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·27 de febrero de 2024
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·27 de febrero de 2024
El Girona se llevó la victoria en el encuentro que cerraba la jornada 26 de LaLiga EA Sports. Los chicos de Michel retomaron la senda de la victoria tras imponerse por 3 goles a 0 al Rayo Vallecano. Un resultado engañoso en un partido marcado por la expulsión por doble amarilla en el minuto 76.
Responsable. El guardameta argentino no tuvo demasiado trabajo en el día de ayer, firmando así su noveno clean sheat de la temporada. Tan sólo tuvo que intervenir en una ocasión.
Eléctrico. El brasileño firmó otro gran partido en el carril diestro con asistencia incluida en el último gol de Savinho. Tras perderse el choque ante el Athletic por sanción, el joven lateral volvió a mostrar su nivel en Montilivi.
Contundente. El central catalán, en la línea de sus últimas actuaciones, volvió a demostrar porque es un defensa contrastado. Algo impreciso en el inicio, con el paso de los minutos fue asentándose sobre el verde. Siempre atento y bien colocado para interceptar las acometidas rivales.
Líder. Reaparecía tras estar dos meses apartado (lesión y sanción) de los terrenos de juego y lo hizo por la puerta grande. Es el mariscal de la zaga y su liderazgo devolvió al equipo una portería a cero. Fue sustituido en la última media hora para no forzar en exceso.
Esplendoroso. El canterano del Madrid volvió a brillar sobre el césped en una suntuosa actuación individual. Asistidor en el gol de Tsygankov que abría el marcador, Miguel llegó en numerosas ocasiones a línea de fondo y tuvo dos oportunidades claras en sus botas.
Inconmensurable. El venezolano llevó a cabo otro partido ejemplar, cumplidor con su rol y lo que le exige Míchel en la medular. Junto a David López, dos de las grandes noticias contra el Rayo Vallecano para un Girona que les ha echado en falta en el último tramo de Liga.
Omnipresente. Es el timón del equipo y principal encargado del balón parado, y ayer demostró el porqué del interés de grandes clubes en hacerse con sus servicios. En ataque, en defensa, en las jugadas de gol, Aleix apareció por todo el terreno de juego y siempre con criterio.
Perseverante. Si algo no se le puede reprochar es su entrega y su lucha en cada una de las acciones en las que participa. Define a la perfección la filosofía de su entrenador y sale ovacionado partido tras partido. Ayer, algo desorientado por la movilidad en el sistema de ataque del Girona, no pudo finalizar sus acciones. Aun así, partido más que correcto del murciano.
Excelso. El ucraniano firmó un auténtico partidazo. Aprovechó a la perfección la libertad que le concedía su posición de mediapunta para abrir la lata con un remate lejos del alcance de Dimitrievski. Segunda jornada que anota de forma consecutiva, un seguro para el ataque gerundense.
Pletórico. MVP. El brasileño bailó bajo la lluvia. Doblete en su cuenta particular en una actuación formidable del joven extremo. En la primera mitad tuvo complicaciones para encontrar el 1vs1, pero ya en el segundo acto supo buscar los espacios a la espalda de los laterales para cerrar el encuentro con dos tantos sobre el descuento. Un jugador de talla mundial que hizo vibrar a los casi nueve mil asistentes en Montilivi.
Ausente. El máximo artillero del Girona fue seguramente el jugador menos destacado del once inicial de Míchel. Impreciso, tuvo en sus botas la posibilidad de adelantar a los suyos. Ante la contundencia de los centrales rayistas, el ucraniano tuvo dificultades para desenvolver su mejor juego.
Cumplidor. Entró en el minuto 70 para dar descanso a un David López que volvía de lesión. Sin demasiada faena, efectuó con éxito sus pocas intervenciones.
Desaparecido. El matador de Tala no entró en juego en sus 17 minutos sobre el verde. Apenas 3 intervenciones, que le sirvieron para tener una ocasión de gol que no finalizó.
Pasivo. En su tercera suplencia en Liga, el habitual en el esquema de Míchel tenía la difícil tarea de coger las riendas de Tsygankov y pasó prácticamente inadvertido.
Enérgicos. Entraron hacia el final del partido y con ellos sobre el campo el Girona selló el resultado. El 2-0, y gol de la tranquilidad, salió de las botas del cántabro.
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