Fondo Segunda
·6 de octubre de 2024
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·6 de octubre de 2024
La UD Almería se enfrentaba a una semana realmente dura en todos los sentidos. En el Ciutat de Valencia, ante el Levante UD, parecía tocar fondo. Un 4-2 que dejaba en evidencia demasiadas vergüenzas. Que dejaba señalados a demasiados futbolistas. Una exhibición de falta de competitividad. Encadenación de errores groseros en fase defensiva. Ausencia de continuidad, dudas en cuanto al compromiso. Rubi ya anunciaba en la previa del encuentro ante el Burgos que creía haber detectado soluciones. Lo que no se esperaba es que, al final, las dos de mayor peso fuesen las de Pozo y Baba.
Que el centrocampista ghanés de 28 años es más que válido para la competición no admitía demasiada discusión. Idrissu Baba ya demostró en el RCD Mallorca, con el que consiguió el ascenso a Primera por partida doble, que no sólo tiene nivel para jugar en esta categoría. Además, en aquellas temporadas se mostró como uno de los mejores en su posición de toda la competición. Algo de todo aquello debía quedar.
Para la posición de pivote cuenta con demasiadas cualidades como para infravalorarle. Buena colocación, don de mando, repliegue o capacidad para recuperar son las más comunes y que él atesora. Además, no se suele complicar al dar salida al balón y no se esconde si la jugada requiere algo de conducción. A todo ello, hay que sumarle una gran capacidad física y gran resistencia a los esfuerzos.
Ante el Burgos, su partido fue una exhibición de todo ello. El Almería necesita equilibrio en la medular y, sin duda, Baba es el jugador mejor preparado para ofrecérselo. Recuperar la confianza con un partido de ese calibre le ayudará, a buen seguro, a tener continuidad en su rendimiento.
Si el ghanés es un ejemplo de futbolista falto de confianza, el de Álex Pozo es un caso extremo de tal situación. El futbolista andaluz fue clave en el ascenso del Almería a Primera y, con Rubi, tuvo actuaciones de cierta regularidad en la siguiente temporada. Sin embargo, la pasada temporada el lateral reconvertido dejó de contar para sus entrenadores y, las pocas oportunidades de que dispuso, mostró precisamente esa sensación de que había dejado de confiar en sí mismo.
El propio Rubi ha venido reconociendo que se ha encontrado a su vuelta a un Pozo muy diferente al que ya había dirigido. Mentalmente devastado. Y que se había propuesto recuperarlo para la causa. Si bien Pubill partía con ventaja en el lateral, el sevillano ha tenido sus oportunidades y, poco a poco, ha ido mostrando señales de mejoría. En todos los sentidos. El gol anotado en el minuto 89 ante el Burgos supone un auténtico espaldarazo en el aspecto psicológico del jugador. Una liberación y una confirmación de que puede confiar en su nivel futbolístico. Otro jugador que el Almería vuelve a sumar a su causa.