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·3 de diciembre de 2021

Oriol Riera: «Cuando un club te marca, tienes que ayudar al máximo»

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Oriol Riera ha sido uno de los delanteros que más goles logró marcar en una sola temporada con Osasuna en las últimas décadas, con 13 tantos. Lamentablemente su buen hacer no pudo evitar que los navarros perdieran la categoría después de 14 años en Primera División, dando paso a uno de los peores momentos de la historia del club.

Su generosidad ayudó mucho al conjunto rojillo en un momento clave, y recordamos con él esas dos etapas en Pamplona, como fue ese descenso y muchas más cosas:

A pesar de haber estado sólo dos campañas como rojillo, la afición guarda un buen recuerdo tuyo y te tiene bastante cariño. ¿Qué se siente y qué tiene Osasuna que lo hace diferente y especial?


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Pues no sabría cómo explicarlo, yo creo que forma parte de una manera de pensar, una manera de hacer, una manera de vivir el día a día. Yo creo que es diferente a lo que te puedes encontrar en otro lado. Además mi vida, de donde vengo, ha sido muy ligada a una manera de hacer muy parecida a lo que yo me encontré en Pamplona y eso me hizo sentir muy a gusto como en casa. Que tiene esas cosas especiales, y lo vemos día a día, en el reconocimiento que tiene la afición hacia sus jugadores por el esfuerzo. La máxima ambición de esfuerzo, de tener hambre, de conseguir cosas desde el colectivo. Y eso lo hace diferente.

Y vivir el ambiente de El Sadar como local tiene que ser algo impresionante.

En muy pocos campos he sentido ese ambiente tan cercano y tan duro, incluso como visitante en otros campos no lo he vivido como tal. Tengo el recuerdo de aquel día, contra el Madrid, con la pancarta ‘Ongi etorri infernura’, con todo el recibimiento, celebrar un gol en el fondo es algo que ese ambiente te marca, te queda. Y que no necesitas una motivación extra, lo que te empuja a seguir en momentos difíciles, que los hemos tenido, es ese ambiente que se respira. Estando bien o mal, en momentos difíciles, están siempre ahí y es muy duro para los rivales. Lo he hablado con muchos compañeros, que han ido como rivales y para ellos jugar ahí no es tarea fácil.

Llegaste a Osasuna con 27 años procedente del Alcorcón tras una gran temporada con los alfareros. Desde el principio caíste de pie en el equipo por tus características y juego. Era tu momento de ‘romper’ en Primera División. Además marcaste nada menos que 13 goles en un año complicado, la segunda cifra más alta para un delantero de Osasuna en varias décadas, y sin tirar penaltis. A nivel personal supongo que muy orgulloso.

Era, yo creo, el momento perfecto para la unión. Con un Oriol más maduro, con un reconocimiento y a la vez una mejoría en los últimos años gracias a Anquela y Bordalás donde aprendí muchísimas cosas que luego me sirvieron. Y con una mentalidad preparada para asumir el reto de Primera División. Y realmente fue muy bueno lo que me encontré, mi hija mayor nació allí, desde el día uno que llegué en Sanfermines todo el mundo me ayudó, me sentí como en casa. Porqué el ambiente tanto de la ciudad como del club era muy parecido a lo que yo tenía en mi casa desde pequeño. Y ostras, aunque a nivel colectivo fue un año difícil, justo en el tramo final con ese descenso, en el que en los últimos partidos no estuvimos bien. A nivel individual fue un buen año superando récords de jugadores y delanteros muy importantes que han pasado por Osasuna y que luego han tenido una carrera muy importante también, y eso es para sentirse orgulloso.

El inicio fue malo, llegó la destitución de Mendilíbar, pero después con Javi Gracia el equipo mejoró y parecía que estaba la salvación encaminada. Hubo un 3-0 al Atlético, que fue el campeón, dejando el descenso a 7 puntos en ese momento. Pero seguido se pierden cinco partidos consecutivos. ¿Qué pasó en esa racha?

