Balonazos
·26 de septiembre de 2023
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·26 de septiembre de 2023
Víctor Sánchez Valdivieso @vesanchezv.- No habían pasado ni diez minutos del pitazo inicial del encuentro retardado por la lluvia cuando el comunicado de Sonia O’Neill estremeció los cimientos del Estadio Olímpico de la UCV capitalino.
“No estoy lesionada, ni enferma ni hice algo grave” iniciaba el texto donde la jugadora del London City Lionesses inglés anticipa que no estaría en la alineación de La Vinotinto Femenina ante Uruguay en el segundo amistoso que jugaron en cuatro días.
Más allá de las circunstancias que argumentaban su ausencia en la cancha capitalina, expresó abiertamente sobre la molestia que tenía con la seleccionadora Pamela Conti en palabras y acciones que tuvieron su momento cumbre la noche de este lunes.
Incluso la jugadora que se retiró de la actividad profesional por salud mental avizoró el final de su tiempo con la selección: “Prefiero ser odiada por ser honesta que amada por ser falsa”.
En la cancha la Vinotinto Femenina peleaba con brusquedad un partido exigentemente físico con las charrúas pero era evidente que la tensión se vivía en el banco, en el camerino, puertas adentro con un grupo que se partió en dos bandos.
Mientras Deyna Castellanos salió al terreno de juego para reforzar la artillería de Venezuela para destrabar el partido ante Uruguay. Lourdes “Kika” Moreno saltaba en las redes sociales a defender a Sonia O’Neill y avalar sus argumentos expresados.
Y con el pasar de los minutos, otras protagonistas del pasado reciente con la selección nacional respaldaron las palabras de la canadiense con sangre venezolana que levantaba una crisis interna no vista desde los tiempos desde el affair Zseremeta.
Con el partido en movimiento, Sonia O’Neill tuvo oportunidad de pasar por varios espacios del estadio universitario, compartió con varios fanáticos que solicitaban su presencia e incluso ratificó con cibernautas la decisión expresada en palabras.
“No voy a mentir cuando estoy arriesgando mi carrera con esta declaración” confirmó la central en su cuenta en Instagram.
El tanto al minuto 67’ de Castellanos hizo levantar de sus asientos a los más de 6.300 almas que acudieron al Olímpico pasado por lluvia, pero no había tanta agua para sofocar un problema en ebullición que venía posponiendo por largo tiempo en la selección.
Al término del partido, el abrazo de Deyna con Pamela y la alegría de las jugadoras por el triunfo obtenido ante la Uruguay de Belén Aquino y Sofía Olivera, no tapaba el sinsabor de que La Vinotinto Femenina tenía un conflicto que no sabía manejar.
La Rueda de Prensa y la Zona Mixta se extendieron más de la cuenta para arrancar: en el primero acudieron Pamela Conti y Deyna Castellanos que se desentendieron al unísono de la posición fijada por la ahora ex compañera en la selección nacional.
“Hay reglas y normas internas que se deben respetar sino hay consecuencias” resumió en cortas palabras la seleccionadora de nacionalidad italiana que trató de enfocarse más en lo que sucedió en la cancha, más de lo que sucedía fuera de ella.
“Estoy orgullosa del equipo que tenemos en este momento. Somos 23 jugadoras…en este caso somos 22…estoy orgullosa de los resultados que alcanzamos” expresó Castellanos cuando se le preguntó por la polémica en el encuentro con los medios.
Si bien La Vinotinto Femenina ganó los dos encuentros por Fecha FIFA ante Uruguay por diferencia mínima e individualidades de sus legionarias europeas en ambos. El camerino luce roto, fragmentado y herido. En él se abrió una Caja de Pandora que costará cerrar a corto plazo cuando el tiempo de conciliación o resolución no existe.
Por lo pronto, falta menos de un mes para que Venezuela debute en los Juegos Panamericanos de Chile ante Estados Unidos, Argentina y Costa Rica. Hasta ese momento se verá que pasa.