PARTHENOPE | OneFootball

Parthenope es la nueva película de Sorrentino, además o quizá sería mejor decir por ello mismo, el nombre de Nápoles en la antigüedad. Obvia decir que el film es una auténtica maravilla, sin ser su obra maestra «La Gran Belleza», sí guardas paralelismos con la misma, mostrándonos el punto de vista de una mujer, la propia Parthenope, en vez de un hombre, Jep Gambardella, y situándose la atmósfera en una ciudad completamente distinas a Nápoles, como es Roma, con su encanto, su historia y sus particularidades, diferentes a las que puede mostrar una ciudad tan bella como decadente, como la ciudad costera del sur de Italia.

La protagonista busca que no solamente se la conozca y reconozca por su irrebatible belleza, sino también por una inteligencia que busca labrar cada día de su vida, consiguiéndolo en gran parte, pero que no puede competir con ese primer impacto que su innegable atractivo físico ofrece.

Y es duro competir contra uno mismo, que se lo digan al Barça y a su historia. Un club con una belleza innata en su fútbol pero que lucha por ser reconocido como un club con poso histórico que le permite tener un palmarés brillante que siempre puede y debe ser más, por su fútbol, sus futbolistas y su historia.

Al igual que Nápoles, a veces peca de ser un club tan brillante como decadente, con cierto carácter pesimista, donde siempre existe la sospecha de que todo puede ir a peor. Dónde cuesta inspirarse en la victoria, porque el derrotismo impera en el pensamiento del club y también, por qué no decirlo, de su afición. Siempre el «ay, ay, ay» rondando la cabeza, el pensar que el rival al final acabará ganando, el creer que «sí, jugamos bonito, pero…» al final el mayor enemigo del barcelonismo es él mismo.

Esta temporada el equipo ha comenzado como un auténtico vendaval. Juego combinativo donde las piezas tenían una movilidad excepcional, que permitían llevar el balón en ventaja al área rival con una efectivadad cara al marco rival exagerada y quizá por ello, o consecuencia de eso mismo, una presión que recordaba al mejor Barça de Pep, incluyendo una táctica del fuera de juego que nada tenía que envidiar al Milan de Sacchi. Pero han llegado las primeras derrotas y por ende, como corresponde a este club, comenzado las primeras dudas. Ahora parece que ya no podemos competir esta Liga y la Champions «ya veremos cuando llegue la hora de la verdad», de nuevo el carácter derrotista culé a escena.

Lo cierto es que se han perdido partidos inconcebibles en Montjuic, tan cierto como que se han ganado a los mayores rivales de Europa en lo que va de temporada de una manera incontestable, excepción hecha del Atleti. Comienza el año  y habrá que confirmar una de las dos teorías: o este inicio de temporada ha sido puramente un espejismo y nuestro nivel, el que indica un entrenador nuevo en el Barça y en la Liga, así como una plantilla tan justa, es tan paupérrimo como pueden indicar los resultados de ciertos partidos en este final de año, dándole la razón a los más pesimistas. O bien el nivel es el mostrado en Madrid, en Dortmund y  también en casa con el Bayern.

Si a esto le unimos ciertos problemas de lo que podríamos llamara «incompetencia institucional» o sería mejor decir, que no nos llevamos especialmente bien con ninguna de las instituciones de las competiciones en las que participamos. Pero es que, como el estudiante que lo deja todo a última hora, parece que nos gusta dar argumentos a los que nos tienen «manía».

Ojalá para este 2025 jugarnos todo sobre el cesped en igualdad de condiciones con los demás. Quizá así dejar sin argumentos a los agoreros y volver a ser ese club no solo bonito estéticamente, como Nápoles, sino sobre todo ganador. Porque recordemos un detalle importante, como decía Guardiola, «El Barça no juega bonito porque nos gusta agradar los sentidos, sino porque es el caminio más corto para la victoria que conocemos».

Feliz año a los seguidores de Rondo, que esta temporada nos dé la razón a los optimistas. Que tener el futbolista más decisivo del mundo con Lamine, el mejor centrocampista de Europa en Pedri, el mejor central joven de la última década en Cubarsí, la vuelta de Gavi, un Raphinha desatado, el canto del cisne de Lewandowski, etc.. sirva para algo, no pido más.