America Y Ya
·18 de marzo de 2020
Para el recuerdo: América 8-2 Olimpia – Copa Libertadores

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·18 de marzo de 2020
Cuando hablamos del América en Copa Libertadores, un partido que no puede olvidar el Americanismo es aquella goleada sobre Olimpia de 8-2.
En la Copa Libertadores 2000, América tuvo que enfrentar en su grupo a clubes como Corinthians (Brasil), Liga de Quito (Ecuador) y el antes mencionado Olimpia (Paraguay).
Las Águilas, que necesitaban sumar de a tres para seguir con vida y lo hicieron aplastando a Olimpia por el contundente marcador de 8-2, un resultado que a la postre fue determinante para la clasificación a los Octavos de Final del certamen continental.
Las cosas comenzaron de la mejor manera posible en el Estadio Azteca, pues Carlos Hermosillo, cuando apenas habían transcurrido unos segundos de partido, se encargó de poner el 1-0 en lo que sería un adelanto de la fiesta de goles que se venía. Pese a la reacción de Olimpia en dos oportunidades, el América se fue al descanso con la victoria parcial de 3-2, gracias a los goles de Cuauhtémoc Blanco, con una extraordinaria definición de cabeza, y otro de Hermosillo, quien aprovechó una desatención defensiva de los centrales del Decano para marcar el tercero del local.
Ya en la segunda mitad, el partido fue lo más parecido a un monólogo. El equipo de Alfredo Tena puso todo el futbol sobre el césped del Estadio Azteca, siendo protagonista con la posesión de la pelota, llevando la iniciativa en todo momento, construyendo sociedades en campo contrario y generando ocasiones de peligro. Producto de esta superioridad, consiguió el tanto de la tranquilidad a los 62′ tras un extraordinario remate de Pavel Pardo desde lejos. Los tres puntos estaban asegurados, pero las Águilas no levantaron el pie del acelerador y fueron por más.
Casi de manera inmediata, y con un rival totalmente entregado, América logró ampliar la ventaja por medio de Cuauhtémoc, quien aprovechó un rebote para definir con una facilidad pasmosa por el primer palo del arquero. Los de Tena no dieron respiro, presionaron constantemente para recuperar la pelota y buscar un nuevo gol. Dominio absoluto del local, que no tuvo problemas para seguir ampliando la ventaja hasta que lo permitiera el tiempo. José Luis Calderón, José Salgado y una vez más Cuauhtémoc Blanco, fueron los encargados de convertir los tres goles restantes.