La Oral Deportiva
·30 de octubre de 2024
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·30 de octubre de 2024
Foto: Ernesto Ryan/Getty Image
Con una muestra de rebeldía, de gran orgullo, de golazos y también de buen fútbol, Peñarol venció 3-1 a Botafogo en el partido semifinal de vuelta pero no le alcanzó para revertir el 5-0 sufrido una semana atrás en Río de Janeiro por lo cual el milagro de levantar un marcador ilevantable no ocurrió. La edición 2024 de la Copa Libertadores tendrá, una vez más, a dos equipos brasileños como protagonistas esta vez en el Monumental de Núñez, Buenos Aires.
Nada se le puede reprochar a Peñarol, que fue siempre al frente, consiguió un gol estando con un futbolista menos en el campo e hizo su trabajo que era ganar para limpiar la muy mala imagen dejada en la ida.
Está claro que el pasaje a la final de la Copa Libertadores se perdió en la ida y más específicamente en ocho fatídicos minutos que fueron los transcurridos entre los 50’ y los 58’, lapso en el cual Botafogo convirtió tres goles que desbarataron el estado anímico de un equipo mirasol que se vio desbordado por el festival futbolístico que dio el equipo carioca.
Si hay algo que se debe reprochar no es a Peñarol, sino a uno de sus futbolistas: Washington Aguerre. Así como el arquero fue gran responsable de haber eliminado a Flamengo por cuartos de final, fue irresponsable al hacerse expulsar en forma innecesaria con el primer tiempo terminado al pisar a su colega John cuando le fue a recriminar que había hecho tiempo. Una tontería porque lo hizo delante del árbitro, quien lo vio y correctamente le mostró la roja por una incidencia de esas en las que una persona por hacerse el vivo al final queda como bobo.
La bronca por lo ocurrido (y con su compañero) sacó un poco del partido a Peñarol, hasta que Diego Aguirre movió el banco y puso tres cambios a los 60 minutos. Eso despertó al aurinegro que, con 10 contra 11, logró el segundo gol.
Los últimos minutos fueron Baez, Avenatti y Barboza en el área, es decir con un triple 9, tirándoles pelotazos para que algo pasara. Era lo que debía hacerse y quizás ese planteamiento debió comenzar antes para tener más minutos, porque en este partido daba lo mismo ganar 4-0 como perder 8-0.
Peñarol dominó a un Botafogo que, con la diferencia de cinco goles con la que llegó, cuidó a muchos de sus titulares para la final porque sabía que sería un partido muy áspero. Consiguió su pasaje a la definición de la Copa Libertadores 2024 y habrá un nuevo duelo entre brasileños para dirimir al campeón, porque el martes a la noche Atlético Mineiro había logrado su pasaje al eliminar por un global de 3-0 a River Plate.
El aurinegro la peleó -con un Jaime Báez que tuvo su noche soñada con dos golazos y una participación muy activa- fue competitivo, ganó merecidamente pero se quedó corto. Aquellos ocho minutos fatídicos lo dejaron sin final, aunque reforzó el romance del equipo con su gente, que se quedó para aplaudir a los futbolistas como si hubieran ganado en reconocimiento a lo que hicieron en esta Libertadores 2024.
Día: 29/10/2024Hora: 21.30Estadio: Campeón del SigloTV: ESPN y Disney+Árbitro: Piero Maza (CHI)Asistentes: Claudio Córdova y Miguel Rocha (CHI)Cuarto árbitro: Fernando Véjar (CHI)VAR: José Rebolledo y Francisco Gilabert (CHI)Goles: 30′ y 65′ J. Báez (P), 88′ T. Almada (B) y 89′ F. Batista (P)Expulsado: 45’+3 W. Aguerre (P)
Muy poco se ha hablado del partido de vuelta por semifinales de la Copa Libertadores entre Peñarol y Botafogo, a disputarse este miércoles a las 21.30 en el Estadio Centenario. Por supuesto que el 5-0 de la ida en favor del equipo brasileño, resultado que parece haber sentenciado la serie ya en Río de Janeiro, tiene que ver con eso, pero también porque los hechos de violencia ocurridos hace una semana llevaron a que se tratara más todo este tema que el futbolístico.
A pedido del Ministerio del Interior, que no otorgaba garantías para los hinchas brasileños, el partido se iba a jugar sin público visitante, pero Conmebol (amparada por el reglamento) no lo aceptó y Peñarol no tuvo más opción que cambiar de escenario, ya que la Policía sí daba seguridad si era en el Centenario.
Por lo tanto Peñarol, sin la ventaja de jugar en su casa (la cual se ha convertido en una fortaleza casi inexpugnable pues solo perdió uno de los últimos 19 partidos oficiales que disputó allí y hace 9 que no le convierten) debe salir a levantar un resultado prácticamente imposible. ¿Por qué no hay mucho lugar para el optimismo? Repasemos:
Como hecho que permite ser optimista hay uno solo: Peñarol ya ganó 5-0 en esta misma edición de la Libertadores y fue en fase de grupos ante el venezolano Caracas. Claro, la exigencia del rival es notoriamente otra, más allá de que para este juego el técnico Artur Jorge guardará en el banco de suplentes a medio equipo titular, dado que algunos futbolistas tienen dos amarillas y en caso de recibir una más se perderán la eventual fina: el defensa Alexander Barboza, el mediocampista Gregore y los delanteros Luiz Henrique (la gran figura del equipo) e Igor Jesús. Tres de ellos anotaron en la ida.