Santa Fe Deportivo
·27 de octubre de 2024
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Horas después del pase del Ferroviario a la final de la Copa Argentina, en las calles santiagueñas se desató una verdadera batalla entre dos facciones a plena luz del día.
Después del histórico pase a la final de la Copa Argentina, lo que era una fiesta para Central Córdoba se tornó en dramáticas circunstancias por un enfrentamiento a tiros entre dos facciones de su barra brava, a plena luz del día por las calles de Santiago del Estero. La batalla, en el mediodía del viernes y con epicentro en la intersección de las calles Sebastián Ábalos y San Martín, dejó como saldo una menor de 14 años herida de bala en su pierna izquierda, quien de milagro está fuera de peligro.
El hecho tuvo como punto de partida una fuerte interna en el violento grupo que copa la popular del Ferroviario, liderada por Miguel Ángel «Pepo» Ovejero. Es que a la barra no habían querido alquilarle micros para viajar a San Nicolás a ver la victoria sobre Huracán el jueves, cosa que el club sí consiguió con todas las de la ley para sus socios.
«Pepo» tiene el poder del paravalanchas desde 2012, cuando cayó preso el anterior jefe Eduardo “Cata” Castillo, involucrado -y luego absuelto- en la desaparición de una persona que después apareció asesinada. Por entonces la barra se llamaba La Legión y el dominio lo tenía el barrio Aguirre, pero el actual líder tejió una alianza con la política y con la CD del club que comandaba Francisco Pesce y junto a su gente de Congreso desbancaron al otro grupo. Para dejar en claro el cambio de mando, se rebautizaron como La barra del Oeste.
Su vínculo con el oficialismo provincial fue crucial. El propio Ovejero admitió que es empleado público de la provincia y ha sumado músculo y gente en las campañas políticas del gobernador Gerardo Zamora. Desde entonces su poder creció a niveles insospechados: sin ir muy lejos, manejó a piacere entradas cuando la Selección festejó el tercer título mundial ante Curazao en el Madre de Ciudades, uno de los eventos más importantes de la historia santiagueña.
De vuelta en el presente, en la semana era vox populi una clara amenaza por parte del Pepo y sus secuaces: si no viajaba la barra, no viajaba nadie. Por eso en la previa, los del Oeste habían atacado uno de los ómnibus de la facción San Martín. Incluso mujeres, menores e hinchas con discapacidad habían sufrido golpes.
Pero al regreso, pese a la algarabía por la victoria que puso al equipo de Omar De Felippe a un paso de la próxima Copa Libertadores (espera por Boca o Vélez en la final), la situación se tornó todavía peor. La «revancha» fue con piedras, palos, armas de fuego y tumberas, que hirieron a la menor y provocaron pánico entre los vecinos. La Policía logró dispersar a los violentos. Luego se recolectaron por las calles vainas de 9mm, un plomo deformado del mismo calibre y un sinfín de cartuchos. Se realizaron diversos allanamientos, cuyo resultado fue el secuestro de elementos vinculados a la causa que lleva adelante la Brigada de Investigaciones provincial, en busca de más videos y testigos que permitan identificar a los responsables. Una violencia generalizada y extremadamente peligrosa.
Fuente TyC Sports, por Gustavo Grabia