Parce, hora de que Gandolfi muestre toda su categoría | OneFootball

Parceros, llegó la hora de la verdad. Este jueves en El Campín, Atlético Nacional se juega la vida en los cuadrangulares frente a Independiente Santa Fe. No hay espacio para titubeos, este partido es de todo o nada. ¡El que no crea, que ni se aparezca! Acá vamos con fe, con alma y corazón, como nos lo enseñaron los grandes del Verde.

Es el momento de sacar la casta, de demostrar quiénes somos. Javier Gandolfi tiene en sus manos la oportunidad de escribir su nombre en la historia de Nacional, como el líder que encaminó a este equipo hacia la gloria cuando todo parecía cuesta arriba. ¡Vamos profe, que este grupo necesita creer y usted es quien marca el paso!

Una derrota, parce, nos dejaría con una velita prendida y esperando milagros. Pero nosotros no estamos pa’ eso, estamos pa’ ganar, pa’ meter y pa’ soñar en grande. Que Santa Fe sienta el peso de un equipo que, aunque herido, nunca se rinde. ¡Nosotros no bajamos los brazos, ni con el alma hecha trizas!

La historia de Nacional está escrita en páginas de hazañas épicas, de remontadas inolvidables, de noches mágicas donde el Verde se agrandó en las difíciles. Y este jueves es otra de esas noches. ¿Quién dijo miedo? ¡Vamos con el alma encendida y la camiseta bien puesta!

El Campín será rojo, sí, pero también se va a escuchar el grito de los nuestros que siempre están ahí, en las buenas y en las malas. Y desde Medellín, desde cada rincón del país, vamos a alentar con toda. Porque ser de Nacional no es una moda, es una pasión que arde sin descanso. ¡Y esa pasión no se apaga con nada!

Así que, parcero, prepare la camiseta, saque los amuletos, prenda las velas de la fe y póngale toda la buena vibra. Porque mientras haya un minuto por jugar, hay esperanza. Y Nacional, ese que ha hecho vibrar a millones, sabe cómo resurgir cuando todos lo dan por vencido.

¡Vamos Verde! Este jueves no es solo un partido, es una declaración de orgullo, de amor por estos colores. Es el todo por el todo y sabemos que nuestros jugadores lo sienten igual que nosotros. ¡Vamos con toda, que esta historia todavía puede tener un final feliz!