Mendilíbar era un hombre muy querido en el vestuario y ya había un ciclo de creo tres años, íbamos para el cuarto, y al final son cosas que pasan en el fútbol. Marcó una época muy bonita en un ambiente muy bueno en un vestuario y Javi Gracia vino a un vestuario con una mentalidad muy abierta de superar ese momento difícil y de intentar adaptarnos a lo que pedía para hacer las cosas mejor. Y lo hicimos porqué mejoramos, salimos del descenso e incluso en ese 3-0 contra el Atlético de Madrid en El Sadar nos plantamos en +7 puntos. Pero luego creo que se juntaron cosas extradeportivas que no ayudaron a que el equipo acabara de matar esa temporada. Una situación de +7 creo que hacía años que no se encontraba Osasuna, y luego se perdieron 5 partidos, algo impensable y eso. Yo creo que el run run de lo que iba pasando fuera era difícil, era complicado, pero bueno al final no supimos nosotros sacarlo adelante y fueron momento complicados.

En las jornadas finales, cuando no terminaban de salir las cosas y los resultados de los rivales no acompañaban, llega el empate ante el Espanyol. ¿Piensas que fue definitivo?

No, al campo del Espanyol teníamos que salir a ganar y era nuestra única solución, poder ganar en su campo. Un Espanyol que también estaba en horas bajas y que el último partido jugaban en el Bernabeu y allí podían haber sufrido muchísimo. Y sólo podíamos ganar, no había otra ambición que esa. El resultado no fue bueno, porqué aunque siguiéramos vivos ya no dependíamos tanto más de nosotros y eso creo que marcó el tramo final, ya que sabíamos que en casa el último partido lo ganaríamos seguro, estábamos completamente convencidos porqué es un todo o nada y esta plantilla estaba acostumbrada a eso. Y bueno, sacar ese empate aunque en aquel momento te sientes vivo, con esperanzas, ahora con el tiempo ves que ese empate fue insuficiente y fue poco para mantenernos en una Liga que habíamos mejorado muchísimo, que habíamos hecho cosas bien, que incluso el equipo jugaba muy bien al fútbol y que esas derrotas en el tramo final y ese penúltimo partido pues no nos dio suficiente para poder mantenernos en la máxima categoría.

Cómo se afrontó la última jornada, necesitando ganar y esperar que fallara un rival. ¿Qué sensaciones teníais?

Ese partido pues difícil, difícil porqué es una final, un todo o nada, un blanco o negro. No hay un término medio. Ya desde la semana se respiraba ese ambiente de tensión y de final, ¿no?, de esos momentos duros. Incluso el día antes a mi me costó dormir, la siesta del día ya no se hizo. No había manera, la cabeza no para de funcionar, no para de pensar en el qué pasará y sobre todo que tiene que salir bien. Y eso no es fácil de gestionar, el partido salió bien, pero bueno, a raíz del gol que marcamos que se cayó parte de la grada. Íbamos ya con un déficit de 20 ó 30 minutos y veíamos que los resultados en los campos no eran los idóneos y bueno, al final vas pasando esa segunda parte abatido. Por qué aunque juegas e intentas ganar ese partido, que lo ganamos, estas abatido ya que ves que no hay ninguna posibilidad. Vas preguntando, nada cambia, difícil, difícil, un momento muy triste, acabamos derrumbados, yo acabé en el banquillo derrumbado, se me iba en parte un pequeño sueño y es difícil de gestionar.

El amargo descenso después de 14 años coincidió con el adiós del gran capitán, de Patxi Puñal. ¿Cómo fue compartir vestuario con una leyenda así?

Patxi es único, es único. Yo aprendí un liderazgo diferente, un liderazgo desde ser el primero en todo, en el campo, incluso con la edad que tenía no paraba de correr, no paraba de entrenar. Incluso de dar consejos desde su pausa, de el diálogo, de convencer a la gente. A mi me dio la perspectiva, una manera de entender el liderazgo que pocas veces antes lo había visto. Sigo hablando con él, tengo muy buena relación. Creo que para mi, fíjate que estuve sólo un año, fue un auténtico referente. Creo que ahora mismo en el club con Oier y Roberto han cogido muchas cosas que aprendieron con él, y eso al final es patrimonio del club y ojalá siga estando allí para ayudar en esos momentos porqué creo que desde ese liderazgo puede aportar muchas cosas.

