90min
·20 de mayo de 2022
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·20 de mayo de 2022
Luego de la durísima e inesperada derrota y eliminación ante Tigre en los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, River pasó rápido la página y se enfocó en la Copa Libertadores de América 2022, donde ya se clasificó a los octavos de final del certamen con la victoria por goleada 4-0 ante Colo Colo de Chile.El "Millonario" sabía que un empate le alcanzaba para meterse en la próxima instancia, ya que con esa unidad ni Fortaleza ni Alianza Lima podrían alcanzarlo de forma matemática, pero ganó con un segundo tiempo bárbaro y a continuación repasamos sus aciertos y errores.
Partícipe en el primer gol con el remate que luego deriva en el gol casual de Pochettino, y autor del segundo tanto, para llegar a cuatro en sus últimos nueve choques. Además aportó esos cambios de frente y participaciones importantes que el equipo necesita, sobre todo en el complemento.
Lo de Julián Álvarez no para de sorprendernos. Además de tener un promedio de gol altísimo, el nacido en Calchín, vendido al Manchester City, sigue sumando adeptos a su fútbol: presión alta e incansable, participaciones excepcionales hacia sus compañeros, encontrando soluciones de todo tipo. Es un placer verlo tanto con pelota como sin ella. Se relame Guardiola.
Suena reiterativo, pero qué bueno es Enzo Fernández, por favor. Cada partido demuestra que es un fenómeno. Hoy lo fueron a ver emisarios del Benfica y, lejos de ponerse nervioso, el volante tuvo un segundo tiempo excepcional, jugando y haciendo jugar. Top.
Otro más. Segundo tiempo en modo aplanadora de River. Ese modo que tanto se extrañaba. VAMOS MILLO 🐔–
Un vendaval. Una aplanadora. Un tornado. Un huracán. Como quieran llamarlo. El segundo tiempo de River fue una verdadera locura. Fue para adelante sin dudarlo, y cuando llegaba un gol automáticamente iban por otro. Así, fueron llegando las conquistas, de todo tipo. Un placer ver al equipo de Gallardo.
Es verdad que River goleó y todo es color de rosas ahora, pero en el primer tiempo sufrió mucho y si Lucero y compañía no hubieran perdonado, estaríamos hablando de otra historia. En el segundo tiempo llegó menos, pero la más clara, que terminó con una atajada inolvidable del arquero Centurión.