Mbappé acaricia la Bota de Oro | OneFootball

Sin títulos colectivos, el francés quiere cerrar bocas con un premio que lo pondría por encima de todos. Pero en Inglaterra, todavía no se rinden.

El último partido de LaLiga en el Bernabéu no será solo una despedida. Será un juicio final. No hay trofeos en juego, pero sí un título que obsesiona. Y el gran protagonista no está dispuesto a dejarlo escapar.

Carlo Ancelotti se marcha, sí. Pero todas las miradas apuntarán a otro lado. A un jugador que, pese a todo, quiere cerrar su primer año en el Real Madrid por todo lo alto. Y no con un trofeo de equipo, sino con una corona individual.

Con 29 goles, Kylian Mbappé ya ha asegurado el Pichichi. Le ha ganado la carrera a Lewandowski, que se quedó en 25. Pero su objetivo va más allá. No le vale con ser el mejor de España. Quiere ser el mejor de Europa.

Solo hay un obstáculo: Viktor Gyökeres, que suma medio punto más en la lucha por la Bota de Oro. Y otro que acecha: Mohamed Salah, con 28 goles y dos partidos por delante. El margen es mínimo. Cada gol cuenta. Cada fallo, también.

El francés ya dejó claro su deseo ante el Sevilla. Marcó un golazo, pero se marchó frustrado. Sabía que había perdido una oportunidad de oro. Ahora, frente a la Real Sociedad, tendrá una última bala.

Con 41 tantos en todas las competiciones, está firmando su temporada más explosiva. Ni en su mejor año en el PSG alcanzó este nivel. A solo tres goles de su récord personal, aún tiene el Mundial de Clubes como colofón.

El Bernabéu lo sabe. Y lo empujará. Puede que no haya títulos colectivos. Pero si se lleva la Bota de Oro, pocos podrán discutir que este año ha sido suyo. Porque cuando no se gana como equipo, se conquista como leyenda.

Y en eso, Mbappé va muy en serio.