Vermouth Deportivo
·28 de septiembre de 2024
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Osasuna vivió una histórica jornada en Pamplona: goleó por 4-2 al Barcelona con un show de Bryan Zaragoza y Ante Budimir y le sacó el invicto en La Liga. El Blaugrana no tuvo una buena noche y perdió su primer partido en la liga española a pesar del esfuerzo por nunca rendirse.
El Blaugrana sufrió las rotaciones en el rendimiento futbolístico y el Rojillo se hizo fuerte desde el primer minuto. El dueño de casa fue mejor, mostró más entrega y avisó con un remate cruzado de Jesús Areso.
Lo que vino después fue pura alegría para el local que disfrutó del show de Bryan Zaragoza. El extremo armó una buena corrida por la izquierda y le cedió con un gran centro al área el primer gol para Ante Budimir, que venció a Iñaki Peña con un cabezazo cruzado.
Zaragoza siguió con su danza futbolística y, diez minutos después, se topó con un mano a mano contra Peña e inventó un pie a pie maravilloso para definir de zurda. Una diferencia que duró hasta el entretiempo y que encontró mucho de merecimiento.
El equipo de Hansi Flick llegó al descuento en el complemento con un gol de Pau Víctor gracias a la complicidad del arquero Sergio Herrera que no puso resistencia a un remate sin fuerza del delantero culé. Barcelona tuvo su momento en el complemento pero no lo aprovechó y Osasuna no lo perdonó: Ante Budimir marcó de penal el 3-1 y empezó a sentenciar la historia a su favor.
Abel Bretones se sumó al show del elenco de Pamplona y estiró la goleada con un misil imposible para un Iñaki Peña, que tuvo buenas y malas en una jornada para el olvido. De nada sirvió el descuento de Lamine Yamal en el final: párrafo aparte para un tremendo golazo del joven delantero que clavó la pelota en el ángulo para darle esperanzas a su equipo.
El Blaugrana siguió insistiendo hasta el final y contó con un cabezazo en el palo de Ferrán Torres pero el Rojillo defendió su ventaja con uñas y dientes para una gran goleada que lo mete de lleno en los puestos europeos en La Liga. Barcelona se quedó sin invicto y sin puntaje perfecto. Lo disfrutan sus perseguidores.