El Rincón de la Real
·9 de febrero de 2021
Mikel Recalde: “El problema del periodismo deportivo de este país es la gallina de los huevos de oro”

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·9 de febrero de 2021
No son tiempos fáciles para el periodismo deportivo. El pasado 1 de enero, la prensa deportiva vasca sufrió un duro golpe con la reducción de plantilla de las ediciones de Bizkaia y Gipuzkoa de Mundo Deportivo, dejando a muchísimos profesionales sin trabajo y un hueco enorme de información para el lector.
El mundo de la prensa deportiva está inmerso en una crisis que tiene dos frentes. El primero, el de calidad, está marcado por el declive de gran parte de la prensa a la hora de abordar la información con imparcialidad. Los grandes medios nacionales no tratan a todos los equipos por igual, y acaparan todo el eje de la información Barcelona, Madrid y Atlético. Por la otra banda, el económico, está acabando poco a poco con los diarios locales, que a su vez son los que compensan esa falta de equitatividad de los medios nacionales, lo que está creando un agujero bastante hondo.
El Noticias de Gipuzkoa (NDG) sigue siendo uno de los últimos bastiones que resisten a ambos frentes. Allí, Mikel Recalde escribe desde hace más de quince años sobre toda la actualidad de la Real Sociedad. Se podría hasta decir que la Real no juega si Recalde no escribe el ‘A por ellos’, la previa de la jornada. Leerla es parte de los rituales de calentamiento prepartido de muchos realzales, mientras toman el café de la mañana esperando a la hora del pitido inicial del encuentro.
Recalde conoce muy bien el periodismo deportivo, local y nacional. Tras licenciarse en la universidad San Pablo – CEU en 1999, estuvo en el Diario AS como redactor de la Selección Española y del Real Madrid entre otros. “El problema de este país es la gallina de los huevos de oro”, señala Mikel, en referencia al trinomio Barça – Madrid – Atlético. “La diferencia entre la prensa nacional y la local reside en el tipo de público. En NDG el lector prototipo es un aficionado de la Real, pero siempre se intenta escribir con total imparcialidad, que es lo que me han enseñado desde pequeño. Si es penalti, se dice que es penalti. Es cierto que es una visión más localista comparada con los medios nacionales, porque en estos hay que tener mucho cuidado con la imparcialidad, porque te leen de todos los equipos, pero también claro, hay excepciones”, afirma Mikel. Por lo general, el resto de los equipos en ninguneado en los medios dominantes, y uno de los verdaderos ejemplos para Recalde, es “el menosprecio que sufre el Espanyol en la prensa catalana”. Y la Real, por supuesto, también.
La poca equitatividad y la imparcialidad que marca la agenda actual de la prensa deportiva es gran parte de la crisis de calidad del periodismo actual, aunque este problema venga de largo. Pero otro de los graves problemas de la prensa deportiva es el actual consumismo del sensacionalismo frente al contenido de calidad. “El periodismo está muy mal. Muy mal. Está a la baja en productos con una muy baja calidad. Ahora mismo triunfa la bronca y la controversia, y se han perdido muchos filtros de calidad. Antes, para dar una noticia, había que contrastar y confirmar muchísimo antes de publicarla, pero ahora manda la instantaneidad y eso provoca errores”, señala Recalde. Lo cierto es que actualmente vende mucho más la polémica que el análisis. El periodismo se rige por el juego de la oferta y la demanda, y la información ha pasado de ser un producto de alta calidad a comida rápida.
“Vamos en la dirección de que solo haya un medio, y el resto se vayan muriendo. El papel no tiene futuro y se está intentando reinventar a través de otras plataformas, pero ni nosotros mismos sabemos hacia dónde vamos. De aquí a 10 años va a cambiar todo”, sentencia Recalde. El mundo de la información se planta en un presente gris y un futuro incierto. La crisis de calidad deportiva no es ni una décima parte de la crisis económica actual, que cada vez, como hemos visto con Mundo Deportivo, deja a más profesionales en la calle, y menos hueco para los que llegamos a este mundo. La frase de Recalde es clara: “Ni loco recomiendo a nadie que se meta a estudiar esta profesión”.
Pero entre tanta tiniebla aún sobrevive un haz de luz. A Recalde se le puede dibujar hasta la sonrisa cuando habla de la Real: “Es un sueño. Me siento casi como los futbolistas”. En el año 2005, Recalde se encontraba trabajando en Madrid cuando le llamaron para cubrir la información de la Real y no dudó ni un solo momento. “Todos estos años he disfrutado muchísimo viajando con la Real a todos los estadios de primera división. Me siento muy afortunado por toda la carrera que he podido llevar”, confirma Mikel, aunque señala que lo que realmente le hubiese gustado es jugar en la Real. “Si algún día hay 5.000 bajas, que me llamen”.
Recalde recuerda como de pequeño soñaba con parecerse a su vecino, Eduardo Ortuzar, periodista del Deia. Y de la misma manera, muchos soñamos con llegar a ser algún día como él, o como grandes periodistas como Txema Oliden, Kike Marín, Oscar Badallo, y otros tantos profesionales, que cada día velan por el periodismo de calidad, con rigurosidad, con vocación, y sobre todo con pasión. El periodismo pasa por la cuerda floja en todos los sentidos, y vive cambios y adaptaciones prácticamente diarias. Pero que sea con la ilusión, las ganas de informar y la profesionalidad de los periodistas locales la que heredemos los que llegamos a este mundo y las que mantengan esta profesión a flote. Pongamos paracaídas a esta caída libre.