Navarro suma más amonestaciones y lidera la defensa de Talleres bajo presión | OneFootball

Miguel Navarro, lateral izquierdo venezolano de 26 años, atraviesa un tramo de alta exigencia en la defensa de Talleres de Córdoba durante la temporada 2025. Con 13 partidos y más de 1.000 minutos disputados en la Liga Profesional Argentina, Navarro se consolidó como titular indiscutido, reflejando la confianza del cuerpo técnico en su rendimiento sostenido. Si bien su aporte no ha pasado por contribuciones ofensivas, su presencia responde a una función netamente defensiva.

En los últimos cinco encuentros, Navarro acumuló tres tarjetas amarillas, todas en partidos de peso: ante Sao Paulo el 27 de mayo, Alianza Lima el 22 de abril y Libertad Asunción el 8 de abril, convirtiéndose en el jugador con más amonestaciones del plantel en el último mes. Este ritmo de tarjetas, superior a su promedio habitual, señala un escenario de mayor presión tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores, donde Talleres ha debido ajustar su intensidad para sostenerse en la pelea.

Más allá de las amonestaciones, Navarro mantiene una regularidad que lo distingue entre los laterales de la liga. No se trata de un récord personal—ya en etapas previas, tanto en la MLS como en su paso por el fútbol venezolano, tuvo secuencias similares—pero sí llama la atención el incremento en la frecuencia de estas sanciones en el contexto actual del equipo cordobés. El lateral suele asumir duelos directos frente a extremos rivales, aumentando su exposición y el riesgo de incurrir en faltas tácticas.

La competencia interna con Blas Riveros exige que Navarro no baje su rendimiento, y pese a las amonestaciones recientes, no ha perdido su espacio como titular. Su aporte defensivo se sostiene sobre su capacidad de recuperación y solidez en el retroceso, aunque la seguidilla de tarjetas implica un llamado de atención. Las suspensiones por acumulación podrían complicar la planificación del cuerpo técnico en partidos de definición, dada su importancia como pieza fija en la estructura defensiva.

El desafío para Navarro y el grupo técnico de Talleres pasa por ajustar el margen de agresividad sin resignar presencia física ni efectividad en el uno contra uno, aspectos que han marcado el desempeño del venezolano desde su llegada al club. La gestión de su intensidad será un factor a considerar en lo que resta del semestre, con el equipo aún envuelto en competencias de alto nivel.