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Manuel Domínguez·11 de agosto de 2020
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Manuel Domínguez·11 de agosto de 2020
La imagen mostrada por los blaugrana ante el Nápoles y durante toda esta campaña contrasta con el buen momento de un Bayern que recuerda al del triplete de hace ya siete años.
Las cosas claras y el chocolate espeso, como suele decirse.
Ante el partido de cuartos de final que disputarán Barcelona y Bayern de Múnich en Lisboa el equipo favorito sólo es uno y, en esta ocasión, no es el equipo de Leo Messi.
El Barcelona volvió a dejar claro ante el Nápoles que el equipo carece de ritmo, frescura e ideas, sobre todo ideas. Con un Suárez que ya no consigue aportar en Europa y un Messi muy sólo tirando -a ratos- del carro, Setién no ha hecho más que tirar la toalla y dejar que sean los jugadores los que manden en un vestuario que, en Lisboa, se juegan la vida.
El rival, el equipo más en forma de Europa. Un Bayern que recuerda al de 2013 con un fútbol vertical y abierto, con todas las opciones de encontrar las heridas patentes blaugranas y dejar al cuadro de la Ciudad Condal completamente desangrado, con Setién en la cuneta. ¿Podrá Messi hacer algún milagro?