Más allá de la ficción en Ámsterdam | OneFootball

Un gol en propia a escasos minutos del final desató la locura en Ámsterdam con la clasificación del Ajax a cuartos de final en el grupo de la muerte

Cómo puede cambiar en todo en solo un segundo. Si no que se lo digan al Ajax, que consiguió clasificar por primera vez a los cuartos de final de la Champions League. El Johan Cruyff Arena fue testigo de una gesta histórica para el club, y es que emparejado en el grupo de la muerte con PSG, Bayern y Roma, el cuadro de Ámsterdam cerraba la fase de grupos batiendo a las transalpinas y coliderando junto a las parisinas. Un final de película para el que a priori era el equipo más vulnerable durante una noche larga y repleta de giros de guiones. De los siete cambios en los marcadores, el Ajax vivió por momentos eliminado, incluso llegó a estar en la primera posición, pero, finalmente, terminaba de la misma forma en que habían empezado. O mejor. Clasificadas y con una sonrisa de oreja a oreja.

Y es que mientras Ajax se veía las caras ante la Roma, a varios kilómetros al este, el Bayern tenía la difícil misión de batir al PSG. Un duelo que condicionó durante varios minutos al equipo de Suzanne Bakker, y es que, a cada gol, la clasificación se veía modificada, dejando de depender de ellas mismas por momentos. Sin embargo, el Ajax debía hacer su propio partido. Por delante una Roma en peor situación. Colista y obligada a ganar. Eso sí, de reojo viendo si el Bayern era capaz de imponerse a las francesas. Y de hecho así iniciaba el partido, con gol de Elisa Bartoli a la media de juego para adelantar a las lobas. Empezaba el baile en la clasificación.

Alegría en Italia, que en breves se desvaneció, y es que el talento de Giulia Gwinn hacía insuficiente el triunfo romano. Cerca estuvo la Roma de ampliar distancias, pero se igualó la contienda en Ámsterdam con un gran gol de Tiny Hoekstra a pase de Lily Yohannes, sin duda la gran protagonista de la noche. Dieciséis años y un control periférico de lo que ocurría sobre el césped. Clave para el Ajax en cada transición ofensiva y generosa en el esfuerzo defensiva. Su físico se impuso al centro del campo de la Roma, que lo intentó con más corazón que cabeza. Fue en el segundo tiempo cuando las neerlandesas dominaron, pero la ventaja del Bayern las deja permanentemente fuera.

Pero ya lo hemos dicho, de un segundo a otro el futuro podía cambiar. Y así lo hizo el tanto del empate de Tabitha Chawinga para el PSG, que devolvía todo a la casilla de salida. Sin embargo, el clímax estaba por llegar. Dos minutos después, Sydney Lohmann adelantaba nuevamente al Bayern, dejando al Ajax con la obligación de marcar. Y cuanto menos lo parecía, en un córner botado por la capitana, Sherida Spitse, la cabeza de Zara Kramzar desvió la trayectoria e introdujo el balón al fondo de la red. Estallaba el estadio, el PSG estaba fuera por momento y a la Roma ya no le quedaban opciones. Un 2-1 que se mantuvo hasta el pitido final. Mismo resultado que en Alemania, pero también en propia puerta, Georgia Stanway dejaba al Bayern eliminado en favor de las parisinas.

Cinco minutos de descuento en los que se anuló un gol en claro fuera de juego de Damnjanovic que dejaba fuera al PSG. Catarsis para el Bayern, que dejaba la Champions sin equipos alemanes. Crucial empate para el equipo francés tras una temporada deslucida. Pero nada más lejos de la realidad. Las verdaderas campeonas de la noche estaban en Ámsterdam. Celebrando su histórica clasificación y dejando al lado la ficción. Porque antes de la primera jornada, pocos hubiesen creído que este Ajax podría hacerse hueco en la Champions. En un equipo repleto de futbolistas jóvenes y con solo cinco experiencias en el fútbol europeo. Pero lo cierto es que han hecho del Johan Cruyff un fortín, demostrando que de nada sirven los coeficientes y las cavilaciones. Esa es la verdadera ficción.