Tu salida, mirando por el club antes que por ti, no pudo ser más elegante. ¿Cómo lo gestionaste con los equipos, representante, etcétera?

No fue nada fácil, al final mi representante, mi agente, es amigo mío, vamos a una y entendíamos mi salida como una ayuda hacia el club porqué era la mía o la de Andrés para poder salvarlo. Y tenían que pagar la cláusula entera. Incluso el club tenía mi traspaso finiquitado a clubes españoles con la mitad de la cláusula de rescisión y eso entendíamos que no podía ser, que por ello me quedaba en el club donde era feliz, donde había nacido mi hija y donde estábamos bien. Si teníamos que salir era para ayudar al club que necesitaba esos 2,5M€ y así lo entendimos. Yo creo que era más un sentido de responsabilidad que otra cosa. Entendíamos que teníamos que esperar ese momento, a que llegara, estábamos hablando con clubes de Inglaterra que sí ofrecían poder pagar la cláusula. Y hasta que no encontramos una negociación que la pagaban en el momento, en el acto, que podían pagarla antes del 30 de junio para poder salvar al club, pues no se llegó a un acuerdo. Ahí también Vasiljevic ayudó a que mi fichaje no fuese por la mitad, sino por la totalidad, así lo sentíamos los dos y nada, al final es un sentido de la responsabilidad que tienes. Y eso cuando un club, un sitio, una ciudad te marca, creo que tienes que estar con esa responsabilidad y ayudar al máximo posible.

Y después regreso a Pamplona perdonando dinero. Eso te diría que casi no se ha visto ni en jugadores de aquí. ¿Eres consciente de ello?

Sí, después de la vuelta a España en el Dépor que me fichan por tres años siendo que esa temporada con el retorno de Lucas Pérez y de otro delantero se apuestan más por ellos. Y bueno, aunque el club me pide que me quede como tercer delantero creo que era el momento de volver. Siempre había vuelto a ver los partidos, tenía muchos amigos dentro y era un momento de aquellos que crees que puedes ayudar al club otra vez. Nos adaptamos económicamente a las necesidades, a lo que podía el club, el Deportivo se ofreció también a ayudarnos en ese sentido. Y bueno, creo que la vuelta fue una vuelta feliz. Estuvimos todos muy felices, vuelta a casa, vuelta a algo donde nos sentíamos muy cómodos, dentro del vestuario nos sentíamos respetados. Vuelta a algo donde yo me había sentido feliz.

Esa campaña hubo otro descenso, aunque ese se vio venir de lejos. Supongo que un año durísimo.

Aun así aquel año fue un año difícil. Yo cuando firmo tampoco me esperaba que fuera así, fue difícil, con tres entrenadores, también hay que poner las cosas en contexto. Nosotros éramos el último presupuesto con 14M€, creo que el siguiente era el Sporting con 27M€, casi el doble. Así que bueno, es muy difícil ahora mismo en Primera División luchas contra eso, si el club a nivel económico no está en una posición de poder luchar de tu a tu. En aquel momento se estaba construyendo el club, volviendo a fundarlo prácticamente de nuevo, con nuevos gestores, con gente que ha puesto lo deportivo por delante de absolutamente todo, la recuperación económica en un camino bueno y ahora mismo está en ese buen camino aunque todavía queda mucho por trazar. Pero claro, en aquel momento estábamos en ese inicio muy difícil de poder competir de tu a tu y llevábamos muchos meses viendo que realmente sería complicado y lo único que nos quedaba era luchar cada partido en casa y fuera para que nuestra gente se sintiera orgullosa, y yo creo que eso es lo que hicimos.

Te formaste en la Masía, una de las canteras más reputadas a nivel europeo, y conociste muy de cerca Tajonar, también muy prolífica. ¿Qué similitudes les ves y que piensas que se podría implantar en Tajonar de la cantera culé?

