero para potenciar un ataque que pide más garantías.
Hablando de delantero, una de las novedades en este Rayo Vallecano post centenario podría haber sido Etienne Eto´o. Sin embargo, el atacante que arrasó en Tercera RFEF, no es del gusto de Íñigo Pérez. A falta de pactar una renovación, el jugador del filial tiene varios pretendientes en Segunda División y todo indica a que saldrá cedido. Durante la pretemporada, Jorge de Frutos ha terminado de explotar como falso 9. El pichichi franjirrojo en la 24/25, con 6 dianas, ha demostrado potencial para mejorar estos registros, siendo el goleador indiscutible en las giras por Países Bajos e Inglaterra. Por otro lado, se espera mucho de Pedro Díaz. Después de su consolidación en la segunda vuelta la pasada campaña, el ex del Girondins de Burdeos está listo para ser el metrónomo del juego del Rayo Vallecano. Sin dudas, es la gran baza de los de Vallecas y se espera mucho de él.
Etienne Eto´o, celebrando un gol la temporada pasada.
Por tanto, Íñigo Pérez seguirá siendo un equipo vertical, pero siempre priorizando la solidez defensiva. Es la base del éxito. Con la prolongación de la baja de Abdul Mumin, Luiz Felipe querrá establecerse con el intocable Florian Lejeune. Ambos presentan credenciales para ser el nuevo muro de Vallecas. Si este plantel no encaja goles, tiene opciones serias de ser uno de los equipos más competitivos de LA LIGA EA SPORTS. Además, con la adquisición de Augusto Batalla, la Franja tiene a un portero que marca diferencias y hace dar un salto de estar más arriba que abajo en lo que se refiere a posiciones clasificatorias.
Álvaro García e Isi Palazón, celebrando un gol en Montilivi en la 22/23.
En definitiva, el Rayo Vallecano afronta una 25/26 ilusionante, donde un grupo de jugadores, encabezados por los Isi Palazón o Álvaro García, llevan luchando desde hace mucho tiempo desde el barro y, ahora, quieren saborear nuevas experiencias, como son las europeas. Eso sí, sin perder la humildad que les hizo grandes. El club, institucionalmente, sigue maltratando desde sus entrañas a todo un barrio. Ahora mismo, la afición no sabe si podrá ir a su estadio, si tendrá un killer de garantías o de si las obras van a servir para que el Estadio de Vallecas siga permaneciendo en Vallecas. Pero a ilusión, a esta gente no les gana ni Dios. Y esto es lo que hace que el Rayo Vallecano siga latiendo más fuerte que nunca. Como dice la canción El Rayo fui yo: «Por si no vuelvo a creer, Cántame nuestra canción, Llévame donde empecé, Llévame al barrio mi amor». Se vienen emociones fuertes en Vallecas, eso no lo duden.