Pericos Marca
·22 de marzo de 2021
No confundamos bengalas con cohetes

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·22 de marzo de 2021
Leo el artículo que publica Óscar León sobre la cuestión de la seguridad de las bengalas. Es un tema que me toca muy de cerca. Yo viví aquella trágica tarde en Sarrià, aquel 5 de marzo de 1992 en el que Guillermo Alfonso Lázaro perdió la vida. Dentro del estadio no sabíamos exactamente lo que había ocurrido, al acabar el partido y enterarnos de los hechos el mazazo fue tremendo. Especialmente para quienes, como yo, llevábamos años animando a nuestro amado Espanyol con bengalas y sin ningún percance. De repente, fruto del desconocimiento, nos convertimos en potenciales criminales cuando era materialmente imposible que con las bengalas que utilizábamos (y las que utilizaron quienes recibieron a nuestro equipo el pasado sábado) pudiésemos provocar la muerte de nadie.
Y es que el problema de base, lo que invalida el argumento de Óscar, es el asumir que lo que aquel señor lanzó era una bengala como las que utilizan los grupos de animación. No es así. Lo que llama “bengala de pesca, de las de pedir socorro” es en realidad un cohete. Las bengalas que utilizábamos en el Gol Sur de Sarrià y las que utilizaron el pasado sábado no lanzan nada: cuando se activan expulsan humo de color, pero no lanzan ningún objeto, ni a un metro ni a setenta, que es la distancia ascendente que recorrió aquel nefasto cohete. Es por ello que se pueden comprar sin ninguna restricción, porque estas bengalas es materialmente imposible que provoquen un accidente como el de aquella infausta tarde de 1992. No es de extrañar, pues, que desde hace casi 30 años no se haya repetido un accidente como aquel, porque no es lo mismo una bengala que un cohete (aunque le llames “bengala de pesca” o “bengala de socorro” y que más propiamente se designan como “balizas”).
Afirma Óscar que “Salvo Turquía, Grecia y algún otro país donde tardó un poco más, en el resto de Europa desaparecieron” las bengalas. Lo cierto es que se siguen utilizando, sin ningún problema, en Serbia, Croacia, Hungría, Polonia, Rusia… los países escandinavos, Austria e incluso en Alemania, donde en febrero de 2020 (¡qué lejos parecen aquellos tiempos pre-Covid!) los hinchas del Hamburgo fueron autorizados por la Asociación Alemana de Fútbol a hacer un recibimiento con bengalas dentro de su estadio.Creo que Óscar, y cualquier otro que tenga dudas y recelos, puede acudir la próxima vez que se organice un recibimiento con bengalas a nuestro Espanyol. Me comprometo a conseguirle una; así podrá tocar con sus propias manos y entenderá que estas bengalas no tienen nada que ver con el cohete baliza que causó la muerte de Guillermo Alfonso Lázaro.