Un 10 Puro
·21 de septiembre de 2021
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·21 de septiembre de 2021
El Manchester City regresaba a su estadio para tomar el primer encuentro de la campaña de la Carabao Cup. Cabe recordar que, el City al jugar competiciones europeas, iniciaba su rodaje en la Copa hasta esta semana. Los de Pep querían recomponerse del amargo partido ante el Southampton donde no pudieron pasar del cero en su cuenta. El Wycombe llegaba con la esperanza de dar la sorpresa; los de Ainsworth asaltaban al gigante inglés con lo mejor de sus filas. El ManCity alternaba un cuadro híbrido para la noche con muchos juveniles, pero con armas importantes como De Bruyne y Foden en ataque.
El partido inició con lo predecible, los de Guardiola con el total dominio del partido y dando mucho juego con los juveniles. El Wycombe esperaban al campeón de la Premier en su campo y por momentos, buscaban a Akinfenwa con balones largos. Guardiola jugaba con hombres importantes arriba cómo Foden, De Bruyne y Mahrez, esto para darles mayor rodaje debido a que salían de lesiones. El Wycombe seguía sin generar peligro, además no habían creado ni una sola sucesión de más de tres pases seguidos. La estrategia de The Chairboys era que Akinfenwa ganar la larga por medio de su explosividad.
El Manchester City era más en el encuentro y asediaban el arco rival, pero no lograban abrir el marcador ante una defensa que estaba muy sólida atrás. El Wycombe iniciaba a responder, Obita remató al arco, pero Steffen reaccionó sacando el balón a la esquina. La sorpresa llegó a los 20 minutos, el Wycombe marcó en córner donde en una jugada en el área chica finalizando con el gol de la visita. Los de Pep se estaban llevando la sorpresa de la noche, perdiendo ante el equipo de la tercera división, que en el papel, era más modesto que el local. El City empezaba a ser más incisivo en ataque, ahora que tenía obligación de marcar.
La calma regresó al Etihad, una excelsa contra de Foden finalizó con un disparo cruzado de De Bruyne, quien venció al portero para poner la igualdad nuevamente en el marcador. Ahora, la tónica volvía a ser la misma que la del inicio del partido; el juego era total en el campo de los que hoy vestían de blanco y rojo. Los locales estaban teniendo mayores complicaciones de lo esperado para afrontar el partido. Luego del gol, el Wycombe se tumbó hacia atrás y se mantenían esperando al rival en su propio campo, amparando a jugar por medio del contragolpe.
El partido transcurría casi que en un ciclo normal, los de Pep rotaban la pelota por todo el campo, pero no quebraban el muro defensivo de los de Ainsworth. La visita jugaba un partido inteligente, manejando los tiempos del partido y sabiendo cuando atacar. Los de Ainsworth aguantaban el juego vertical del City, pero con mucho orden e inteligencia defensiva atrás. La lógica llegó de nuevo, el Manchester City marcó de nuevo por medio de un centro retrasado que encontró a un Mahrez que remató de primera, poniendo el segundo de la noche. El tercer gol llegó para el ManCity, Foden sacó un zurdazo potente desde fuera del área, finalizando así el primer tiempo con un 3-1 parcial.
El segundo tiempo inició con menos frenesí de lo que acabó la primera mitad, el City le puso calma al partido y buscaba tener más manejo del encuentro, que ir directo al gol. Los de Ainsworth mantenían su idea de juego de esperar al rival en 3/4 de cancha para atrás. Los de Pep reconocían sus fortalezas colectivas e imponían su dominio en todas las líneas de la cancha. El juego de los de Pep pasaba en su mayoría por De Bruyne y Foden, además los juveniles trataban de integrarse en todas las jugadas dándose a mostrar ante el público en Manchester. El Manchester City era el dominador del juego, mientras que el Wycombe se había quedado falto de ideas para contrarrestar el domino celeste.
Los locales pasaban largos tramos del partido sin ceder el balón a la visita, los de Pep jugaban en todos las partes del partido. De Bruyne, Mahrez y Foden eran de los más participativos, buscando siempre a Sterling en ataque. El City llegaba a última zona del campo, pero era donde la presión rival era más latente para evitar que los celestes dispararan de lejos. El Wycombe se volvió más ofensivo ingresando a Sam Vokes, pero sacando a Akinfenwa restando la fuera al ataque, pero buscaban causar estragos con el ingreso del delantero galés. La tónica del partido se mantenía de la misma forma y en el ecuador de la segunda parte, parecía que el Manchester City estaba cómodo con el resultado.
El dominio ciudadano se reflejó de nuevo en el marcador, Ferrán Torres puso el cuarto en la cuenta de los locales para casi finiquitar el partido. Luego del gol, Ferrán fue sustituido para el ingreso del juvenil Palmer. Sterling había puesto un quinto en la cuenta de los de Guardiola, pero el gol de invalidó debido a que el inglés estaba en fuera de juego. El partido mantenía calmado y con la sensación que el Manchester City había afrontado el partido sin mayores problemas, pero sufrió al principio. Los de Ainsworth, habían batallado con sus herramientas en la primera parte, pero no fue suficiente ante el Manchester.
El quinto para los celeste llegó de nuevo por medio de Mahrez, los de Guardiola firmaban una mano de goles ante un rival que se había disipado por completo en la segunda mitad. EL Wycombe había iniciado con una idea de juego clara, pero ante la lógica superioridad de los locales hizo que ese ímpetu del inicio se fuera desvaneciendo. El juego, set y partido para el Manchester City llegó por medio de una magnífica jugada individual de Palmer. El joven jugador marcó su primer gol con el primer equipo y así cerró el partido. El City ganó cómodamente ante un rival que luchó, pero al final, no pudo ante el dominio de los de Pep.