Stats Perform
·3 de abril de 2020
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·3 de abril de 2020
Todos los grandes deportes del planeta, a lo largo de su historia, fueron reciclándose en sus conceptos más primarios, aquellos que cuestionan la legalidad o no de ciertas acciones absolutamente claves. El proceso de cómo ajustar las reglas a la entrada de la tecnología y cómo hacer que esa variable que permita ‘ajusticiar’ repercuta lo menos posible en la dinámica natural del deporte, es el gran reto. Podríamos decir, sin titubear, que deportes como el Fútbol Americano, el circuito ATP de tenis o la NBA, han sido no sólo pioneros, sino ejemplos verídicos del éxito de esa convivencia entre tecnología punta y su aplicación a las bases del deporte que pretenden regular.
El fútbol, seguramente por su papel absolutamente planetario, por la acumulación de fechas en un calendario plagado y también por gozar de una mayor resistencia ‘romántica’ de gran parte de sus aficionados y directivos en el poder, siempre fue reacio a la toma de decisiones que permitiera que la pelota fuera regulada por un juez mayor que, tarde o temprano, llegó, reguló y se acabó por instalar. Una vez establecido ya en el fútbol actual casi en su totalidad, la perspectiva de la tecnología hizo variar muchísimos factores del juego. El VAR, es verídico, ralentiza más los encuentros, contribuye a que se frenen en seco distintos momentos de los encuentros (cuesta más levantarlos en ritmo tras cada parón) y contribuye a que los partidos ahora duren varios minutos más porque el añadido ha crecido muchísimo (al tiempo que, curiosamente, el tiempo que la pelota está activa en el césped, baja cada vez más). Es decir, el VAR ha conseguido, prácticamente en dos años que lleva con nosotros, influir en diferentes aspectos relativos al ritmo y duración de los partidos. Es más largo, más lento, se juega menos y, en resumen, es algo más aburrido, contrariamente a lo que las nuevas generaciones están demandando para sus preferencias de ocio-diversión (todo va hacia un ritmo mayor, nulos parones y constante actividad, e incluso con un tiempo mucho menos que 90 minutos para decidir resultados).
Y, sin embargo, el VAR si ha cambiado completamente el deporte en aquello para lo que, naturalmente, se concedió, es decir, para poner justicia ‘casi’ total en el fútbol. Más allá de ciertas decisiones que, sobre todo respecto a unos campeonatos y otros, no encuentran regulación máxima (unas manos en Argentina no son señaladas como penalti y en España casi cada contacto en el área con los brazos, acaba siendo penalizado), la realidad es que el VAR cumple, más o menos en un 85% de éxito, en su objetivo primordial de evitar las injusticias en el fútbol. Estemos de acuerdo o no en que nos gusta más el fútbol con o sin VAR, está claro que ha ayudado a tomar decisiones correctas, aunque quizás a muchos, entre los que me encuentro, nos gustaría más un fútbol donde aún pueda existir ese componente natural e imprevisible de la injusticia.
Y fue precisamente la acumulación de errores garrafales, históricos e histéricos, los que propiciaron que la losa de presión sobre la FIFA acabara por hundir a los románticos y asentara el VAR como clave de su política de justicia en el fútbol. Desde penaltis inexistentes que decidían títulos, a expulsiones absurdas, goles fantasma que pasaron a la leyenda con Mundiales en juego y manos que se utilizaban bochornosamente para acabar marcando goles ante la ausente mirada de los colegiados mientras el mundo sabía que allí, existía algo horrorosamente injusto. Eso, se acabó. ¿Qué jugadas fueron las más históricas que propiciaron que la FIFA tuviera que acabar por imponer en VAR?
1: ‘La Mano de Dios’ de Maradona – Mundial 1986
Para los argentinos, no hay duda. Para el resto de la humanidad, tampoco. El gol que Maradona hizo con Argentina a Inglaterra en el Mundial de 1986 y en el duelo de máxima rivalidad por la Guerra de las Malvinas, está catalogado como el más polémico y, a la vez, el más pícaro de la historia. El ‘Dios’ fue tal desde aquél día.
