La Colina de Nervión
·1 de marzo de 2024
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El trabajo de Ernesto Valverde en el Athletic Club de Bilbao es una de las mejores noticias para su hinchada. Estos volvían a hacer historia tras superar una eliminatoria más de las últimas 20 que lleva disputadas y ganadas en Copa del Rey. Los vascos dejaban en evidencia a un Atlético lejos de su mejor nivel, apagado y con pocas ideas sobre el verde. Del partido lo más destacado fueron los hermanos Williams, quienes se repartieron los goles y las mejores ocasiones, además de la diana de Guruzeta para acabar de rematar el premio rumbo a la final. Un partido plácido en San Mamés, con mucho dominio y pocas complicaciones en el que el técnico no tuvo que tirar del especialista en esta competición, Asier Villalibre.
La dinámica del Txingurri en el Athletic es de lo más resolutiva que existe. Los tiene a todos enchufados y con el vestuario bien arriba metidos en la lucha por grandes éxitos, nadie está dispuesto a bajar los brazos. Todo son buenas noticias en el Athletic Club.
Clasificados ya para la final en La Cartuja el próximo 6 de abril, solo está por ver el ritmo que cogen en LaLiga. A falta de doce jornadas para el final de curso, estos todavía tienen abierta la vía de la Champions. Competición que no pisan desde hace casi nueve años.
Aunque por números y rendimiento parece que la épica puede volver a hacerse realidad. Sin duda, las mejores noticias para el Athletic Club están al caer. Marchan quintos a solo tres puntos de su principal perseguidor, el Atlético de Madrid, a quienes vapulearon de la Copa. Con fondo de armario suficiente, estos presumen de un modelo único en toda la historia del fútbol.
En San Mamés solo juegan vascos, autóctonos o con raíces familiares. Una tradición que se ha mantenido hasta la fecha. La política del club no tiene fisuras y a la vista está que el desarrollo no tiene lagunas. Juegue quien juegue rinde a las mil maravillas. Que se lo digan al bueno de Villalibre que se ha convertido ya en el máximo goleador de esta edición de la Copa del Rey.
Asier Villalibre, peleando por una pelota con la camiseta del Athletic Club | Imagen: Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images.
El delantero, que volvía de cesión tras un año en Vitoria, se ha tomado en serio la competición del K.O. Ernesto Valverde le dio la oportunidad por delante de los Williams, Guruzeta o Berenguer y en seis partidos disputados ha anotado un total de seis goles. Las mejores noticias tanto para el jugador, que va ganando confianza, como para el Athletic Club. El chico lo ha jugado todo a excepción del partido de vuelta de semifinales.
Pese a no ser titular en todos los duelos, solo ha sido en dos de ellos, ha sido capaz de materializar hasta dos dianas por partido en tres ocasiones. Los noventa minutos tan solo los llegó a completar en dos ocasiones frente al CD Cayón y su ex equipo el Deportivo Alavés. Aunque también tuvo cierto protagonismo en los duelos frente al Eibar, FC Barcelona o el primero frente al Atlético de Madrid y algo más discreto en el duelo de primera ronda frente a la UE Rubí.
Con esta estadística suma casi más participaciones en la Copa (353 minutos) que en el campeonato regular (315). Formado en las categorías inferiores del Athletic, ya sabe lo que es vestir esta camiseta. A sus 26 años y con esa prominente barba donde guarda sus hechizos de cara a portería, ha convencido a la parroquia bilbaína. Sin duda, las mejores noticias para el Athletic Club que cuenta con delanteros de mucho nivel.
Las esperanzas están puestas en el futbolista vasco, que de marcar en la final frente al Mallorca podría coronarse con ese logro a nivel individual. Aunque no será fácil. En Sevilla se topará con Abdón Prats. El delantero mallorquín también puja en esa lista como uno de los máximos anotadores y pese a que el jugador bermellón acumula un duelo más, veremos quién desatasca esa diferencia.
En Bilbao todos saben de la importancia de esta Copa del Rey. Por algo fue que en la vuelta de semifinales disputada en casa, los aficionados hicieron prácticamente pleno en una cita histórica para ellos. Los vascos coparon todas las localidades del estadio, registrando la mayor asistencia de su historia con 52.061 espectadores, lo que representaba el 97,59% de la ocupación total.
De alzar el título el próximo 6 de abril la ciudad se volcaría con el equipo. Tras más de cuarenta años sin poder alzar el trofeo volverían a sacar, con total seguridad y a modo de festejo, la Gabarra por la ría y la conocida trompeta de Asier Villalibre sonaría más que nunca como uno de los protagonistas de esta edición. Las mejores noticias para confirmar que el Athletic Club está de vuelta.