90min
·13 de mayo de 2022
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·13 de mayo de 2022
El equipo de las Chivas cayó en el partido de ida de los cuartos de final ante el Atlas por marcador de 2-1. Ahora los rojiblancos saben que no hay mañana, y en caso de no ganar el próximo domingo en el Jalisco, se despedirán dejando un torneo con claroscuros.
Esto lo sabe el entrenador mexicano Ricardo Cadena, quien no puede guardarse nada y desde el pitazo inicial echará toda la carne en el asador para salir por la victoria. Aunque existen 5 preocupaciones que no lo terminan por dejar en paz previo al juego. Aquí te presentamos de qué se trata.
Emmanuel Aguilera con la marca de José Juan Macías. / Jam Media/GettyImages
El timonel nacional sabe perfectamente lo que significa disputar este tipo de partidos, por lo que un descalabro ante el acérrimo rival es inadmisible. Si Chivas cae ante Atlas, se estaría proclamando la hegemonía rojinegra, al menos en los últimos años.
El jugador Alexis Vega. / Jam Media/GettyImages
En el partido de ida el delantero y estrella del club, Alexis Vega, se vio apagado, tuvo escasas oportunidades al frente y terminó por abandonar el terreno de juego. Si de nueva cuenta el ‘Pingo’ se encuentra apagado, como ya lo hemos mencionado en 90min, el equipo de Chivas no avanza.
El entrenador Ricardo Cadena. / Jam Media/GettyImages
Un gol de vestidor por parte del Atlas podría poner sobre las cuerdas a las Chivas. Si los rojinegros logran sincronizarse y anotan en los primeros minutos, la losa para los rojiblancos será pesada y jugarían con la presión y el estrés a tope situación que les podría jugar en contra.
El entrenador Ricardo Cadena. / Refugio Ruiz/GettyImages
Sin duda, entre las principales preocupaciones de Ricardo Cadena se encuentra la presión que puede ejercer la afición atlista. El público hará su trabajo desde las gradas y los rojinegros aprovecharán la localía para causar nervios a los jugadores del chiverío.
El jugador Julio Furch. / Refugio Ruiz/GettyImages
En el partido de ida algunos futbolistas de Chivas se vieron exhibidos por la velocidad tanto de Julián Quiñones como de Julio Furch, dos delanteros con desarrollado olfato goleador que pueden ganar todo tanto por arriba como por abajo.