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·10 de octubre de 2024
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¿Qué hay más icónico en el mundo del fútbol que las celebraciones de los goles? Ese momento de euforia, éxtasis, felicidad y de alegría donde el cuerpo puede llegar a expresarse de cualquier forma. En el Atlético de Madrid ha habido muchas de ellas que serán recordadas por el resto de la historia. Una de ellas siempre será la del ‘arquero’ de Kiko Narváez, la cual quedó muy marcada en muchos de los chavales que soñaban con jugar en su Atleti y poder celebrar un gol en el Vicente Calderón.
Uno de ellos fue Fernando Torres, quien curiosamente pudo cumplir ese sueño, pero no pudo hacerlo al lado de su ídolo Kiko en el campo. En aquel entonces, el ‘niño’ era un chico más del filial al que Carlos Cantarero, entrenador del Atleti en ese momento, decidió convocar para unos pocos partidos. Los rojiblancos, que luchaban por salir del pozo de Segunda División, pusieron toda su confianza en un joven delgado, rubio y con pecas que lucía el 35 a la espalda.
Kiko Narváez haciendo si icónica celebración del ‘arquero’ tras marcar. Fuente: LALIGA
Fernando Torres no tardó en demostrar su valía a pesar de su pronta edad, y en el segundo partido donde tuvo minutos vio portería. Fue ante el Albacete, y aunque Kiko no estaba en el césped en ese momento para celebrar junto a él su primer gol con el Atleti, sí que le dejó posteriormente varios recuerdos que nunca olvidará, y que el libro «Las mejores anécdotas del Atlético de Madrid» de Luis Miguel González recoge a la perfección.
Una vez en el camino de vuelta, el delantero gaditano no dudó en acercarse al ‘niño’ para darle la enhorabuena por su debut goleador. Él más que nadie sabe lo importante que es derribar ese muro, y más aún siendo un chaval tan joven como lo era Fernando Torres. Por ello, Kiko se le acercó y, con mucha sinceridad le dijo «Toma, niño, te regalo el brazalete de capitán para que tengas un recuerdo del primer gol que marcas con la camiseta rojiblanca. Estoy seguro de que llegarás a ser el capitán del equipo» (qué razón tuviste, Kiko). Un acto que Fernando Torres nunca olvidó y que puso el broche de oro a un día de esos en los que pides que te pellizquen para comprobar que no es un sueño.
Fernando Torres en la finalización del partido ante el Albacete. Fuente: Fernando9Torres
Como curiosidad añadida de aquel de viaje de vuelta, el brazalete no fue lo único que Kiko le dio aquella noche al ‘niño’. Y es que su tanto le sirvió para que los colchoneros salieran victoriosos del Carlos Belmonte, por lo que el viaje de vuelta fue una auténtica fiesta. Varios jugadores veteranos celebraron los tres puntos en el autobús, con comida y cervezas, y al ver que el joven Torres no tenía nada, Kiko se le acercó y le dio un flan para que «celebres tu gol y el triunfo con nosotros«. Un acto auténtico y puro de capitán hacia un Fernando Torres que, tiempo después, no solo celebraría algunos goles haciendo el ‘arquero’ de Kiko, sino que se convertiría en una de las mayores leyendas del Atlético de Madrid.