No pudo, no supo, no quiso: Atalanta quedó eliminado en una remontada histórica de PSG | OneFootball

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·12 de agosto de 2020

No pudo, no supo, no quiso: Atalanta quedó eliminado en una remontada histórica de PSG

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Atalanta se despertó. Con un baldazo de agua fría, de una manera dolorosa pero de esas que ayudan a crecer. De esas que, bien aprehendidas, pueden ayudar a crecer aún más, o a darse cuenta de que, en algunas ocasiones, se necesita un plus. Ese que tuvo Paris Saint-Germain. Que no tendrá una mística copera para tirar al campo de juego, pero sí tiene cicatrices que le curtieron la piel. Y un poderío económico del que se alertó pero que parecía quedar en una anécdota. Hasta el final que en Bérgamo nadie querrá volver a ver.

Todo lo debatido en la previa, todo lo que se intentó explicar sobre el equipo menos conocido para quien no es habitual de la Serie A, se aplicó en la cancha desde el pitido inicial. Con el 3-6-1 dibujado meramente por el protocolo que supone ordenar a una formación cuando se confirman los nombres, el Neroazzurro decidió cubrir el campo de juego a lo ancho y no a lo largo, sino de forma compacta, para ir a la conquista del balón e imponen condiciones. Claro está, los planes de Gasperini estuvieron a una definición increíblemente defectuosa de Neymar de deshacerse en cinco minutos.


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Y fue el astro brasileño quien marcó el ritmo de los parisinos, que dejaron en evidencia la brecha de actividad, ya que apenas jugaron los 120 minutos de la final de la Copa de la Liga ante Lyon, mientras que los italianos completaron nada menos que 12 fechas de la Serie A. Así, hasta los pases más simples parecían complejos para el multicampeón francés, que llegaba un segundo tarde a cada pelota dividida. Solo Ney pudo aprovechar ciertos espacios en la última línea, pero con severos inconvenientes a la hora de la estocada final. Y fue ahí que creció la figura del Papu Gómez como armador, la potencia inagotable de Duván Zapata para pelear y la precisión de Pasalic para un zurdazo cruzado que parecía quedar en la historia grande del conjunto bergamasco.

Era para Atalanta su concierto soñado, armónico y con los principios bien en alto, comenzó a desafinar lentamente con el transcurso de la segunda mitad por dos factores: la salida del Papu, claro director de orquesta, junto al ingreso de quien empezó a correr el velo de la abismal diferencia presupuestaria: Killian Mbappé, quien no estaba al 100% de su físico pero fue totalmente imparable en cada avance de izquierda al centro.

Gasperini, especialista en leer partidos y mover piezas, esta vez falló: Muriel nunca fue una respuesta y Duván parecía solo en la línea ofensiva, cada vez más retrasada. ¿Atalanta renunció a sus principios? Tal vez sí. Aunque probablemente la respuesta está en que el dinero finalmente pesa más. El recambio de PSG fue demasiado para el sueño bergamasco, sustentado en la humildad y el trabajo, que no alcanzó para cerrar el trámite y dejó abierta la puerta para que Neymar encuentre a Marquinhos para el empate a los 89 y a los 92 a Mbappé, quien puso a Choupo-Mouting de cara al gol que desató la locura.

La historia de la Cenicienta no tuvo final feliz esta vez. Tal vez porque el fútbol no siempre es un cuento de hadas y el dinero puede más. Pero sería limitado tan solo reducir a Paris Saint-Germain a eso y olvidarse de aquella herida del Camp Nou en el 2017 o la de Old Trafford en el 2019. Esas series perdidas en los minutos finales que lo hicieron más fuerte para no darse por vencido y terminar de atropellar el sueño que llegó a donde nadie imaginaba.