
La Galerna
·7 de agosto de 2025
¿Mal el Madrid?

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·7 de agosto de 2025
Oteando uno el horizonte, haciéndose visera con una mano y un estenopeico con la otra para contemplar el panorama general de los dos principales clubes españoles, cuesta dilucidar los motivos que expliquen cómo es posible que el más criticado por su propia afición no sea el que actualmente se encuentra sin poder inscribir a sus flamantes fichajes, ha entrado en una guerra institucional con su portero y capitán (precisamente para poder realizar una de estas inscripciones aprovechando su lesión) o viene de hacer un ridículo espantoso al fracasar en el fichaje de Nico Williams. No, no es ese el equipo más criticado por su propia afición, sino aquel que se ha reforzado como requería la temporada pasada, vive en un estado de armonía institucional y empieza un proyecto ilusionante, cruzando por fin caminos con el entrenador que tanto deseaba desde hace un tiempo.
Es verdad que el verde manda, y sobre él el club cliente de Negreira hizo gala de la que probablemente sea su única cualidad mínimamente admirable: ser capaz de abstraerse de todo el caos mediático que rodea a esa podredumbre que conforma su institución para sacar un rendimiento admirable sobre el campo. Ayuda gozar del favor del CTA, la liga, la RFEF e incluso el CSD, sí, pero aún así hay que conceder el mérito al cuerpo técnico y los jugadores.
En la otra esquina del cuadrilátero, abucheado inexplicablemente por parte de su propio público, se encuentra el Real Madrid. Digo inexplicablemente porque se encuentra en un proyecto recién nacido, del que sólo conocemos el banco de pruebas que fue su periplo por el Mundial de clubes y en el que, salvo en el último partido, dejó muy buenas sensaciones pese a la escasa preparación que tuvo.
la dificultad para dar salida a jugadores cuyo perfil les da pocas opciones de jugar con Xabi imposibilita cualquier llegada por una cuestión puramente numérica
El detonante del aluvión de críticas fue el tuit de Arancha Rodríguez, rara avis del periodismo patrio, pues acostumbra a dar información únicamente cuando la tiene bien contrastada, en el que decía que en el club dan la plantilla prácticamente por cerrada y que no se espera, por tanto, ningún fichaje más.
No suele pecar quien les escribe de ejercer de optimista empedernido, pero al ver tan exacerbadas críticas de los agoreros de turno fue la capa más adecuada que encontré en mi armario para esta fiesta. Sí, al Madrid le puede falta ese perfil de centrocampista creativo y/o organizador desde la marcha de Kroos. Si bien parecía que sólo los Vitinha, Neves o Barella (infichables por edad o club que habitan) podían paliar esa necesidad, luego surgieron en el mercado los Stiller, Smit, Wharton o incluso Jashari (al que recomiendo no perder de vista esta temporada en Milán) como opciones reales para ocupar este perfil. Sin embargo, la dificultad para dar salida a jugadores cuyo perfil les da pocas opciones de jugar con Xabi imposibilita cualquier llegada por una cuestión puramente numérica.
Aunque creo que al Madrid le vendría bien fichar a alguien de este perfil, creo que el mejor centrocampista que podría fichar ya lo ha fichado. Su nombre es Xabi Alonso y hace 3 años llegó a una plantilla cuyos centrocampistas no mejoraban a los que tiene ahora a su disposición, y les hizo practicar un fútbol vistoso y efectivo que les permitió dominar la Bundesliga, pasando por encima incluso del monopolio del Bayern.
El madridismo parece estar instalado en lo que yo particularmente autodenomino como “síndrome Play-off de la NBA”. En los Play-offs de la NBA, cuando un equipo pierde un partido en el transcurso de una serie se tiende a pensar que ese equipo nunca va a ganar otro partido de dicha serie. Cuando el Madrid realiza una temporada como la anterior, parece que el madridismo tiende a adoptar esta teoría y abrazarse a la mayor de las catástrofes que encuentre en Twitter, ahora X.
Como ya les he dicho, tiendo a ser más pesimista que optimista, pero en este caso la coherencia me mantiene alejado de los agoreros. Veo el plantel de centrocampistas que posee Xabi y llámenme loco, pero cojos no me parecen. Más bien lo contrario. Es cierto que la mayoría destacan por su perfil físico, pero conviene apuntar que jugadores como Camavinga o Bellingham son también súper dotados técnicos y esta temporada alguno se sorprenderá al recordar lo buenísimos que son. Además, en el Mundial de clubes, Xabi ya probó a bajar la posición de Arda Güler y el resultado, cuando menos, fue bastante estimulante, pudiendo convertirse el turco en ese “fichaje creativo” que tanto se demanda.
Sin embargo, más importante que el perfil de un determinado jugador en el once inicial es el sistema y estilo de juego que imponga Alonso, y a lo que el madridismo debe aferrarse no es a que venga un fichaje de última hora que sea el cerebro de este equipo, sino a que todos los jugadores del mismo piensen de la forma más parecida posible. De poco sirve en un equipo de remo tener al deportista más fuerte del mundo si a continuación es incapaz de remar al mismo ritmo que sus compañeros.
Veo el plantel de centrocampistas que posee Xabi y llámenme loco, pero cojos no me parecen. Más bien lo contrario. Es cierto que la mayoría destacan por su perfil físico, pero conviene apuntar que jugadores como Camavinga o Bellingham son también súper dotados técnicamente, y esta temporada alguno se sorprenderá al recordar lo buenísimos que son
A Xabi Alonso se le ficha precisamente por ser un entrenador innovador capaz de dotar al equipo de sentido y rigor táctico, y que no dependa única y exclusivamente de las genialidades técnicas y cualitativas de sus jugadores. Resulta contradictorio que los mismos que se han tirado año y medio demandando su fichaje ahora le consideren incapaz de asentar su modelo de juego ante la ausencia de un determinado fichaje. Confianza en Xabi, que no sólo es un hombre de fútbol versado en diferentes estilos, sino que además fue alumno aventajado del más resolutivo de los entrenadores a la hora de solventar problemas.
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