North Carolina Courage, mismo éxito diferente estilo | OneFootball

North Carolina Courage sigue ganando títulos en una gloria llamada a ser inigualable bajo la firma de nuevas estrellas

Han pasado siete temporadas desde la fundación de North Carolina Courage en 2017. El tiempo que han necesitado para establecerse como la franquicia más laureada de la NWSL con siete títulos a la espalda. Atrás queda Portland Thorns que llegó a la liga en 2013. Como un déjà vu, la Challenge Cup de 2023 ha repetido campeón, estadio, e incluso protagonistas.

North Carolina cambió la víctima de Washington Spirit a Racing Louisville, pero volvió a imponerse como campeón de la Challenge Cup con un gol de Kerolin Nicoli que abría la lata. ¿La diferencia? en 2022 Kerolin era solamente una candidata, en 2023 es la estrella de Carolina. Pero en un fútbol donde cotizan superestrellas, el técnico Sean Nahas ha conseguido forjar un proyecto donde el protagonismo acapara la fuerza del colectivo. Un equipo que vivió dos temporadas de sequía tras la pandemia y que a día de hoy han quedado en anécdota.

El nombre de Denise O’Sullivan resalta por encima del resto. Llegó con la fundación del club a un proyecto de ‘galácticas’ como Jessica McDonald o Lynn Williams y ha acabado portando el brazalete con una fidelidad al escudo impropia de los tiempos que corren. Pero, ¿cómo vamos a comprender a una irlandesa que no entiende el fútbol sin el balón en su posesión? Una fuera de época y posiblemente desacorde al estilo tradicional de su país, aunque eso es otra historia y será mejor centrarnos en cómo ella y su club han convertido por partes iguales sus vitrinas en las más gloriosas de Estados Unidos.

La franquicia antecesora de North Carolina, Western New York Flash, ganó la liga en su último año de NWSL, 2016. Algo nos dice que ha acabado contagiando su ‘gen’ ganador al propio North Carolina Courage, que en 2017 ya figuraba como líder de la fase regular. Lo mejor estaba por venir porque en 2018 y 2019 fueron campeonas de liga regular y del propio play-off dejándonos dos finales para el recuerdo. La primera tumbando a Portland Thorns, en aquel momento el gigante de la NWSL con un contundente 3-0. Misma o peor medicina recibió el Chicago Red Stars de Sam Kerr y Emma Hayes al año siguiente cuando el North Carolina de Debinha, Lynn Williams, Jessica McDonald y compañía nos dejó una goleada por 4-0 en la final.

North Carolina Courage celebra el título de NWSL 2019

Así fueron los inicios carolinenses en el fútbol, un reto contra todos los procesos de adaptación y que solamente conocía de un fútbol vertical directo pero efectivo. En su estilo, la efectividad es lo único que comparte con el elenco que dirige Sean Nahas y triunfa hoy en la Challenge Cup y si, como ya sabéis, coincide también en ella, la capitana, Denise O’Sullivan.

No estaban muertas, estaban de parranda

La pandemia lo cambió todo y North Carolina Courage no fue una excepción. Las carolinenses nos engañaron con un falso final de su hegemonía después de un 2020 cayendo en cuartos de la Challenge Cup y un 2021 en el que clasificaron por la mínima a un play-off del que acabaron marchando en primera ronda. Por si no fuera poco, el pasado 2022, se quedaron fuera de play-off por primera vez en su historia. Una mezcla de emociones conjunta a la de haber ganado la Challenge Cup pocos meses atrás.

Denise O’Sullivan celebra la Challenge Cup de 2022

Kerolin Nicoli celebra la Challenge Cup de 2022

Después de reinar en sus tres primeras temporadas en NWSL, North Carolina se veía levemente desplazado de sus constantes éxitos pero como un fiel reflejo de la sociedad. Cuando la pandemia ha pasado a un segundo plano, han vuelto los títulos para un mismo bloque de jugadoras que cierra la Challenge Cup casi perfecta con una sola derrota y confirma aquello de ‘no estaban muertas, estaban de parranda’.

Nuevas estrellas, nueva era

La ‘nueva normalidad’ de North Carolina viene sin el sello de Debinha, la jugadora franquicia por antonomasia en los primeros pasos del club. A su reemplazo han acudido jugadoras como Malia Berkley, Haley Hopkins o Mille Gelj pero nada mejor que la mezcla perfecta entre dos japonesas y una brasileña, culturas opuestas enlazadas a la perfección para volver a brillar en la NWSL. De la goleadora Kerolin Nicoli a las dos ‘box to box’ recién importadas del otro lado del Pacífico, Narumi Miura y la jovencísima Manaka Matsukubo.

Las asociaciones entre Kerolin y Matsukubo nos dejan más claro que solamente hay un idioma universal y es el del balón. La futbolista carioca, Kerolin, llegó a la NWSL la temporada pasada y con solamente cuatro partidos disputados se convirtió en MVP de la Challenge Cup. Sin hablar el idioma pero con una sonrisa en el rostro acabó conquistando a toda la afición.

Un año más tarde la historia se repite ahora con Manaka Matsukubo, la que fuera elegida como jugadora de la final tras tumbar a Racing Louisville y también disputando su cuarto partido con el club, recogió el trofeo entre una sonrisa, pocas palabras pero mucho dicho sobre el campo y mucho por decir en un equipo que no quiere vivir del pasado por muy excelente que sea.

Kerolin Nicoli, la samba que maravilla Estados Unidos: A sus 23 años ya ha sido capaz de triunfar en los dos grandes continentes del fútbol, en Europa con el Madrid CFF y ahora con North Carolina echándose el equipo a la espalda casi sin esperarlo. Con 12 años fue ingresada con osteomielitis (infección del hueso) y le recomendaron no volver a practicar deporte, el resto es una historia que se escribe sobre el terreno de juego a base de carreras al espacio y regates imposibles con el sello ‘Do Brasil’.

Narumi Miura, box to box: Estábamos ciegos, me incluyo, sin abrir los ojos y focalizados en un fútbol occidental nos olvidamos del talento que sale a flote en Japón. Entre ellas, Narumi Miura. Aunque la centrocampista de 26 años ha tenido que esperar siete temporadas tras su debut como profesional para triunfar en la liga de las estrellas, nadie le ha privado de levantar hasta 10 títulos en el fútbol nipón .

Manaka Matsukubo, el descubrimiento: Quién nos iba a decir que uno de los mayores descubrimientos del tramo final de temporada, sino el mayor, no saldría del Mundial, sino de la liga japonesa. 19 años han sido suficientes para triunfar con un golazo a la altura de su fútbol y una titularidad que firma desde su primer día ahora siendo la MVP más joven en la historia de la liga.