La Oral Deportiva
·16 de julio de 2023
La Oral Deportiva
·16 de julio de 2023
Minutos después de que se concretara el triunfo de Fénix sobre Nacional el sábado a la noche, la cuenta oficial de Peñarol en Twitter posteó un mensaje que decía “Juntos” y una foto en la cual varios futbolistas aurinegros estaban abrazados y se leía la leyenda: “Vamos carbonero”. La institución sabía la importancia del partido que se venía y de ganarlo. Y lo hizo. Peñarol derrotó 2-1 a Boston River, retomó la punta de la Anual en la que además le sacó 4 puntos de ventaja a Nacional, pero no le sobró nada aunque, a decir verdad, jugó sus mejores 45 minutos en mucho tiempo.
Ya sin chance de acceder a la primera posición del Grupo A y por lo tanto alejado de toda posibilidad de definir el Torneo Intermedio, la gran apuesta de los dirigidos por Darío Rodríguez era recuperar la punta de la Tabla Anual que estaba en poder de Defensor Sporting luego de haberle ganado el clásico a Danubio. No importaba tanto el tanto sino conseguirlo y en ese contexto el mirasol mostró dos caras bien distintas, una en cada tiempo.
Darío Rodríguez debería pedir la grabación del primer período y pasársela cada día de la semana a sus futbolistas, porque fueron los mejores minutos que tuvo el carbonero en los últimos tiempos y quizás hasta en lo que va de la temporada. Pelota al piso, desbordes, movimientos para arrastrar marcas, sucesión de pases, remates desde afuera, definiciones precisas… Todo eso fue Peñarol en la primera mitad, acicateado desde lo anímico por la derrota sufrida por Nacional el sábado que le abría la puerta para escaparse en la Anual y por los goles de un Abel Hernández que está endemoniado; poseído por el gol. Ya ha sido dicho en otras ocasiones: él y Sebastián Rodríguez son los dos jugadores de jerarquía que ha mostrado Peñarol a lo largo de la temporada.
Dando razón al presidente Ignacio Ruglio que se negó a aceptar que se lo lleven a China para que pudiera llegar Gonzalo Carneiro, La Joya ha señalado los últimos 4 goles de Peñarol en el Uruguayo que bien pudieron ser 7, pero le anularon 3: 2 ante Danubio (uno en forma inconcebible) y otro este domingo en forma correcta. A partir del doblete de Abel en solo 11 minutos el aurinegro logró tranquilidad y manejó muy bien los tiempos del partido ante un Boston River inoperante en ofensiva y permeable en defensa. Los mirasoles debieron haber goleado en la primera mitad, pero no lo hicieron y lo terminarían sufriendo.
Para el segundo tiempo Alejandro Apud hizo dos cambios en Boston River que le dieron resultados inmediatos, porque Leandro Suhr y Mateo Torres se juntaron, le dieron velocidad en salida al equipo y pusieron en aprietos a la defensa mirasol. Y allí llegó lo que todo aurinegro temía: el gol de El Sastre.
Fue descontar Allala y aparecer la peor cara de Peñarol, porque sufrió el mismo síndrome que lo ha afectado a lo largo de la temporada: le anotan y se cae anímicamente. Paso de ser el Dr. Jekyll para convertirse en Mr. Hyde, capaz de hacer cualquier tipo de aberraciones. Se desordenó, perdió las marcas, perdió la efectividad en los pases, cayó en pelotazos y le dio la pelota al rival que estuvo a punto de empatar (lo mereció en el complemento) con un disparo de Torres que dio en la base del caño con el partido ya 2-1.
La lectura positiva es que Peñarol se demostró a sí mismo de lo que puede ser capaz, pero fue como una sinópsis en el cine, porque mostró la mejor parte en el primer tiempo y luego volvió a la normalidad en el segundo, como para dejar a los hinchas con ganas de más pero con el corazón en la boca, como ya los tiene acostumbrados.
Goles: 4′ y 11′ A. Hernández (P) y 50′ G. Allala (BR)Estadio: Campeón del SigloHora: 15.00TV: VTV Plus y Star+Árbitro: Leodán GonzálezAsistentes: Nicolás Tarán y Mathías MunizCuarto árbitro: Hernán HerasVAR: Antonio García y Santiago Fernández
Clasificación ofrecida por Sofascore
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