Los planes de Bergessio: estar a la altura como DT de Nacional | OneFootball

Gonzalo Bergessio llegó a Nacional en 2018, después de un paso sumamente gris por Vélez Sarsfield, donde solo había disputado cuatro partidos. Lejos estaban sus destacadas temporadas en Italia, jugando para el Catania, entre 2011 y 2014. Con 33 años, el centrodelantero llegó al tricolor como una interrogante: ¿estaría a la altura de las expectativas o sería otro de los argentinos que llegan a Uruguay a terminar sus carreras con más pena que gloria?

Desde el principio, el rendimiento, la entrega y la influencia positiva sobre sus compañeros convirtió a «Lavandina» Bergessio en una figura central de Nacional. Varios DT pasaron por el club, pero nadie cuestionó su titularidad. Y es que los números hablan: en Nacional, Bergessio consiguió el registro goleador más alto y consistente de su carrera: 0,5 goles por partido (a la fecha lleva 42 goles en 90 partidos, además de 9 asistencias). Por si fuera poco, el rendimiento personal vino acompañado de títulos colectivos: desde su llegada, el tricolor levantó cinco trofeos, incluido el Campeonato Uruguayo 2019.

Bergessio: ¿futuro DT tricolor?

Entrevistado por 100% Deporte, de la Sport 890, el capitán y goleador de Nacional se refirió a los desafíos inmediatos con el club y a sus planes de futuro, que también están vinculados estrechamente con el tricolor: «Pienso jugar un tiempo largo más. Despues, sí, obviamente, ¿a quién no le gustaría estar en un club como Nacional? Pero hay que estar preparado, no es de un día para el otro que te volvés entrenador. Yo prefiero seguir preparándome (…) Obviamente, estar a la altura de Nacional sería importantísimo».

¿Qué va a pasar con la Libertadores?

El goleador tricolor también dio su opinión respecto a las perspectivas de reanudación del máximo torneo continental de clubes: «Lo veo complicadísimo, porque hay países que están verdaderamente comprometidos. Brasil… En Argentina ahora se está contagiando todo el mundo… Y los otros países, igual: Perú, Colombia, Ecuador. No sé cómo harán. Ojalá que se pueda jugar, por el bien de todos los equipos y del fútbol. Pero también hay que ver la otra parte».