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·25 de octubre de 2023

La ‘vie en rose’ del Paris FC

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Tras eliminar a Arsenal i Wolfsburgo el Paris FC llega a la fase de grupos en el que será su debut con la nueva nomenclatura. Pero antes de esta etapa, también hubo vida en la capital parisina más allá del PSG

Suena La Vie En Rose entre reposterías, locales lujosos y la afluencia de curiosos que visitan el majestuoso monumento que se levanta impasible en el distrito VII de la ciudad. La Torre Eiffel, emblema de París y una de las obras arquitectónicas más conocidas en el mundo. París no esconde su arte. Porque en la ciudad del amor miles de parejas se juran lealtad hasta el fin de sus días ante los ojos de dos millones de habitantes. Parecen acostumbrados a ello. Nada cambia en París, que nunca perderá su romántica esencia. Siempre estandarte, por ser la primera en iluminar sus calles, y por guardar momentos históricos como el estallido de la Revolución Francesa en 1789 o la Exposición Universal de 1900. Pero cuando se habla de fútbol, París ya no es la misma.

Su gran insignia, un Paris Saint-Germain manchado por la influencia catarí, vive en el sueño permanente de conquistar Europa. Tan cerca y a la vez tan lejos. Y es que tanto la sección masculina como femenina dominaban sin escrúpulos en la ciudad, pero la irrupción de un viejo conocido amenaza el monopolio de la entidad. El Paris FC, una de las raíces del actual PSG, ha logrado convertir al equipo femenino en una nueva apuesta para el fútbol francés. Clasificadas a la fase de grupos de la Champions tras eliminar a Arsenal y Wolfsburgo, las galas son ya firmes candidatas para desbancar a sus vecinas. Desde Ligue 2, sus homólogos masculinos admiran la gesta de sus compañeras, mientras lo toman como ejemplo para lograr un ansiado ascenso que se resiste desde hace temporadas.


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Fuente: Getty Images

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Fuente: Paris FC

Tras lograr la tercera posición en la campaña anterior, el Paris FC se reservaba por segundo año consecutivo una plaza para participar en la competición europea. En esa ocasión, fueron eliminadas por la Roma, y para esta temporada, el camino no auguraba el mejor de los finales. Tras vencer al Kryvbas ucraniano de forma contundente en la semifinal de la Ronda Previa, el Arsenal se convertía en el primer gran desafío. Semifinalista e histórico, que llegaba con la idea de superar un mero tramite antes de la fase de grupos. Sin embargo, saltaba la sorpresa cuando en la tanda de penaltis y después de un empate a tres en los 120 minutos, Alessia Russo fallaba desde los once metros y Louna Ribadeira sellaba una victoria histórica.

Primer batacazo en una ronda previa repleta de críticas por su forma para muchos anticompetitivos. ¿Cómo es posible que equipo como el Arsenal no lleguen ni siquiera a la fase de grupos? Pero por si a alguien le parecía poco, el Wolfsburgo, también semifinalista, se toparía con las galas para quedarse en el camino en un ejercicio de casta y, desde luego, de auténtico asombro. Encuadradas para una eliminatoria a ida y vuelta, el Paris FC logró empatar 3-3 en casa, y sorprendió a todos venciendo 0-2 a domicilio. Julie Doufour, uno de los nombres propios, y Louise Fleury, firmaban dos goles que quedaran en el recuerdo de la competición. Y no por su belleza, sino por devolver al equipo francés de vuelta a una competición que ya la había olvidado.

Y es que la sección femenina del Paris FC, recoge los frutos de uno de los mejores equipos del fútbol francés, el FCF Juvisy. Fundado en 1971 como el equipo femenino de la localidad de Juvisy-sur-Orge, a 18 kilómetros de la capital, formó parte de un experimento desde el club, que a nivel deportivo se vanagloriaba de buenos resultados. Sin embargo, ante el ostracismo que sufría desde la entidad (apenas dieron importancia al ascenso en 1983 a la máxima categoría), en 1985 el FCF Juvisy se separó de un equipo masculino en decadencia. Bajo la misma denominación, aunque trasladadas a la capital francesa, concretamente en el pueblo de Viry-Chatillon, el Juvisy se convirtió en una entidad con un modelo alternativo que caló entre su afición.

Centrado en el desarrollo de la carrera de sus jugadoras y acompaño del éxito deportivo, los títulos no tardaron en llegar. Un club de cantera, consiguieron levantar hasta seis ligas (1992, 1994, 1996, 1997, 2003 y 2006) y una Copa de Francia (2005). Uno de los pocos clubes independientes, que no estaba vinculado a ningún equipo masculino, y que compitió ante Paris Saint-Germain y Olympique de Lyon como uno más. Incluso clasificando a la Liga de Campeones. En 2010, su debut en una fase final, lograron alcanzar los cuartos de final. Tres años más tarde, el Lyon les impediría alcanzar la final. Sin embargo, un nuevo paradigma en Francia supuso el adiós de la entidad y la llegada del apoyo financiero desde el fútbol masculino.

