Pedri en el eje y Griezmann como eje | OneFootball

La goleada del Barça dejó muy buenas noticias, entre ellas la brillantez de un Griezmann cada vez más a gusto en el engranaje azulgrana.

El partido del Barcelona estuvo marcado por el conmovedor homenaje del mejor futbolista de la tierra al mejor futbolista del cielo. Sin embargo, el choque fue mucho más que una dedicatoria; ante los constantes exámenes que planteó Osasuna, el Barça obtuvo mejores notas en ataque que en cualquier otra zona del campo.

Sergi Roberto y Luis Enrique; Pedri y Koeman

Tras la marcha de Dani Alves del Barcelona, el equipo se quedó huérfano de laterales derechos. Luis Enrique, más por necesidad que por placer, situó a un interior como Sergi Roberto ahí. Y desde ese momento vio en el canterano unos síntomas de polivalencia que le fueron realmente útiles en el día a día de esa plantilla.

Algo parecido sucede esta temporada. En el mar de dudas en el que se ha ahogado a veces el nuevo proyecto del Barça, hay una certeza que destaca por encima del resto. Koeman concibe el 4-2-3-1 como prácticamente inamovible y el jugador que le permite ir amoldando al equipo en función del rival es un chaval de 18 años llamado Pedri.

El canario se empleó a fondo en una posición que va contra su naturaleza y encorseta su talento: el doble pivote. Ahí no puede recibir entre líneas ni formar asociaciones dañinas con sus compañeros más cercanos. No obstante, entendió lo que se le pedía y rompió con la horizontalidad que venía padeciendo el centro del campo ‘culé’.

La posición de Antoine Griezmann

El francés estuvo muy activo. No porque hoy estuviera con más ganas ni porque se hubiera levantado feliz, sino porque Ronald Koeman lo colocó en su mejor posición posible en un terreno de juego: la mediapunta. El francés viene pidiendo a gritos —y a entrevistas— que se le potencie para que pueda dar su mejor versión. Siempre que ha podido tener minutos de enganche ha respondido notablemente, lo que denota una relación más de causalidad que de casualidad.

Ante Osasuna aprovechó la referencia del delantero centro, que le limpiaba alguna marca, y la cercana presencia de Leo Messi, que hacía que todas las miradas —y piernas— fuesen en dirección al argentino, para ser el eje sobre el que girara el cauce ofensivo azulgrana. El príncipe estuvo menos enjaulado de lo habitual y esto desembocó en que no tardara en coronar su magnífico encuentro con un golazo de bandera.