Messi condenó al Nápoles con un gol de otro planeta... ¡Entre seis defensas! | OneFootball

Leo Messi empezó el partido especialmente motivado contra el Nápoles, y se vio no sólo en el grado de intensidad que mostró en cada jugada, sino también en sus dosis de genialidad. Y es que, en el minuto 23 de partido, el astro rosarino puso el 2-0 en el marcador merced a una jugada de pillería, fe y talento.

Rodeado de seis adversarios, inició una carrera desde la banda derecha hacia el interior del área, con eslalons y una breve caída incluida. Se levantó rápido, siguió regateando y, cayéndose al piso, se sacó de la chistera un disparo potente y con rosca que batió a Ospina. De esta forma, Leo Messi sumó una nueva víctima a su larga lista de clubes a los que ha marcado al menos una diana.

Era la segunda vez que jugaba ante el Nápoles. En el partido de ida de octavos ya estuvo a punto de ver portería en San Paolo, pero fue este sábado en el Camp Nou cuando logró beneficiar al conjunto culé con su pólvora. Para ello tuvo que superar a Fabián Ruiz y Zielinski a trompicones y, de rebote, anticiparse a Manolas antes de batir a Ospina con un golazo.

Otro gol más de Leo Messi en la ronda de octavos de final de la Champions League, que se le da especialmente bien (es la fase en la que más tantos ha marcado en la Copa de Europa). Tercer gol de Messi en la presente edición del campeonato europeo, y podría haber habido un cuarto gol si el árbitro, Cüneyt Çakir, no hubiese anulado un golazo del argentino por un dudoso control con la mano.

Los goles de Messi, esenciales para el Barça

Sea como sea, Messi suma y sigue y deja claro con sus actos lo que ya dijo hace unos días, cuando aseguró que él y el resto de sus compañeros se dejarían la piel por llegar lo más lejos posible esta temporada en Champions League y, si es posible, alzarse con el título.

Antes del gol de este sábado ante el Nápoles, Messi ya había visto portería en Praga en la victoria ante el Slavia, y también en el compromiso del Camp Nou ante el Borussia de Dortmund, cuando el Barça certificó matemáticamente el pase a octavos de final. Ahora, después de la victoria obtenida ante el Nápoles, los culés ya saben que estarán presentes en la final a ocho de Lisboa.