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Juvisy en la Champions League de 2013. Fuente: UEFA

El crecimiento a nivel de presupuesto y competitivo de sus rivales, dejó al Juvisy como una más de la liga francesa. A un nivel inferior de los dos grandes equipos, y con clubes como Montpellier y Burdeos pisando los tacones. Además, la Federación gala, obligó a todas las instituciones a tener el respaldo de un equipo masculino para poder seguir compitiendo en el alto nivel. En ese entonces es cuando surgió la fusión con el Paris FC, que se convirtió en el club con la mayor sección femenina de Francia. Más de 400 miembros. Con ello el objetivo era volver a hacerle frente a Lyon y PSG, sin embargo, el inicio no fue sencillo. Además, el FCF Juvisy contaba con un déficit financiero notable, lo que tuvo que correr cargo de su nuevo socio.

En 2017 la fusión quedó definida, y el FCF Juvisy pasó a llamarse Paris FC. Todo cambió menos la localidad. Los Campos Elíseos seguían representando a dos equipos de la máxima categoría, pero durante un pequeño periodo de tiempo, a un nivel demasiado distante. Aun así, con una de las canteras más prometedoras, el ahora Paris FC ha crecido a pasos de gigante, hasta el punto de situarse seis puntos por encima de sus vecinas en la competición de la regularidad. Por jugadoras como Julie Dufour, Louna Ribadeira o Valérie Bogaert, tres de las mayores promesas del país, una Chiamaka Nnadozie que en el pasado mundial se consagró como una guardameta de mucho futuro, y con el talante y la experiencia de Clara Matéo y Gaëtane Thiney.

Paris FC, semilla del PSG

El Paris FC escribe su historia mucho antes de la aparición de la sección femenina. Fundado en 1969, no tardaría en fusionarse con el Stade Saint-Germain para dar origen al actual PSG. No obstante, desfavorecido por el Ayuntamiento, que buscaba a un equipo que reinara en la ciudad, el Paris FC decidió escindirse para seguir su propio camino. Alejado del éxito y a años luz de un PSG que ha crecido hasta convertirse en una de las mayores potencias en el mundo del fútbol. Por su nivel, y sobre todo, por su dinero. El Paris FC, que no ha vuelto a pisar la máxima categoría desde 1979, vivió una época oscura en las categorías inferiores del fútbol galo, alcanzando hasta la quinta división durante varias temporadas, y no fue hasta 2015 que regresaron a la segunda división, donde permanecen desde entonces.

Todo lo contrario que ocurre con la sección femenina, desde el segundo escalón el Paris FC sueña con mantenerle el pulso al PSG. La llegada de inversores como Pierre Ferracci, amigo íntimo de Macron, ha permitido al club rozar el ascenso tras invertir en infraestructuras y desarrollar la cantera. De hecho, en el Stade Charléty, un estadio con pista de atletismo que no genera simpatías con su afición, han visto pasar varios de los talentos del país. Desde Kadidatou Diani (Olympique de Lyon) a Ibrahima Konaté (Liverpool), Nordi Mukiele (PSG) y Hannibal Mejbri (Manchester United). Precisamente es la cantera uno de los motivos de orgullo de un club que, aunque celebra el éxito de sus chicas, no consigue levantar cabeza en Ligue 2.

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Sandrine Soubeyrand, entrenadora del Paris FC. Fuente: Getty Images

Tras perder la final del play-off de ascenso de 2019 en una dramática tanda de penaltis ante el Lens, el club parisino se ha alejado de la zona noble de la tabla, y aunque en términos económicos no hay preocupaciones, los resultados deportivos no logran cumplir con el objetivo de Pierre Ferracci. Convertir el Paris FC-PSG en un derbi de altura. Y es que París sufre del desapego por el fútbol a falta de una rivalidad que sí existe en grandes capitales como Madrid, Roma, Berlín y por supuesto, Londres. Ni la llegada de un fondo de inversión de Baherin, que se ha apoderado del 20% de las acciones del club, parece ser solución, aunque sí un enorme apoyo que recuerda, en menor escala, al de sus vecinos con Catar.

En la decimosexta posición y a quince puntos del liderato, la sección masculina del Paris FC mira hacia abajo con el miedo a un posible descenso que les aleje aún más de su gran anhelo. Pero en el mismo Stade Charléty, y en un estado de gracia inmejorable, las chicas de Sandrine Soubeyrand, leyenda del FCF Juvisy que desde 2018 dirige desde el banquillo, disfrutan de su histórica clasificación a la fase de grupos, convirtiendo a Francia en el actual país con más equipos en la competición. Encuadradas junto a Real Madrid, Chelsea y BK Hacken, las parisinas ya han comprado boletos para ser una de las sorpresas del torneo, aunque claro está, no será fácil en el grupo de la muerte. Por ahora en la vie en rose, para ellas estas líneas no son más que paroles paroles.

Imagen de portada: Getty Images.

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