Me gustaría conocer más en profundidad como se trabaja en Tajonar, porqué estoy convencido de que se trabaja muy bien. Al final son dos canteras que prima mucho el factor humano donde los valores competitivos y los valores personales priman por delante de muchísimos otras cosas y es muy difícil entender o poder opinar sobre que se implantaría en Tajonar. Al final yo crecí con una manera de entender el fútbol única. Es decir, desde que eres pequeño hasta prácticamente el primer equipo o el filial todo el mundo jugaba de la misma manera. Y yo sí que entiendo que en una cantera de esas características todo el mundo debería tener ya no la misma estructura, sino las mismas intenciones. Yo creo que todo los clubes deberían intentar tener esos principios básicos, que cuando van subiendo de categorías intenten jugar con esas mismas intenciones. Al final más allá de estructuras, de sistema, de modelos de juego, creo que las intenciones deberían estar ahí y todas las canteras de ese calibre, de esa formación tan tan clara deberían tener esas mismas intenciones para crear jugadores únicos, diferentes al resto. Pero bueno, yo estoy seguro que ahora mismo se trabaja muy bien, Patxi Puñal ha entrado en el club, en esa faceta, y estoy seguro que se trabaja muy bien.

Cuéntanos qué haces actualmente.

Pues bueno, desde que me retiré activé el plan b. Ya llevaba muchos años queriendo ser entrenador, veía el fútbol un poco diferente, y era el momento de dar el paso. El año pasado ya estuve de segundo entrenador en el filial del Alcorcón en Tercera División, este verano llevé las sesiones AFE y bueno, ahora buscando un proyecto que se pueda adaptar a lo que busco. No cualquier proyecto, algo que me pueda apasionar, a ayudar, a dar experiencia y además me pueda sentir cómodo. Ahora mimos estoy viendo mucho fútbol, muchos entrenamientos, muchos microciclos en diferentes clubes, muchos partidos. El fin de semana hago de comentarista y analista en el programa Gol a Gol en TV3, hacemos un análisis previo y post del Barcelona y todo encaminado a ser entrenador, a ser gestor de un grupo y en eso estamos. Tratando de sentar unas bases muy fuertes para cuando uno tenga la oportunidad.

Y para terminar, los rojillos comenzaron muy bien, y ahora parecen estar atravesando un bache. ¿Cómo ves a este Osasuna, cual puede ser su techo?

La Primera División es muy muy complicada y más ahora que a nivel económico los equipos han dado un paso adelante, completamente todos. Yo veo a Osasuna bien, le veo compitiendo muy bien, creo que tiene menos puntos de los que debería. Ya le pasó las dos últimas temporadas en los que hubo momentos que tenía menos puntos de los que merecía y realmente está jugando muy bien, muy compacto, defendiendo muy juntos, atacando muy bien también. Bueno, al final son esos pequeños detalles que muchas veces te marcan, esa transición que en un momento dado no la dominas del todo bien, pero yo estoy muy tranquilo. Estoy viendo los partidos, me gusta lo que veo, al final los que nos dedicamos a eso vemos más allá del propio resultado, sino que intentamos analizar y ver que está pasando, y creo que Jagoba tiene muy claro lo que busca, lo que quiere y en ese aspecto estoy tranquilo. Tiene unos líderes muy muy claros, tiene un equipo con hambre, tiene un equipo donde se ve que hacen bien las cosas, buenos delanteros, buenos defensas, yo en ese aspecto veo un club muy mejorado, un club que va con la flechita hacia arriba y esperemos que no se quede ahí, ¿no?, que vaya el club más arriba a nivel institucional y a nivel económico. Al final, yo siempre digo que Osasuna es un club muy pequeñito del norte, y es muy difícil poder compararse con otros. Lo importante es que la gente, la afición se sienta cómoda con lo que tiene, sienta que esos jugadores representan a ese club y esos colores de la mejor manera y ahí es donde radica el objetivo final. Mas allá de si uno se clasifica por UEFA, por Champions, lo importante es estar ahí, estar entre los mejores, en Primera División, en una situación donde el club se sienta cómodo a nivel económico también. Y bueno, ojalá sea eso para muchos años porqué no es nada fácil.

*Queremos agradecer a Oriol Riera su buena predisposición y las facilidades que nos ha dado para poder realizar la entrevista.

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