Futbolísticas
·13 de julio de 2022
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·13 de julio de 2022
En la segunda jornada de la fase de grupos del Campeonato de Europa Femenino de la UEFA llegó la primera piedra de toque seria para la Selección Española de Fútbol Femenino. La Roja nunca había ganado Alemania , y la primera victoria tendrá que esperar. La selección teutona es una de las grandes favoritas para alzarse, por novena vez, con el trofeo europeo. España aspira a protagonizar la sorpresa, pero, de momento, las aguas siguen dentro del cauce esperado. Alemania ganó 2-0 y se mostró como una selección que aúna fiabilidad, ideas claras y calidad. Si España quiere ocupar el trono, tendrá que encontrar la manera de imponerse a esa letal combinación, antes de que acabe el torneo. Por lo visto hoy, aún queda trabajo por hacer.
La Selección Española Femenina tuvo la pelota en la primera parte. También dispuso de ocasiones. Tocó con sentido y generó algo de inquietud al rival. De hecho, la ocasión más clara de todas, quitando los goles, la tuvo Lucía García en el minuto diez, pero, más allá de eso, el organizado ataque español rondó con cierto peligro el área de Frohms. Sin embargo, no marcó. Hoy por hoy, la diferencia entre el combinado español y el alemán es que este último destila seguridad y convicción. En efecto, las jugadoras dirigidas por Martina Voss-Tecklenburg supieron salir con velocidad y con talento en determinados momentos, pero no tuvieron problemas para replegarse cuando tocó. Dio la sensación de que sabían que las ocasiones acabarían llegando, y que las iban a aprovechar. Así fue. No obstante, los goles no cayeron tras sendas rápidas transiciones, ni en elaboradas jugadas de calidad. Llegaron en un fallo de Sandra Paños y en una jugada a balón parado. Visto lo visto, esas desgracias fueron dos jarros de agua fría.
Alemania salió del vestuario dispuesta a desactivar cualquier atisbo de reacción de España. Las germanas dieron un paso al frente y presionaron la salida de balón española, dificultando el juego de las de Vilda, justo en los minutos en los que se tenía que gestar la remontada. Pasado un rato, volvieron a ordenarse y optaron por dejar que pasara el tiempo. La Selección Española Femenina no se lo puso difícil. Tuvo la intención de jugar por las bandas, se potenció la movilidad de las delanteras y el juego interior, hubo toque y Jorge Vilda movió el banquillo. Sin embargo, nada de eso le dio profundidad a España, que vio como pasaban los minutos, sin lograr generar peligro. Alemania, bien plantada, repelió todos los ataques y no renunció a montar rápidas contras. Nunca perdió el control. España jugó bien en defensa, pero necesita encontrar el camino del gol, ante los rivales de entidad.
Ante Finlandia, España encajó un gol en el primer minuto. Esta noche lo hizo en el segundo. Ese tanto llegó en una salida fallida de balón, nada más arrancar el partido. La portera Sandra Paños recibió un balón franco de Leila desde la izquierda e intentó abrir al lateral derecho. Sin embargo, el balón se le quedó corto, de manera que le cayó cómodo a Bühl, que estaba dentro del área. La delantera teutona, con el esférico controlado, regateó rápido a Paredes y, sola, le cruzó el balón a la guardameta de la Selección Española (0-1, minuto 2). Cumplida ya la media hora de partido llegó el segundo gol. Un córner botado por Rauch fue cabeceado, de manera implacable, por Popp, que cruzó el balón con un poderoso giro de cuello (0-2, minuto 36).
El empate ante Dinamarca clasificaría a la Selección Española. Esa es la mejor noticia que deja el partido ante Alemania. Ante el combinado danés, España tendría que demostrar que tiene galones, ganando. Sin embargo, siempre es una tranquilidad que una igualada no sea mortal. Si se clasifica, probablemente el rival sería Inglaterra, pero esa ya será otra historia. Para entonces, Vilda tiene que haber dado con la tecla de la efectividad. Alemania, por su parte, ya se ha metido en cuartos, como primera de grupo. Seis goles a favor y cero en contra avalan, de momento, su candidatura. El partido ante Finlandia puede servir para que Martina Voss-Tecklenburg le de minutos a las jugadoras menos habituales. A la selección germana lo serio ya le espera después.