
La Galerna
·28 de julio de 2025
La selección femenina no es el Atleti

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·28 de julio de 2025
Buenos días, amigos. La selección española de fútbol femenino perdió en los penaltis la final de la Eurocopa en su categoría, y las portadas de la jornada vienen embadurnadas de condescendencia, como si las mujeres no fueran lo suficientemente maduras como para asumir la responsabilidad del fracaso, o como quiera llamársele: decepción, insatisfacción, falta de éxito.
Las componentes del equipo son tratadas con palmaditas en la espalda, como si fueran niñas a las que se exime de la necesidad de afrontar que no han cumplido las expectativas. “El fútbol es injusto a veces”. “Orgullo de equipo”. Sentimos trascender el madridismo del que aquí hablamos a diario, pero nos parece que las mujeres no necesitan esta sobreprotección, esta condescendencia (“patronizing”, dirían las ganadoras finales del torneo), que son lo suficientemente fuertes en lo deportivo y lo psicológico para sobrellevar el llamar a las cosas por su nombre.
Han fracasado y no pasa nada. Pocas cosas mas machistas se nos ocurren que estos endulzamientos artificiales de la derrota, este asumir que no hay entereza ni resiliencia en ellas, que debemos cubrir de eufemismos y presunta delicadeza de todo a cien cualquier análisis de lo acontecido. La selección española de fútbol femenino tiene una categoría. No se merece que le endilguen la falta de exigencia que la prensa deportiva patria otorga, por ejemplo, al Atleti, equipo capaz de homologar como buena cualquier campaña a pesar de haberse gastado en fichajes (de momento) 350 millones en dos veranos. A la selección (masculina o femenina) habría que demandarle algo. La selección no puede ser el Atleti.
El contraejemplo colchonero nos viene a la mente porque precisamente ayer, a resultas de un lance en los lanzamientos de penalti que dirimieron el título, tuvieron lugar algunos llantos, y no precisamente por Ignacio Sánchez Mejías, sino por el doble toque de una jugadora inglesa, lo que dio lugar a la repetición del penalti y no solo a la anulación del gol, como pasó en aquel celebérrimo lanzamiento de Julián Álvarez contra el Madrid. Claro que, en el bando indio, sigue existiendo una subescuela de pensamiento que podríamos llamar negacionista y que no vio ninguna similitud entre una jugada y otra puesto que unas investigaciones de la Guardia Civil de Raticulín, en coproducción con la Sede de Inteligencia Artificial de Alpedrete, demostraron que el video de la UEFA estaba en realidad trucado y Julián nunca dio dos toques.
La otra subescuela de pensamiento colchonero, en cambio, sí admite que entonces hubo doble toque, con lo cual aprecia un agravio comparativo con el desenlace arbitral dado en ambas instancias. A esta subescuela se adscribe Gonzalo Miró, aka Tertuliator según Richard Dees.
Desde el momento en que, a raíz del escándalo montado por los atléticos del mundo (es decir, de Madrid) por culpa de la anulación de aquel penalti, se cambió la norma, sabíamos que esto terminaría pasando, es decir, que se intentaría aplicar retrospectivamente ese cambio de norma para que la parroquia atlética pudiera llorar a gusto. Menos mal que Paul Tenorio, en X, recordó a las plañideras que la decisión de ayer es tan justa como la de entonces, dado que entonces no se había producido aún el cambio de indicaciones para los/las trencillas en jugadas de esta índole.
En fin, que no tienen razones para quejarse pero se quejan no obstante, como ya cabía prever.
Por lo demás, las portadas de la prensa cataculé comparten formas melifluas con las de la capital en relación a la final perdida, con una particularidad. Antes de la final, ante la marcha triunfal de las de Montse Tomé, se resaltaba el ADN blaugrana de las convocadas, muchas de las cuales juegan en el club cliente de Negreira. Hoy, a pesar de que España terminó la prórroga con nueve futbolistas culés, no ha perdido el ADN azulgrana, sino España sin más. El admirado Juanma Rodríguez lo sintetizaba, también en X.
Y poco más que contaros por hoy, amigos. Prosigue la cuenta atrás para que podamos ver pronto al Madrid.
Pasad un buen día.