Pablo Laso aclara la agenda de Laporta | OneFootball

Pablo Laso aclara la agenda de Laporta | OneFootball

Icon: La Galerna

La Galerna

·20 de mayo de 2022

Pablo Laso aclara la agenda de Laporta

Imagen del artículo:Pablo Laso aclara la agenda de Laporta

Buenos días. El Real Madrid de baloncesto se plantó anoche en la Final de Belgrado tras derrotar al Barça en un partido que deja la palabra épica a la altura de la actuación de Alemania en el último Festival de Eurovisión. Esto ya no es épica, amigos. Esto es la sublimación de los valores del deporte: el talento, la primacía del colectivo, la resistencia absoluta a la mera idea de la derrota. Remontando una desventaja que llegó a ser de 13 puntos, los de Pablo Laso jugaron un segundo tiempo memorable, avasallador, batallando contra múltiples inclemencias y en última instancia superándolas todas. El orgullo que nos hace sentir esta sección está más allá de lo explicable.

Imagen del artículo:Pablo Laso aclara la agenda de Laporta

Para ilustrar la gesta, As elige una fotografía espectacular de un mate de Yabusele, un impactante contrapicado. En la foto, el balón rebota en las gónadas de Yabusón y sale propulsado en dirección al objetivo de la cámara. El instante no capta el futuro inmediato, que es el de cámara rota y fotógrafo conmocionado. La propulsión pélvica de Yabusele, amigos. Es nuestro pelvis pusher y este es su himno.


OneFootball Videos


Yabusele fue uno de los protagonistas, particularmente en un primer tiempo sublime y con un triple decisivo en la segunda parte, pero la nómina de protagonistas no acaba ahí. Poirier devastó la pintura, Causeur fue crucial en la última fase (en particular con un triple + dos puntos inmediatos tras robo de balón) y todos los demás acompañaron ejemplarmente, en particular Abalde, Deck (ese inolvidable rebote largo) y un Llull que desacredita a los críticos con varios triples y la sangre fría de anotar dos tiros libres sobrecogedores a falta de pocos segundos. Leed la crónica de Athos Dumas (dedicada a nuestro amigo José Manuel del Irish Rover) y gozadlo sin mesura.

Qué apelotantemente bonito es ser del Real Madrid, amigos. Es comulgar con una fe irredenta en la excelencia, tanto en fútbol como en baloncesto. Ser del Madrid es la jugada de la que todo el mundo habla: Poirier pierde el balón ante Laprovittola, que inicia un contragolpe fulgurante, pero Poirier es un jugador del Real Madrid, de manera que corre tras él y, en su intento de bandeja en la canasta opuesta, le coloca un tapón de padre y muy señor mío. “Perdón por la chapa”, le dijo, pero no había sido pesado en ningún momento. No habían intercambiado palabra, de hecho.

Esa jugada, queridos amigos, es el recontraputísimo Real Madrid sublimado, tanto en baloncesto como en fútbol. El Barça, por contra, y también tanto en fútbol como en baloncesto, es un castillo de naipes anímico. Llevan en la sangre de la institución una fragilidad emocional que contrasta fuertemente con el carácter irreductible de su némesis, el Real Madrid.

Pero no todas las consecuencias de la derrota culé son negativas para el club blaugrana. En un ejercicio prodigioso de aplicación del dicho “No hay mal que por bien no venga”, Sport ponía al término del partido el siguiente tuit. De verdad que nos lo ponen muy fácil.

Qué maravilla, amigos. Qué ejemplar manera de ver el vaso medio lleno. Si todos nos condujéramos por la vida con este optimismo, el mundo sería un lugar más bello. No hay que fijarse tanto en la derrota como en el hecho de que Pablo Laso —secretario mortífero— ha aclarado la agenda de Laporta, que al no ser capaz de bilocarse no iba a poder estar presente al mismo tiempo en la Final de la Euroliga de Belgrado y en la de Champions femenina de Turín. Pues chico, oye, hay que verle las ventajas a la nueva situación. A Turín, Jan, ya sin sombra de duda. Algunos de los concursantes de Eurovisión, que antes mencionábamos, siguen por allí tras la gala del sábado. Márcate esa especie de aurresku con los de Moldavia, o lávate las manitas con la serbia de la verruga. Y, ya puestos, llévate a Mirotic contigo. Los psicólogos son claros en este punto: el mejor modo de manejar la frustración de una experiencia frustrada es sustituirla por otras experiencias placenteras.

Las portadas cataculés, como era previsible, ahogan todo lo posible la derrota en baloncesto, la sepultan entre otras cositas, fichajes más o menos quiméricos y la posible renovación de Dembélé, que se ha despertado de aquella eterna siesta en un aeropuerto justo cuando acaba su contrato. Pues habrá que renovarlo, ¿no? Y lo malo es que no parece que quiera, lo que a su vez arreglaría la agenda de Laporta para el día previsto para la firma, donde también y a la misma hora se espera a Jan en la inauguración de un gimnasio en Casteldefels.

Imagen del artículo:Pablo Laso aclara la agenda de Laporta
Imagen del artículo:Pablo Laso aclara la agenda de Laporta
Imagen del artículo:Pablo Laso aclara la agenda de Laporta

En lo que respecta a Marca, divide su primera plana entre la gesta de los de Laso y el asunto Mbappé, sobre el cual a estas horas ya solo tenemos una cosa que decir: chaval, haz lo que quieras. Si vienes, será un puntazo. Si no vienes, tú te lo pierdes. Necesitas a este Real Madrid de que estamos hablando mucho más de lo que el Real Madrid te necesita a ti. Pero no te equivoques: para el error que se perfila en el horizonte, esta vez, no habría marcha atrás.

A todo esto, esta noche jugamos contra el Betis el último partido de la temporada en el Bernabéu. Es una magnífica ocasión para animar al equipo en su última prueba previa a la Final de París. También lo es para despedir a tres jugadores extraordinarios que han dado mucho y ganado mucho por el club: Marcelo, Bale e Isco. A Marcelo no sabremos si despedirle o no porque no es seguro que no siga. A Bale no sabremos si podremos despedirle porque no sabemos si jugará (¿no quiere jugar porque teme a los pitos?, ¿es infundado su miedo?). Al que seguramente sí podremos decir adiós sin reservas es a Isco. Se augura una noche extraña y agridulce.

Pasad un buen día.

Ver detalles de la publicación