Misa central en Caacupé con destaque para la Albirroja | OneFootball

La increíble remontada de la selección paraguaya de fútbol fue objeto de destaque y ejemplo durante la homilía central en Caacupé.

“La esperanza es una fuerza, a veces dormida, que nos lleva a esperar algo mejor de nosotros mismos y del otro, no importa que hayamos fracasado en el intento, una y otra vez. Siempre esperamos algo mejor, esperamos la superación del mal; esperamos en la justicia, en la misericordia, esperamos la paz”, así arrancó Ricardo Valenzuela su Carta al Pueblo en la jornada más especial para los creyentes católicos del país.

En este sentido, el Obispo de la Villa Serrana se preguntó si “¿Acaso no teníamos perdida la esperanza de concurrir al próximo Mundial del Fútbol?”, pero “de pronto se despertó en todos nosotros esa esperanza de ver y sentir a nuestra Albirroja compitiendo entre los mejores del mundo”.

El obispo insistió en que “esa esperanza nació de repente en el mismo equipo que venía sufriendo sucesivas derrotas”, y para “ello primaron de manera primordial las brillantes condiciones de liderazgo de un nuevo técnico, la esencia de esa fuerza que irradia esperanza en los demás”.

“(La esperanza) estuvo apagada en el alma de cada uno de los jugadores, hasta que llegó alguien a volver a encender la chispa; ¡y así brilló la esperanza!”, apuntó sobre el efecto de Gustavo Alfaro en el plantel.

Valenzuela explicó que gracias al poder del convencimiento, y de la fe puesta en las capacidades propias, “ahora estamos encaminados a la posibilidad cierta de una clasificación segura”.

“Estamos en el camino de nuevo y con la ayuda de Dios y la Virgencita de Caacupé se convertirá en el sueño legítimo de que algo bueno y hermoso ocurrirá en el futuro”, sentenció.