En el minuto 51, y con todo empate sin goles, Argentina tiene la pelota en pies de Jorge Valdano, sortea a varios ingleses y comono puede seguir la jugada, es interceptado por Steve Hodge, quien en su empeño por golpear la pelota que estaba en la frontal del área pero en el aire, impacta de cualquier manera. Ese esférico va hacia atrás, en dirección opuesta a la deseada y, con Maradona llegando por la zona interior del área y con la fuerza de una carrera previa que él había iniciado, aparece en escena. El 10, para empezar, ya estaba en fuera de juego, pero como la pelota llega de un rival, evita esa decisión arbitral. El argentino buscó la pelota aérea, muy alta y excesivamente alejada de su cabeza incluso saltando por lo que, en un acto de pillería muy típica del potrero y toque napolitano que vivía en aquél momento, sacó ligeramente su brazo por encima de la cabeza, quedando la mano unos palmos más alto del tope de su altura corporal y, desde luego, permitiendo así que la salida del portero Peter Shilton, no alcanzara su tremendo salto. Ese brazo izquierdo extendido acababa por golpear la pelota que va justo hacia la red. Maradona, listo, intrépido y rápido de mente, celebra como si nada el gol, mirando de reojo tanto al árbitro principal como al juez de línea… que dan gol.
Sí, gol. El gol más tramposo y, a la vez, peculiarmente único, de la historia del fútbol: “Ahora sí puedo contar lo que en aquel momento no podía, lo que en aquel momento definí como la Mano de Dios… Qué mano de Dios, ¡fue la mano del Diego! Y fue como robarle la billetera a los ingleses…”, declaró años después.
https://www.youtube.com/watch?v=iOAFWLm7tPg
2: El ‘Gol Fantasma’ de Geoff Hurst – Mundial 1966
Hay diversas etiquetas para valorar el enorme error de los ‘goles fantasmas’ en la historia del fútbol, pero el más famoso, porque supuso nada menos que decidir una Final de un Mundial, fue el de Geoff Hurst a Hans Tilchowski en Wembley en 1966. Inglaterra y Alemania se estaban disputando el título planetario y, tras un duelo tremendo, se llegó a la prórroga (2-2). En los instantes finales de la primera parte de la misma, un disparo de Hurst se estrelló contra el travesaño y, de inmediato, impactó contra el césped. Aquél rebote hacia el suelo, sigue siendo polémica eterna entre ambos países incluso hasta hoy, donde cada uno defiende su postura. El colegiado suizo, Gottfried Dienst, tras consultarlo con el juez de línea soviético Tofik Bachmarow dio gol a Inglaterra. Aquél gol fue determinante porque rompñia el marcador ya en un agónico momento del encuentro y, con esa ventana, los ingleses acabarían venciendo (4-2) y logrando su primer y único Mundial ante una audiencia televisiva de 400 millones de televidentes que aun discutían aquella jugada.
Hay que recordar que es gol sólo cuando toda la circunferencia de la pelota está atravesando, por completo, la línea de cal de la portería. Y, tras multitud de estudios, no se ajusta a tal realidad. Uno de ellos, realizado con análisis de película y simulación por computadora, demostró hace años que la pelota jamás llegó a traspasar por completo la línea, pues lo hizo, concretamente, en un 97%, pero no 100%. Cierto, es sólo un 3% y ahí entra la variable de la ‘injusticia’ o ¿injusticia? en el fútbol, pero fue un bochorno legendario para la FIFA.
https://www.youtube.com/watch?v=0Uhe_l1h3w8
3: El ‘Gol Rompe-Redes de ’ 2013
Parece que los grandes errores de la historia arbitral en el fútbol llegaron en épocas pasadas, en contextos alejadísimos de la vanguardia actual y entre profesionales que no tenían las medidas de eficacia, talento y capacidad por las que se rige el estamento arbitral en estos días. Pues, aunque no falta razón a esa base, ni mucho menos asegura fiabilidad. Y sino… ¿Por qué no preguntan a Stefan Kiessling?
El delantero alemán que durante muchos años de principios de siglo, fue el artillero referencia del Bayer Leverkusen e incluso internacional germano, fue protagonista de uno de los mayores desvaríos jamás vistos en la consecución de un gol. Jugaban un viernes de Bundesliga, Hoffenheim y Leverkusen, venciendo los visitantes 0-1 y líderes provisionales con tal resultado. Un saque de esquina encuentra al rematador, Kiessling, que se anticipa al defensor y su gran cabezazo golpea en el lateral de la red, se cuela por un agujero de la propia red (que jamás debería haber estado ahí) y acaba, por tanto, introduciéndose ‘tontamente’ en la portería. Pude ver aquél partido en directo y hasta los narradores cantaron el gol como normal, pero los futbolistas, al menos algunos de los que celebraban en el Leverkusen, sabían que no lo era (mirad la cara de Gonzalo Castro y el propio Kiessling, que no estaba celebrando de inicio, sino llevándose las manos a la cabeza). Es que ni tan siquiera el portero Castels se da cuenta de que la pelota entró de manera ilegal. No es consciente y lo asume.
