Messi haciendo de Messi y Frenkie de todo | OneFootball

El Barça goleó 0-4 al Athletic en la final de Copa 20-21 con goles de Griezmann, De Jong y Messi gracias a una sobresaliente actuación blaugrana y a una decepcionante participación bilbaína.

Sin ayudas pero con exigencias, Ronald Koeman tenía el gran deber de hacer de un equipo que justo acababa de nacer un equipo campeón. En su primera intentona, justo unos días después de que empezara a funcionar el engranaje ‘culé’, se topó en la Supercopa de enero con otro proyecto aún más nuevo como el Athletic de Marcelino. De igual manera que en otros grandes partidos, ese Barça todavía pecaba de no saber competir en grandes citas con la reciente mezcla de jugadores veteranos y jóvenes que albergaba. Sin embargo, en la segunda final de la era Koeman el Barça revirtió esa mala dinámica para volver a jugar como los mejores.

El vestido de Messi en finales

Tras venir de unas últimas finales en las que no fue nada decisivo, Leo Messi volvió a los escenarios donde se deciden los títulos a lo grande. Se vistió de jugador trascendental para influir en prácticamente todas las jugadas de ataque del Barça, lo cual, si no significa directamente la victoria para el conjunto blaugrana, sí le hace acercarse al triunfo de forma casi tramposa.

Sin la referencia por delante de Ousmane Dembélé, Messi y Griezmann se intercambiaron posiciones para despistar a la defensa del Athletic. En esas fluctuaciones, el argentino pudo mostrar su mejor versión tanto pasadora, con magníficas asistencias a sus compañeros, como definidora, exhibiendo disparo y destapando el tarro de las esencias con un gol más propio de jugadas del FIFA que de la vida real.

De Jong exultando físico

Mientras tanto, el dominio físico y técnico de Frenkie De Jong fue insultantemente emocionante. El neerlandés comprendió que su rol como líbero pasó a mejor vida y volvió a mandar en el interior derecho a partir de la posición, colocación, rapidez, agilidad mental y peligrosas apariciones en ataque, sorprendentemente por casi todo el frente de ataque, llegando a marcar gol como un delantero centro y a dar un par de asistencias como un extremo derecho.

En líneas generales, Koeman no solo potenció su dispositivo colectivo ante un apagado y flojo Athletic, sino que potenció por encima de todo las individualidades. El Barça logró que, gracias a su talento, Messi hiciera de Messi y, gracias a su físico, Frenkie hiciera de todo. Y así se fraguó la conquista de la Copa 20-21.