Lunin, de ganar el Mundial Sub-20 a crecer con el Real Madrid | OneFootball

Andrey Lunin, segundo portero del Real Madrid, nacido en Krasnohrad, Ucrania, fue fichado por el club merengue en el año 2018 como una apuesta de futuro de cara a cubrir el arco merengue cuando llegue el momento oportuno.

Tal vez pocos recuerden que el joven guardameta, que cuenta al día de hoy con 22 años, fue campeón del mundo Sub-20 con su selección en el 2019. Esto sucedió un año después de ser fichado por el Real Madrid, además de ser galardonado con el Guante de Oro del torneo y formar parte de los nominados al premio Golden Boy de ese mismo año, trofeo que se llevó João Félix. Acerca de ese torneo, Lunin comentó: “Ganar el Mundial sub-20 y ganar a las mejores selecciones del mundo, competir con los mejores jugadores jóvenes del mundo, es nivel top. Para nuestro país ganar algo en este momento complicado era importante. Jugamos para la gente, para dar una alegría más”.

El portero, que llegó procedente del F. C. Zorya Luhansk, dio detalles acerca de su trayectoria y otra serie de temas en Realmadrid TV. Hablando de su llegada al club blanco, indicó: “Cuando llegué al Madrid estaba muy feliz, no todos los días te invita el mejor club del mundo. Miles de jugadores quieren venir aquí y no todos vienen. Por eso estaba feliz, pero un poco con precaución. No tenía dudas, era otra cosa. Sabes que vas a llegar al mejor nivel del mundo. No hace falta pensarlo mucho porque el nombre lo dice ya todo”.

Ahondando en el tema de su llegada, comentó: “Llegó el presidente. En ese momento estaba muy nervioso. Hablamos, dimos una vuelta y al final firmamos el contrato […] Es una presentación para las estrellas, los jugadores top. Fue algo impresionante e inolvidable. Yo tenía preparado el discurso, no tenía ni idea de español. Escribí el texto con letras rusas, pero como se escriben las palabras en español. La cabeza me explotó, fue divertido, importante. Quería mostrar respeto al país y al club”.

Los comienzos de Lunin en Ucrania también tuvieron su espacio en la entrevista: “Con 8 años vivía en mi ciudad y entrenaba con mi grupo de allí. Cada fin de semana tenía que viajar 100 kilómetros para jugar con el Arsenal. Mi madre viajaba conmigo, me llevaba para jugar hora y media y luego vuelta. Estos fueron tres años muy importantes. Fue muy complicado para ella, yo lo entiendo ahora, ahí no lo entendía. Ahora entiendo cómo fue de complicado. El sacrificio lo hizo para que yo no perdiera lo que quiero, lo que amo. Es un ejemplo. Gracias a esto me vio el Metalist y me llevaron a su club”.

Puertas afuera del conjunto blanco, algunos medios dicen que Zidane no es una persona muy comunicativa, sin embargo, los comentarios de Lunin al respecto no van en la misma dirección: “Zidane me explicó cómo ve el fútbol, cómo tengo que jugar y colocarme. Son cosas que pide en los porteros. Me dice que estoy aquí porque lo merezco, que tengo que seguir trabajando y estar preparado porque en cualquier momento me puede tocar jugar. Estoy aprendiendo a diario, entreno todos los días con los mejores. Cuando me toque jugar yo intentaré dejar mi mejor versión. Un partido en el Real Madrid vale por 10 en cualquier otro club […] Ojalá pueda jugar muchos partidos para este club, ganar muchos títulos y dar ejemplo a los niños ucranianos. Cualquiera puede lograr su sueño. Estoy orgulloso, es un momento histórico para todo el país y para mí personalmente”.

Acerca de la capital española, Lunin señaló: “Me impresionó la ciudad porque hasta que vi Madrid, no me gustaban las ciudades grandes. Soy una persona de casa. Me impresionaron las instalaciones, cuántos campos y su calidad, el nivel de jugadores y entrenadores, la organización, todo”.

No podía faltar en la entrevista la referencia al actual titular de la posición, Thibaut Courtois: “Courtois y yo somos un poco parecidos en genética. Ver su trabajo todos los días me puede ayudar para ver qué cosas puedo mejorar y cómo. Tengo que mejorar en absolutamente todo”.

En el club se tiene mucha confianza en Lunin. Al poco tiempo de su llegada fue cedido al Leganés, Valladolid y, por último al Oviedo, con el objetivo de que se fuera adaptando a un nuevo país y una nueva competición. Es cierto que apenas ha participado durante 110 minutos de juego durante la presente temporada, pero como él bien dijo “Estoy aprendiendo a diario, entreno todos los días con los mejores. Cuando me toque jugar yo intentaré dejar mi mejor versión”.