OneFootball
leocabrera·22 de septiembre de 2022
In partnership with
Yahoo sportsOneFootball
leocabrera·22 de septiembre de 2022
El volante ofensivo de Peñarol es pieza fija en el esquema titular que ha manejado Leo Ramos desde su regreso a Peñarol. Y Méndez ha respondido con algunas buenas actuaciones y de las otras, como casi todos en esta temporada. Él reconoce que el nivel de juego del equipo está todavía lejos de ser lo que esperan.
El Nº10 carbonero habló con el programa Hora 25 (Radio Oriental) y apuntó a los objetivos que le quedan al equipo esta temporada: «Nuestro objetivo es ir partido a partido, siempre intentando en cada fin de semana llevarnos los puntos. Se nos han alejado de las dos tablas. Somos conscientes de que debemos mejorar, ir paso a paso, no mirar demasiado hacia adelante porque quizás eso nos juegue en contra».
Méndez se refirió también a lo difícil que se le está haciendo a Peñarol romper el cerrojo defensivo de equipos que llegan al Campeón del Siglo con líneas muy cerradas: «El fútbol uruguayo es muy parejo, si bien siempre se piensa que porque el grande tiene que salir a jugar y que los partidos se van a abrir enseguida, hay equipos que se te meten atrás, que plantean un buen partido, que estudian a los rivales y siempre es difícil».
Respecto del 3-1 ante Cerrito, Méndez apuntó que «no supimos manejar la ansiedad del gol del empate y nos jugó en contra a la hora de jugar, de asociarnos, de generar algunas situaciones. Lo importante es el resultado, muchas veces se ha dado de jugar bien y no llegar al resultado. Lo pudimos ganar, pero desde el punto de vista del juego y del funcionamiento del equipo, somos conscientes de que todavía estamos lejos».
Kevin habló también de su sociedad con Brian Lozano y de una característica que comparten y que a veces les complica la cabeza, su «desesperación por tocar la pelota (…) que quizás no tienen otros extremos. Nos gusta ir hacia el medio a asociarnos y recibir pelotas adentro, así poder girar, intentar filtrar un pase o gambetear». Para el Nº10, esto genera que cuando la pelota no les llega tienden a bajar demasiado metros en la cancha, por lo que al recibirla se encuentran muy lejos de su zona de influencia.
«Hay que saber cuándo conducir, cuándo jugar a un toque, cuándo hacerlo a dos y ensamblar eso con los compañeros. Si sabés que tal jugador tiene tales características, conocerse permite involucrarte. En mi caso, sé que si tengo al ‘Huevo’ al lado, no lo busco tanto en profundidad como sí haría con Ignacio Laquintana, que tiene explosión, es su fuerte. Es real que dentro de la cancha y jugando el partido uno tiene que tomar decisiones a milésimas de segundo y ahí es donde nos equivocamos. Cuanto menos nos equivocamos en la toma de decisiones, más lejos va a llegar el equipo», concluyó.