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·30 de noviembre de 2024
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Una de las historias más sorprendentes en el fútbol mexicano ocurrió en 2012, cuando el Club León vivió un resurgimiento épico tras una década de sufrimiento y altibajos. Durante varios años, el equipo había estado lejos de su lugar natural, la Primera División, y la crisis parecía no tener fin. Sin embargo, la temporada Clausura 2012 de la Liga de Ascenso marcaría el inicio de un nuevo ciclo para el club.
Tras varios intentos fallidos de regresar a la máxima categoría, el León de ese torneo comenzó a tomar forma bajo la dirección de Benjamín Galindo. Aunque el equipo no partía como favorito, demostró ser uno de los más competitivos del torneo, y se instaló en las semifinales contra Atlante, un rival histórico y uno de los más fuertes de la liga de ascenso.
El primer encuentro fue un golpe duro para el León, perdiendo 3-1 en Cancún, lo que dejaba al equipo con pocas opciones de remontar. Sin embargo, los jugadores de León, respaldados por su fiel afición, nunca perdieron la esperanza. En el partido de vuelta, jugado en el Estadio Nou Camp, el equipo realizó una remontada histórica, ganando 3-0 y asegurando su ascenso a la Primera División después de 10 años de espera.
Este ascenso no solo significó el regreso de León a la élite del fútbol mexicano, sino que marcó el comienzo de una nueva era para el club. Al año siguiente, en el Clausura 2013, el equipo sorprendió a todos al coronarse campeón de la liga, apenas un torneo después de su regreso. El ascenso de León y su título posterior demostraron que, con trabajo en equipo y determinación, los sueños pueden hacerse realidad.