[Perfiles históricos] Darío Leonardo Conca: De prescindible en River Plate a quedar en la historia de la UC | OneFootball

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Frecuencia Cruzada

·15 de septiembre de 2020

[Perfiles históricos] Darío Leonardo Conca: De prescindible en River Plate a quedar en la historia de la UC

Imagen del artículo:[Perfiles históricos] Darío Leonardo Conca: De prescindible en River Plate a quedar en la historia de la UC

Llegando como promesa del club trasandino, fue uno de los volantes creativos más vistosos de los últimos años en Católica y ayudó al club a levantar una nueva estrella nacional. Tras este éxito, escribiría varios capítulos en su carrera tanto en Sudamérica como Asia, logrando ser incluso uno de los jugadores mejores pagados del mundo. Un año después de colgar los botines, hoy te contamos la historia de aquel “10” que deslumbró acá, en Frecuencia Cruzada.

Es 1999. Se juega la séptima fecha de la Primera B Nacional entre Tigre y Deportivo Morón, siendo victoria por la cuenta mínima para los azules del norte. Sin embargo, lo interesante ese día no fue el resultado si no un cierto individuo en el once del equipo victorioso. Un volante ofensivo, un “10”: con tan solo 16 años debutaba Darío Leonardo Conca. Así empezaba su senda en el fútbol.


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Nacido en General Pacheco un 11 de mayo de 1983, Conca estuvo toda su formación juvenil y profesional en las inferiores de Tigre. Lo curioso es que aquel encuentro contra Morón, sería el único que jugaría allí, ya que sería rápidamente adquirido River Plate. Llego el año 2000 y tuvo que esperar tres años para jugar por primera vez, debutando ante Chacarita Juniors bajo la tutela de Manuel Pellegrini. Jugo dos partidos más y luego, tras asumir como nuevo técnico Leonardo Astrada, se le comunicó que era prescindible y su traspaso era inminente. Esto sumado a una grave lesión de ligamentos y la pérdida de su padre, hacían que el momento de Darío no fuera el mejor.

19 de julio del 2004. Aquel día se cerró su traspaso al punto de inflexión en su carrera deportiva: se convertía en nuevo refuerzo de Universidad Católica pedido por Jorge Pellicer. El debut se daría en la segunda fecha del Clausura 2004 contra Cobreloa, convirtiendo además su primer gol como profesional. La ovación del público hacía presagiar que el pequeño volante, encontraba un lugar donde ser feliz. Rápidamente se convirtió en una de las piezas claves y figura en el once cruzado, llegando a semifinales en ese torneo y el siguiente. Finalmente, su calidad se vio reflejada en su máxima expresión durante la obtención del título en el Clausura 2005. Equipo en el que Darío era fundamental en su funcionamiento, no solo para habilitar al “Polo” Quinteros y Eduardo Rubio, atacantes del equipo, sino que también en convertir goles. Así, ayudó al club en su camino a la final contra la U que se definió en penales. El “10” convirtió el primero para Católica y terminó por levantar el primer trofeo en su carrera, siendo muy importante y ganándose el cariño de todo el pueblo cruzado. Tras un 2006 irregular, terminaría su ciclo para marcharse a Rosario Central. En total, jugó 90 partidos y anotó 17 goles en primera división.

Su periodo con los canallas tan solo duró 13 encuentros y eventualmente volvió a partir, esta vez a Brasil para fichar por Vasco da Gama. Una buena temporada con el cuadro albinegro le alcanzó para partir a empezando así, una gran etapa junto a la escuadra tricolor. En su primer año llegaría a la final de la Copa Libertadores donde serían derrotados por Liga de Quito, mientras que el siguiente alcanzaría una nueva instancia decisiva en la Copa Sudamericana, no pudiendo ser campeón ante nuevamente el equipo ecuatoriano. En 2010 llegó uno de sus mejores momentos en su carrera, fue campeón e hizo una dupla en el medio con el portugués Deco e incluso, fue elegido el mejor jugador del Brasileirao (por encima de un chico llamado Neymar que comenzaba a romperla con Santos). Su deslumbre llamó la atención de un horizonte no muy común, pero que estaba dispuesto a ir si o si por el creativo volante del equipo brasileño.

En 2011 ficharía por el Guangzhou Evergrande de la Super Liga China, convirtiéndose en su primera aventura fuera del continente sudamericano. En tres temporadas, fue tricampeón de liga, ganó la Copa y Supercopa, la Liga de Campeones asiática, además de convertirse en el quinto jugador mejor pagado del mundo. Un ídolo total para los fanáticos en aquel lado del mundo.

En 2014 volvería a Fluminense para jugar una temporada más, pero rápidamente regresó a China para jugar esta vez por el Shanghai SIPG F.C. Lamentablemente comenzaron las lesiones, en 2016 sufre una rotura de meniscos y de ligamentos cruzados en la rodilla izquierda, por lo que decide terminar anticipadamente su temporada y es intervenido en dos ocasiones. Tras esto, vuelve nuevamente a Brasil, pero para sorpresa de todos, es adquirido en calidad de préstamo por Flamengo, el archirrival de Fluminense. Finalmente, se retiró en el Austin Bold FC de la segunda división estadounidense en abril de 2019.

Si bien fueron únicamente dos años jugando con la franja en el pecho, Darío Conca hasta el día de hoy es muy recordado por todos los fanáticos de la Católica. Un jugador que vino a Chile a buscar una nueva oportunidad, y  les demostró a todos que estaba para ganar cosas y dejar su huella a la par de su gran técnica futbolística. Lo hizo en China, lo hizo en Brasil y también, por supuesto, lo hizo en Chile. Darío Leonardo Conca, un “10” de aquellos que no se olvidan jamás.

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