Opinión | Caparrós, el traidor por Rafa García | OneFootball

Que nadie ponga en duda que somos la afición más peculiar del planeta fútbol. Ni mejores ni peores, aunque a mí me pueda parecer la mejor, nuestra afición es distinta a todas.

Vale que gran parte de nuestra afición, en otro alarde de "Quijotismo" pase por alto un gol mal anulado, un penalti que no fue ni revisado, otro que anulan en el que hay contacto sobre Peque tras el despeje, que convierte la jugada en gris y por tanto no debió entrar el VAR, un gol del Valencia fuera de tiempo y tras una clarísima falta cometida sobre Isaac, y una expulsión perdonada al Valencia en el inicio de la segunda mitad, y que el análisis de la victoria sea "si marcamos tres goles no nos tenemos que acordar del árbitro".

Vale que en ese aspecto tenga envidia del  aparato mediático que otros equipos tienen y que hacen que, por una décima parte de lo que sucedió ayer, se llenen horas y horas con debates sobre el demonio que es Cantalejo, aunque ese equipo esté entre los que mejores números sacan desde su llegada. Aquí parece que, si se dice que nos ha perjudicado un árbitro estamos saliéndonos de los parámetros de "el club de los caballeros", aunque solo seamos unos simples "Quijotes" que sirven de burla y maltrato para esos mismos que no queremos ofender.

Vale que haya un cierto sector que entienden que lo mejor que le puede pasar al Sevilla es que de un batacazo gordo para obligar a salir a los que están al mando, como si a esos mismos les importara el club como han demostrado mil veces, o por el simple motivo del "yo tenía razón".

Lo que no vi venir es que a Joaquin Caparrós, el que nunca ha dicho "no" cuando el Sevilla, su Sevilla, lo ha necesitado lo llamasen "traidor".

Que entiendo que a ti, que estabas loco por un descenso, porque el equipo no levantase cabeza, porque no hubiese nada que pudiese arrojar un poco de luz en esta época tan oscura, te haya sentado como un tiro. Pero Joaquín ha sido siempre así. Le ha dado lo mismo sentarse a cenar la semana pasada con Del Nido Benavente que acudir a la llamada del club para intentar reconducir la situación. Le ha dado lo mismo pillar el marrón y ser el director deportivo cuando nadie quería coger el cargo. Solo ha mirado por su Sevilla.

Y no pongo en duda que la directiva, la que es tan adicta a mirar RRSS y moverse al son que puedan mandar como si esas redes fuesen un medidor real del pulso de la afición, haya traído a Joaquín para tapar un poco sus miserias, como antes lo hicieron con Ramos, pero estoy convencido que ayudar y apoyar a uno de los nuestros no significa aliviar la presión que deben seguir sintiendo los okupas del palco.

Ahora tenéis dos opciones, seguir llamando traidor a Caparrós y hacer oídos sordos de su llamada de ayuda para terminar mientras antes con esta incertidumbre, seguramente encontraréis apoyos también en el otro equipo de la ciudad, o diferenciais a una directiva corrupta, a la que le haríais un favor si hicieseis una huelga de animación y no acudiese nadie al estadio, de un tío que viene aquí con toda la ilusión del mundo a ayudar ya estuviese aquí Castro, Carrasco, Benavente, los americanos o el mismísimo Osama Bin Laden dirigiendo el club.

Yo tengo claro con quién estar, con Joaquín, y contra quién estar, contra esta directiva  a la que quiero lejos de aquí y mientras antes mejor. Si tu único afán era que te diésemos la razón te la damos, pero usa el cerebro. Nada más lo uses un 1% te darás cuenta que podrás decir de todo, menos llamar a Caparrós "traidor".

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