Agente Libre Digital
·19 de octubre de 2024
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En el argot de las artes marciales mixtas, se dice que un peleador tiene una buena mandíbula cuando es capaz de recibir los golpes más duros sin ser noqueado. Un rasgo reservado solo para unos pocos, que los hace imbatibles y les permite permanecer en pie sin sucumbir al KO. Una característica que, curiosamente, también tiene Paulo Pezzolano.
El uruguayo ha recibido golpes de todo tipo y ha enfrentado situaciones de gran dureza, saliendo ileso de todas ellas. ¿La última? La jornada 10 contra el Deportivo Alavés.
Corría el año 2023 y Paulo Pezzolano llegaba a la casa blanquivioleta rodeado de misterio e incertidumbre. La afición del Pisuerga observaba cautelosamente la colocación de un entrenador con escasa experiencia y del que apenas encontraba referencias externas. El ascenso del Cruzeiro, el otro club de Ronaldo, y las numerosas imágenes de expulsiones y protestas del uruguayo hacia el cuerpo arbitral eran las únicas ideas que sobrevolaban Zorrilla en tiempos de caos. La destitución de Pacheta, la pésima versión ofrecida en el Santiago Bernabéu y las crecientes críticas hacia la dirección deportiva eran el caldo de cultivo perfecto para que todo explotara contra el uruguayo. Ahí es donde Pezzolano recibe su primer golpe: el de llegar a un lugar donde no se le espera, y donde se cree que no se le necesita. Con una situación de crisis y todo en contra, Paulo supera el primer envite. Siete puntos de nueve en sus primeros tres partidos en Primera División.
Pezzolano, en su presentación. Fuente: Real Valladolid.
La buena racha fue tan esperanzadora como breve. El cambio de dinámica fue un espejismo, y el Real Valladolid pasó de ganar todo a no ganar nada. Cinco partidos después, cero puntos. El pésimo juego del equipo vuelve a poner al uruguayo en el punto de mira. Segundo golpe para él. Con la tensión en la grada y la afición caliente, el Real Valladolid gana como local al FC Barcelona por tres a uno. Pezzolano sigue esquivando las balas. La victoria le da crédito para continuar hasta el final de la temporada, uno ya conocido por todos.
El equipo llega contra todo pronóstico con vida a la última jornada, pero no logra hacer ni un gol contra el Getafe. Insuficiente. Descenso.
Larin celebra el gol ante el Barcelona. Fuente: Real Valladolid
La Segunda División comienza con el descontento de la afición. La directiva decide dar continuidad al entrenador a pesar del descenso. Una mala planificación deportiva hace que el Pucela llegue a la primera jornada con tres jugadores del filial como titulares. La gravedad de la situación pone contra las cuerdas a un entrenador ya cuestionado de inicio. De nuevo, todos los focos apuntan a Pezzolano. Pues bien, victoria cómoda sobre el Real Sporting. 2 a 0. Tercer golpe superado.
Cédric celebra el gol. Fuente: Real Valladolid
Jornada 5 en la Liga Hypermotion. El Real Valladolid se sitúa en la decimoctava posición de Segunda División. Cuatro puntos en cinco partidos para un equipo cuyo objetivo es el ascenso directo. Pezzolano, señalado de nuevo. Cuarto golpe para él. La destitución parece estar cerca. Solo cinco jornadas más tarde, el Pucela encadena cinco victorias consecutivas para situarse en los puestos de play-off. Cuarto golpe superado.
Marcos André disputa un balón. Fuente: Real Valladolid
Obviando las irregularidades de la temporada que llevaron al Pucela al ascenso directo en solo dos ocasiones, y que motivaron el famoso «Pezzolano, dimisión», nos trasladamos al siguiente momento de crisis real para el entrenador. Jornada 31. El Real Valladolid pierde por dos goles a cero frente al Racing de Ferrol. El equipo está fuera de los puestos de play-off y la grada arde por el mal juego del equipo y su irregularidad. Los medios comienzan a presionar, y parece que ha llegado el momento de destituir a Pezzolano. Quinto golpe. Una derrota más podría significar el final de su etapa. De nuevo, el Real Valladolid gana en la jornada siguiente. Seis partidos más tarde, el equipo se coloca como segundo clasificado. Quinto golpe superado.
Finalmente, con la afición en contra, Pezzolano logra el ascenso.
Raul Moro celebra el ascenso. Fuente: Real Valladolid.
La afición blanquivioleta afrontaba el inicio de la campaña 2024/25 en Primera División con gran ilusión y esperanzas renovadas. Por una vez, Pezzolano se encontraba estable en su puesto, y las gradas habían dejado de lado su orgullo para darle una oportunidad. Ahora el problema volvía a ser con la directiva. El mercado de fichajes no convenció a nadie y el uruguayo tenía la responsabilidad de demostrar que la plantilla era capaz de rendir de manera adecuada. Sexto golpe para un técnico que, en el fondo, seguía generando dudas. Para sorpresa de la mayoría, el Real Valladolid vence en su primer partido ante el Espanyol con un gran rendimiento. Sexto golpe superado.
Celebración ante el RCDE Espanyol. Fuente: Real Valladolid.
Todo ello nos conduce a la jornada 10. El equipo se encuentra en una racha terrible. Cinco puntos en nueve partidos y sensaciones muy negativas. A pesar de que ya no se le considera el principal culpable, el tiempo de Pezzolano se acaba. Por la sala de prensa vuelve a revolotear la palabra «destitución». La situación va cada vez a peor y parece irreversible. Séptimo golpe. El encuentro ante el Deportivo Alavés es una final para Paulo, que ya escucha en los medios de comunicación sus posibles sustitutos. ¿El desenlace? Victoria por tres goles a uno que supone los tres primeros puntos fuera de casa. El equipo parece haber resucitado y vuelve a dar una buena imagen. Séptimo golpe superado.
Los jugadores celebran el triunfo. Fuente: Real Valladolid.
Artículo escrito por Rubén Aparicio.