Camarín
·17 de noviembre de 2020
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·17 de noviembre de 2020
La selección chilena cayó con razón ante Venezuela en Caracas (2-1) en su peor presentación para las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Qatar y puso en peligro sus esfuerzos desde el principio.
Un resultado inesperado, siendo el principal culpable el propio Red, quien tuvo el control del balón durante prácticamente todo el partido, pero sufrió todas las posesiones venezolanas.
Un error de Guillermo Maripán precedió a la apertura de la cuenta de Luis del Pino Mago, pero Arturo Vidal restauró el par tras un centro de Mauricio Isla. Fue la primera y única llegada de la primera mitad.
Claudio Bravo salvó una cabeza de Darwin Machís y Maripán los puso a todos nerviosos. Con cada intervención, el Toqui de San Carlos vio un cambio a las órdenes de Salomón Rondón, quien mandó a las nubes otro obsequio del zaguero nacional.
Fue en este punto que La Roja decidió mantener el balón en su poder y no arriesgar demasiado en una tarde en la que el delantero no tenía mucha claridad.
A diferencia del partido contra Perú, las apuestas no coincidieron. César Pinares abandonó el campo en el descanso con poca memoria y Jean Meneses no trabajaba. Claudio Baeza buscó el equilibrio en el núcleo y Mauricio Isla se convirtió en la única arma en el atentado nacional.
La llegada tardía de Carlos Palacios, que utilizó a Alexis Sánchez como delantero centro, tampoco condujo a la puerta contraria. El punto era lo único que se podía salvar de la húmeda Caracas.
Pero Salomón Rondón quería algo diferente. Un centro desde la derecha de Yeferson Soteldo encontró al tanque ofensivo venezolano frente a la portería contraria y le dio a los Llaneros el gol de la victoria.
Dolor de cabeza que durará hasta marzo cuando La Roja compita contra Paraguay y Ecuador en la carrera por el Mundial de Qatar.
Foto Futbolred
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