Parce, duro golpe para el Medellín en estos cuadrangulares | OneFootball

¡Mi gente, qué vuelta! En el camino del Deca siempre hay obstáculos, y esta vez nos tocó una piedrita incómoda: Jherson Mosquera, ese metelón que siempre le mete corazón, fue sancionado con dos fechas por el Comité Disciplinario del Campeonato. Todo por esa expulsión en el partido frente al Junior en Barranquilla, que, si somos sinceros, tuvo más drama que una novela de las 8.

Claro, nadie quiere perder a un jugador como Jherson en medio de los cuadrangulares, ¡y menos en estas instancias donde cada punto vale oro! Pero tranquilos, parceros, que esto no es el final del mundo. A veces el fútbol te da estos sacudones pa’ probar de qué estás hecho, y yo sé que este equipo tiene más coraje que miedo.

El profe Alejandro Restrepo, ese capo que la tiene clara, ya debe estar craneando la vuelta. Si hay alguien que sabe cómo sacarle jugo a la plantilla, es él. ¿Que falta Jherson? Pues él pondrá al que mejor encaje, al que tenga la misma hambre de gloria y la actitud de guerrero. ¡Aquí nadie se rinde, parceros!

Lo importante es no perder la fe. Porque este Medellín que estamos viendo no es cualquier parche. Es un equipo comprometido, enchufado, que sabe que cada partido es una final. Y aunque Mosquera no esté, hay otros que se van a poner la camiseta con orgullo y van a sudarla como si fuera su última guerra.

Recordemos que esto es fútbol, y en el fútbol, el que no está listo pa’ adaptarse, se queda. Aquí en el Poderoso tenemos talento de sobra, y lo más bacano: una mentalidad colectiva que enamora. Este combo va unido, no se raja, y si cae uno, se levanta el otro. Así es la familia Roja.

A Jherson solo nos queda mandarle buena energía, porque sabemos que va a volver con más fuerza. Que estas dos fechas lo llenen de gasolina mental, que cuando regrese, lo haga con el tanque full para romperla en la cancha. ¡Este man no se rinde ni con tarjeta roja!

Así que, mi gente, sigamos firmes, alentando, con la frente en alto y el corazón latiendo en rojo. ¡Esto apenas comienza! Nos caímos, sí, pero nos paramos más fuertes. Porque en Medellín, cuando uno pierde una ficha, el equipo entero se convierte en rey. ¡Vamos Poderoso, que la historia es nuestra!