Paco Jémez, fútbol voraz | OneFootball

“No renuncio a nada. Se debe jugar alegre, vamos a intentar ser más valientes. Queremos que la gente que nos venga a ver se lo pase bien”. Pura declaración de intenciones que, lejos de ser un disparo de cara a la galería es una filosofía de juego, de fútbol, de vida. Así es Paco Jémez y nadie le va a descubrir a estas alturas, porque allá por donde ha pasado ha dejado esa huella marcada a fuego, imposible de borrar.

Ibiza evoca de por sí un aroma único y genuino a ese estilo positivo, desinhibido. El ecosistema se ajusta perfectamente a la personalidad de un Paco Jémez dispuesto a ser fiel a sí mismo una vez más, como siempre ha mostrado. El ataque bien entendido como prioridad, la verticalidad convertida en costumbre. El Ibiza UD ha mutado y, sin entrar en valoraciones sobre si esa transformación supone una mejoría o no en cuanto al estilo, ahora tiene la portería contraria como objetivo prioritario por encima de la protección del propio marco. De una forma simplista, esta es la explicación a la evolución propuesta por el nuevo técnico en el conjunto celeste.

Un cambio de estilo bien recibido en la plantilla

Y es que el cordobés aterrizó en la isla y no tardó demasiado en sacar conclusiones de cara a la idea que venía a implementar. Cifu dejaría de jugar de interior para regresar al lateral derecho; Juan Ibiza como indiscutible junto a David Goldar para mejorar la salida de balón o Escobar en el lateral zurdo para dotar de mayor profundidad a la banda. Por delante, un pivote de mayor peso defensivo como Diop y a su lado la mayor apuesta, la de Javi Lara en la distribución para conectar con una segunda línea en la que Bogusz, Cristian Herrera y Guerrero ofrecen asociación, movilidad, amenaza y espacios para Sergio Castel.

Javi Lara, a sus 36 años, continúa gozando de las mayores virtudes que le ha acompañado durante toda su carrera: el toque, el talento, la visión. Con tales atributos y con la experiencia que le confiere una dilatada carrera en el fútbol profesional, el cordobés suple prácticamente las demás carencias que puedan acompañarle en este momento de su carrera, como puedan ser las físicas. Quizá por ello, Jémez tuviese claro que él era su buque insignia, su extensión sobre el terreno de juego para poner en práctica la idea de su técnico. Una apuesta, a priori, sobre seguro, de mínimo riesgo dadas las cualidades de ambos protagonistas.

Fútbol voraz, mejoría inmediata

Así, Paco Jémez ha logrado instaurar en su plantilla esa voracidad que define a sus equipos. La búsqueda continua del gol, sin importar el resultado, se convierte en una seña de identidad que suele estar presente entre las características de los equipos del cordobés. Con ello, se expone más de lo habitual defensivamente, aunque a su vez obliga al rival a mantenerse en alerta permanente ante la amenaza continua del rival. Así, y si los elementos se alinean, su equipo es capaz de elevar exponencialmente su producción goleadora en fase ofensiva muy por encima de lo que ello conlleva a nivel de números defensivos.

En este caso, además, el Ibiza apenas ha recibido goles desde la llegada de un técnico cuya carta de presentación es de 13 goles a favor y 3 en contra en los tres primeros encuentros bajo la batuta de Paco Jémez, El Voraz. Tres victorias, sensaciones futbolísticas esperanzadoras y la ilusión rondando por el aire de Can Misses. Una puesta en escena inmaculada que invita al optimismo y acerca, incluso, al sueño del playoff. ¿Será capaz Jémez de ofrecer continuidad a esta dinámica? En la respuesta a esta pregunta probablemente resida el devenir personal y colectivo de un Ibiza que se estrena en el fútbol profesional y lo hace con ambición.