Sin embargo, el colegiado Felix Brynch, concedió el tanto , el Leverkusen ganó 1-2 y Kiessling fue acusado de ‘tramposo’ durante meses: "Las críticas contra mí son muy duras. Se me acusa de haberlo visto y de que debería haber avisado. Pero en el estadio había 30.000 personas que no lo vieron, yo entre ellas", apuntó entonces, aunque evidentemente, tampoco estaba siendo sincero.
https://www.youtube.com/watch?v=T3CLrTOcDa0&feature=emb_rel_pause
4: El ‘Robo Coreano’ a España – 2002
Era un sábado caluroso de verano europeo y en España, todas las televisiones, locales y bares estaban encendidas desde las 07:00 de la mañana, horario de aquél mítico Corea del Sur – España que tenía a la Roja como favorito para meterse en semifinales del mismísimo Mundial 2002. La selección de Camacho estaba haciendo un torneo interesante y los coreanos ya venían de haber logrado un histórico pase ante Italia a la que, por cierto, habían superado gracias a diversos errores arbitrales increíbles. Aquella línea favorable a los asiáticos, se alargó un partido más para recuerdo imborrable de la afición española, que lo tachó para siempre como el mayor robo jamás sufrido.
El colegiado principal era el egipcio Gamal Al-Ghandour, acompañado por el ugandés Tomusange y el trinitense Ragoonath. Un trío arbitral con escasa experiencia internacional pero que pasó a la leyenda negra de los Mundiales. A España se le perjudicó una vez tras otra con errores groseros y faltos de cualquier ética deportiva, más allá de pequeñas decisiones en faltas, que calentaron tontamente el duelo. Un gol anulado a Baraja por supuesta falta cuando no lo era e, incluso, podría hasta haber señalado penalti, un gol anulado a Morientes por cabezazo tras un centro de Joaquín que el colegiado señaló como ilegal porque la pelota habría salido de la línea de cal (en sus sueños, quizás, en la realidad, no) y tres fueras de juego casi consecutivas e injustas, que impidieron a Mendieta, Morientes y Luis Enrique, marcar gol, son algunas de las pruebas del partido más polémico de la historia de España.
https://www.youtube.com/watch?v=psFB6ox65HY
5: El ‘Gol extraviado’ al Dundee United – 1993
Quiero poner un toque ‘friki’ y más rebuscado, a esta lista de errores increíbles y, para ello, acudo a una jugada absolutamente increíble que se dio en Escocia. Según los registros, el goleador del Dundee United aquél año fue Paddy Connolly, con 19 tantos. Pero todos los que estaban en el estadio de Firhill en febrero de 1993, saben que, realmente, Connolly marcó 20, aunque aquél nunca fue declarado como tal.
Su duelo ante el Partick Thistle es histórico, pues con 1-0 en el marcador, un saque de esquina de Michael O'Neill desde la derecha, fue contactada en el primer poste por John Clark. En su camino, Conolly la encuentra antes de alcanzar el segundo palo y, si pensarlo, como goleador que era de área, remata con fuerza a la portería. Es gol. Claro. Concreto. Ese desvío final, impacta en la parte profunda del interior de la portería, golpeando en la madera robusta que forma la zona sobre la que se sostiene la misma (más aun en aquellas porterías de esa época) y, por tato, al golpear ahí, la pelota rápidamente sale disparada hacia fuera.
Como en cualquier gol, los futbolistas se abrazan celebrando la alegría de aquél empate e incluso uno de los defensores rivales, conscientes del gol, coge la pelota con las manos y se dispone a correr hacia el medio campo para retomar el encuentro. Todo parece lógico… menos para el árbitro. Les Mottram, les indicó que siguieran jugando. Los futbolistas del Dundee se fueron a por el colegiado demostrándole que estaba cometiendo un error, pero nada cambió: "Estaba en shock. Es uno de esos momentos que nunca olvida. Ni siquiera tiene sentido que no pudiera verlo”, sigue afirmando aun hoy, aquél delantero al que extraviaron un gol y que se ha convertido en una de las peores decisiones de arbitraje en la historia del fútbol mundial.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=119&v=xKuLtLXl7FI&feature=emb_title