Un 10 Puro
·23 de abril de 2021
Un 10 Puro
·23 de abril de 2021
El Barça ganó 5-2 ante el Getafe de Bordalás con un doblete de Leo Messi, un gol de Araújo, uno de Griezmann de penalti y otro en propia puerta. Lo analizamos.
No presionar a Busquets, otorgarle un espacio para que moviera el balón en campo contrario y no reducir su rango de pase agresivo y profundo fueron los porqués de su enorme partido, especialmente en la primera parte. El catalán dominó como quiso.
Ya no como lateral derecho, Roberto se reinventó por enésima vez, también con éxito. Se entendió muy bien con De Jong para atacar el espacio del sector derecho y estuvo fino como siempre desde los puntos más exteriores en la circulación de balón.
Una de las razones de la holgura blaugrana fue la ineficacia defensiva del Getafe. No se defendía en el área ni presionaba, pero el problema fue que su bloque medio no frenó el juego entre líneas culé ni los desmarques de ruptura a sus espaldas. Muy mal.
El Barça podría haber encarrilado el partido en veinte minutos, pero entre el autogol de Lenglet y el penalti de Araújo (aunque los dos jugaron bien) acabó encajando dos goles después de que el Getafe chutara a portería una vez en todo el partido.
Se focalizó en atacar el área y volvió a sumar cifras irreales: 2 goles, 2 tiros al palo y 1 asistencia. En la primera mitad se sintió con mucho espacio y tiempo para jugar, logrando la conexión beneficiosa Busi-Leo para castigar.