MuyDeFútbol
·30 de diciembre de 2024
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El Liverpool está arrollando en Inglaterra y en Europa. El conjunto de Arne Slot es líder indiscutible de la Premier y de la Champions League. El legado de Klopp ha derivado en un conjunto preparado para asaltar todas las competiciones. Detrás de un planteamiento ofensivo y letal, emerge una figura salvaje que está pidiendo a gritos ser denominado como el mejor jugador del mundo: Mohamed Salah.
No existen precedentes. Las cifras del futbolista egipcio son de videojuego. 20 goles y 17 asistencias en 26 partidos. 37 contribuciones que convierten a Salah en el jugador con mejores números del viejo continente. Nadie esperaba este nivel a principios de temporada. El extremo derecho estuvo cerca de marcharse a Arabia Saudí en el mercado de verano. Ahora se sueña con una renovación «aún lejana», según el futbolista.
Celebración de Mohamed Salah en un gol. Fuente: LFC Vía: X
Todos los que siguen al Liverpool desde años saben que Mohamed Salah es un futbolista total. Sin embargo, su faceta como asistente siempre estuvo dentro de lo esperado. Pero este año está siendo algo diferente. El extremo egipcio ha cambiado su forma de jugar para seguir siendo un goleador nato y, además, colaborar más que nunca en el juego combinativo del equipo. Ya acumula más asistencias en liga a mediados de año (13) que en toda la temporada pasada (10).
Es innegable que la figura de Slot es fundamental para encontrar al mejor Salah. El equipo arrolla a sus rivales y la presión tras pérdida resulta asfixiante. Las posesiones del Liverpool son rápidas y verticales, lo que convierte al egipcio en un jugador con espacios y tiempo para pensar. Es el cóctel perfecto para que el faraón rompa las defensas rivales partido tras partido.
Con este ritmo de juego, el extremo derecho de Anfield ha conseguido consagrarse y cerrar el año como el mejor jugador del mundo. Queda la parte más dura de la temporada, pero todo parece indicar que el Liverpool va a dar mucha guerra. La Premier es una obsesión desde hace años, y Mohamed Salah la quiere como nadie.
Escrito por Pablo Almohalla.