Oklahoma City Thunder 120-109 Indiana Pacers | Jalen Williams acerca a los Thunder a la gloria | OneFootball

Tras la igualdad de los cuatro primeros encuentros, la serie volvía a Oklahoma. Jalen Williams con 40 puntos y Shai Gilgeous-Alexander con 31 puntos y 10 asistencias fueron los héroes del encuentro. Ahora los Pacers tienen la bola en su tejado. Con una desventaja de 3-2 en la serie y con Tyrese Haliburton lesionado, Indiana deberá hacer un esfuerzo titánico para sobreponerse a las dificultades y forzar un séptimo partido para lograr alzarse con el campeonato.

Jalen Williams, la explosión en el momento justo

El protagonista inesperado de la velada fue Jalen Williams, que completó su mejor partido como profesional. El escolta firmó 40 puntos con un acierto del 58% en tiros de campo, a lo que añadió seis rebotes y cuatro asistencias. Con una actuación de liderazgo ofensivo, Williams desequilibró el encuentro durante el tercer cuarto, donde anotó 18 puntos casi sin fallo.

Aunque Gilgeous-Alexander fue, como siempre, el motor del equipo (31 puntos, 10 asistencias), fue Williams quien capitalizó los espacios creados por la defensa de los Pacers, que optó por centrarse en contener al base canadiense. La estrategia de Rick Carlisle fracasó, dejando a Williams con libertades que el jugador no desaprovechó.

Jalen Williams celebra una canasta de Oklahoma | Fuente: Getty Images

Haliburton, ausente por lesión

En el otro costado, Indiana vivió su noche más difícil de la serie. Tyrese Haliburton, el eje creativo del equipo, jugó visiblemente limitado por una lesión en la pierna derecha. No anotó ni un solo tiro de campo (0/6) y finalizó con apenas 4 puntos, aunque sumó 7 rebotes y 6 asistencias. Su falta de movilidad condicionó el ataque de los Pacers, que se mostró previsible y sin ritmo durante buena parte del encuentro.

La ausencia de Haliburton como amenaza real afectó también al juego de Siakam y Turner. Aunque el ala-pívot camerunés lideró la ofensiva con 28 puntos y 6 rebotes, también acumuló seis pérdidas de balón, en parte debido a la presión defensiva ejercida por Oklahoma y a la falta de opciones fluidas a su alrededor.

Las pérdidas, factor clave en la derrota de Indiana

Una de las estadísticas más determinantes del partido fueron las 23 pérdidas de balón cometidas por Indiana. Oklahoma City convirtió esas imprecisiones en 32 puntos, capitalizando cada error con transiciones rápidas y buen aprovechamiento del perímetro.

T.J. McConnell, que había sido un revulsivo importante en el juego 3, también se mostró errático en la distribución, mientras que el banquillo de los Pacers, clave en partidos anteriores, no tuvo el mismo impacto. Bennedict Mathurin, que había brillado en el tercer encuentro, se quedó en apenas 11 puntos y no encontró continuidad en su juego.

Shai y Haliburton en pleno partido | Fuente: Kyle Philips, AP

Oklahoma sólidos en todas las líneas

Más allá de las actuaciones individuales, Oklahoma firmó un partido completo. Anotó 14 triples, protegió el rebote defensivo y repartió 27 asistencias. Además, volvió a marcar diferencias en el aspecto físico con 12 tapones, liderados por Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein, quienes se hicieron fuertes en la pintura frente a un juego interior de Indiana superado.

La defensa sobre los tiradores de los Pacers fue notable, obligándolos a buscar soluciones a media distancia, donde no encontraron eficacia. El equipo de Daigneault mostró también temple en los momentos decisivos del último cuarto, manteniendo la ventaja con inteligencia táctica y buena gestión del reloj.

A un paso del título

Con esta victoria, el Thunder se coloca 3-2 arriba en la serie y viajará a Indianápolis con la posibilidad de cerrar la eliminatoria en el Game 6, este jueves 19 de junio. La historia está de su lado: en las 51 ocasiones anteriores en las que una serie final fue empatada 2-2 y uno de los equipos ganó el quinto partido, ese equipo se consagró campeón en 42 de ellas (alrededor del 82%).

Mark Daigneault reconoció tras el partido que no hay tiempo para celebraciones. “Queda mucho por hacer. El sexto partido será probablemente el más difícil de todos”, señaló en rueda de prensa. Mientras tanto, Rick Carlisle se mostró preocupado, aunque esperanzado con la posible recuperación física de Haliburton.

Indiana jugará el sexto encuentro ante su público, en una cancha donde ya logró empatar la serie. Pero necesitará mucho más: ajustar su circulación ofensiva, recuperar a su líder, y reducir los errores no forzados. Oklahoma, por su parte, ha demostrado tener más variantes ofensivas, mayor constancia defensiva y una confianza creciente en sus jóvenes figuras.

Las Finales están cerca de definirse. El Game 6 podría marcar la consagración de una nueva dinastía o la resurrección de un equipo que ha resistido todo tipo de adversidades en estos playoffs.